Informe de estimación mensual nacional

Los altos rindes permiten mantener los 58 millones t de soja


A nivel nacional, la superficie sembrada con soja que no se cosecharía habría pasado de 440 mil a 790 mil hectáreas desde la estimación del mes anterior. Las precipitaciones de febrero rompieron los registros para ese mes de los últimos 50 años y pusieron en jaque a la provincia de Córdoba, entre otras regiones afectadas por las extensas lluvias convectivas. Córdoba sumaría 250 mil ha que no serían recolectadas por los excesos hídricos, mientras que Santa Fe 100 mil ha y entre NOA y NEA unas 170 mil hectáreas. Pese a ello, se afianzó el escenario de alta productividad. Las zonas no afectadas de Santa Fe, Córdoba y el norte bonaerense esperan superar los máximos rindes históricos y compensarían las fuertes pérdidas de superficie. Por lo tanto, teniendo en cuenta un rinde nacional promedio de 29,6 qq/ha, medio quintal más que en el informe anterior, la producción de soja se estima en 58 millones de toneladas.

También el maíz se consolida con mejoras en los rindes, pese a que suma lotes que no ingresarían al circuito comercial, con lo cual la estimación de producción asciende a 23,5 millones de toneladas. En Córdoba, Santa y Entre Ríos crecen las expectativas de rendimiento. Santa Fe está muy próxima a los 100 qq/ha en promedio; Córdoba subiría 2 quintales a 84 qq/ha y Buenos Aires aumentaría 1 quintal para promediar 77 quintales. Se realizaron ajustes en el hectareaje perdido, por lo que quedarían unas 760 mil ha por fuera de la cosecha a comercializar.

Soja 2014/2015

En febrero la atípica dinámica atmosférica acentuó su agresivo comportamiento y centró su actividad de intensas lluvias en el oeste de la región central. El oeste de Santa Fe y Córdoba recibieron acumulados que superaron los 300 mm, rompiendo las marcas máximas de precipitaciones de los últimos 50 años. Este evento llegó a alcanzar a sectores de la provincia de San Luis. El volumen y el alcance geográfico del evento han sido históricos. Lamentablemente la primera semana de marzo se caracterizó por un nuevo frente que volvió a impactar en casi la misma zona. Esta vez, con la actividad centrada en el límite de las provincias de Santa Fe y Córdoba, los primeros cinco días de marzo dejaron acumulados que superaron holgadamente los 100 mm. Santiago del Estero y otras zonas del norte argentino también sufrieron el embate del fenómeno. Las imágenes de CCA muestran claramente el nivel del impacto y su extenso alcance.

Este escenario agravado por los excedentes previos desbordó el sistema. El masivo ingreso de agua y la alta persistencia de agua en áreas que normalmente no tienen problemas de drenaje impactaron en la cantidad de hectáreas que hoy se reflejan en los números de área pérdida.

En este contexto, desde lo productivo se destacan como las áreas cordobesas más afectadas el centro y el norte de los departamentos de Marcos Juárez y Unión, seguidas muy de cerca por la superficie que se extiende al norte, hacia San Francisco, y por la franja que se extiende por Laborde, Idiazábal y Villa María. En principio, y hasta que sea posible ajustar con mejor detalle el nivel de pérdidas, se está estimando que en la zona Marcos Juárez y Unión habría habido un impacto crítico sobre unas 75.000 ha; en el sector que se extiende hacia el norte hacia San Francisco, se trataría de 70 mil ha afectadas y hacia Río Cuarto podría ascender a unas 70 mil ha. Para toda la provincia se proyecta la posibilidad de pérdida de un 4 a un 5% del área cultivada con soja, que se corresponderían a unas 250 mil ha.

En Santa Fe los sectores más afectados están en el centro y norte provincial. El hectareaje con altas probabilidades de quedar marginado de la colecta podría ascender a unas 100.000 ha. También, en el norte del país, se destacan las áreas de Santiago del Estero, donde podrían quedar afectadas unas 170 mil ha.

Sin embargo, este impacto negativo en el conjunto de las cifras nacionales está siendo compensado por los rindes que se esperan en las zonas no afectadas por estos episodios de Santa Fe, norte de Buenos Aires y Córdoba. En este año y en estas zonas, se podría llegar a observar el máximo potencial que el cultivo de soja tiene para expresarse bajo condiciones sin limitantes hídricas.

Quedan muchas cosas por definir, y hay muchos interrogantes sobre lotes que mostraron un excelente desarrollo y sufrieron el temporal de lluvias. Pero es destacable que, en general, en esta zona la presión de plagas y malezas pudo controlarse a tiempo, al igual que las enfermedades. Incluso la amenaza de roya, que ha confirmado su presencia en el norte bonaerense, no tendría un impacto significativo porque la mayor parte de los lotes están en etapas avanzadas de su crecimiento. El temor hoy pasa por las tareas de recolección que estarán muy afectadas por los problemas de caminos y rutas aún cortadas y si hay nuevas lluvias, la demora podría ocasionar severas pérdidas.

Hay que destacar que la situación ha sido muy distinta en el corredor que se extiende desde el este de La Pampa hasta el este de la región bonaerense. El escenario de crecimiento ha quedado marcado por la escasez de agua, incluso en momentos claves del desarrollo y los cultivos de segunda están condiciones regulares.

En base a las observaciones en las distintas áreas productivas, es posible ubicar a la producción de soja nacional en 58 millones de toneladas. Este número surge de una estimación de rinde promedio nacional de 29,6 quintales por hectárea, una superficie implantada de 20,4 millones de hectáreas y un área no cosechada de 792.000 hectáreas. En el siguiente cuadro mostramos los datos estimados para cada provincia recordando que los datos de Entre Ríos son tomados del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Maíz 2014/2015

Se han realizado pequeños ajustes al alza en las estimaciones de rindes en las principales regiones productivas y también se incrementó en 50.000 ha el área que no ingresaría al circuito comercial.

Comenzó la recolección de maíz en estas últimas semanas. Las labores de cosecha apenas superan el 4% de avance a nivel nacional, pero son compatibles con las altas expectativas de producción. Ejemplo de esto está siendo la región núcleo que, con el 27% cosechado de maíz de primera, muestra rindes que oscilan entre los 90 y los 130 qq/ha. Se registran picos de rindes extraordinarios, pero en lotes puntuales y de alta productividad.

Sigue siendo un ciclo con un nivel de rinde que se despega positivamente de la media, reflejándose en una estimación de la productividad unitaria promedio nacional de 74,6 qq/ha. Con 760.000 ha que no entrarían al circuito comercial, esto arrojaría una producción de 23,5 millones de toneladas a escala nacional.

El detalle puede verse en la tabla que sigue, tomándose para Entre Ríos los números de SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.

Las reservas del suelo según las necesidades de una pradera permanente para febrero del 2014, febrero del 2015, y primeras dos semanas de marzo del 2015: