Informe de estimación mensual nacional

Resúmen del Informe


La profunda caída en la producción ha dejado una merma de 31% en la oleaginosa y de un 40% en el maíz, respecto de la campaña anterior. Se estima una producción de soja argentina 2008/09 de 31,9 millones de Tn, a partir de un rinde medio nacional de 19,6 qq/ha, y una cosecha de maíz de 13,1 millones de Tn, considerando un rendimiento de 55,1 qq/ha.

El severo daño que sufriera la soja Argentina superó incluso las expectativas más negativas. A medida que avanzaba la cosecha, sorprendía el peso del grano, último componente definidor del rinde y que fue también clave en la estrepitosa caída.

Si bien en algunas regiones es técnicamente incorrecto hablar de “sequía”, una vez comparadas las lluvias de esta campaña con las medias estadísticas, el efecto conjunto de las distintas variables climáticas sobre el crecimiento de los principales cultivos argentinos fue devastador. Dicho efecto conjunto resultó en sequías edáficas donde los balances hídricos fueran fuertemente deficitarios frente a los sostenidos valores de evapotranspiración. Inclusive, se llegaron a superar los desvíos que se utilizan en la confección de los modelos de reservas de agua en el suelo que desde aquí se difunden. De entre las variables climáticas mencionadas, la carga térmica fue fundamental. Se incluye un análisis que muestra la significativa cantidad de horas en las cuales se superaron los 30° C durante febrero y marzo en la región núcleo.

La conjunción de bajos registros de lluvias y elevadísimos focos de calor alcanzó al norte bonaerense, centro y norte santafesino junto al Chaco y Santiago del Estero. También estuvo presente en toda La Pampa maicera sojera, y con intensidad mayor en Entre Ríos y en el centro y sudeste de Buenos Aires. Pero, sin dudas, que técnicamente algunas zonas claves productivas tuvieron tanto una sequía climática como edáfica.

Los distintos factores se combinaron para afectar no sólo el rinde, sino también la superficie, dando por resultado importantes caídas interanuales en la producción. Así es como la provincia de Buenos Aires obtuvo un 47% menos de soja y un 45% menos de maíz respecto de la campaña anterior. En Entre Ríos las pérdidas se trasladaron en una cosecha de maíz 81% inferior a la 2007/08, y sólo se levantó un tercio de la soja producida en la anterior temporada. La Pampa recolectó un 63% menos de maíz y un 26% menos de soja en esta temporada. En Santa Fe se habría obtenido una cosecha de soja 31% inferior a la del 2007/08, pero en maíz el retroceso sería del 38%. Sólo Córdoba, de las principales provincias productoras, tuvo un retroceso productivo menos significativo en soja; del 2%, pero en maíz el resultado interanual fue una pérdida del 29%.

Tal como se mencionó en anteriores informes, aparte de los problemas de plagas y menor tecnología en la implantación de los cultivos, y el retraso en las siembras, la baja disponibilidad hídrica presente en gran parte del cultivo y, en especial, en los momentos críticos de la soja y el maíz se sumó un sostenido registro de altas temperaturas.

Por lo tanto, primero, y como una referencia muestral de los factores que se confluyeron para el fracaso de la campaña gruesa, se analizan aquí distintas variables sobre la región núcleo productora. Las variables se obtuvieron de la red de estaciones meteorológicas GEA – Guía Estratégica para el Agro, propiedad de la Bolsa de comercio de Rosario. Ello ha permitido efectuar un seguimiento, y un posterior análisis con alto grado de detalle.

En segundo y último lugar, y con datos observados hasta fines de mayo, se efectúa un resumen de los resultados productivos en las principales provincias y en áreas más significativas. Es decir, se toma como más significativas aquellas zonas que aportaron históricamente un elevado volumen de producción a las campañas nacionales de soja y de maíz y que, en este ciclo, se caracterizaron por elevadas pérdidas productivas o de área.

Análisis de las variables climáticas

Una forma gráfica de observar el importante calor de febrero y marzo de 2009 es a través de imágenes que muestren las horas acumuladas en las que se registraron temperaturas ambientales por encima de los 30° C.

Se destacan dos epicentros. El primero en la zona de Bellville con 300 horas y el segundo en la zona de Rojas, Pergamino y Chacabuco con cerca de 260 horas. En el año 2008, estas marcas alcanzaron techos de 150 horas (ver el segundo mapa). Por lo tanto, se está ante un nivel de calentamiento en determinadas áreas geográficas en donde este índice se multiplico por 2 ó 3 veces.

A este nivel de temperaturas, la demanda ambiental de humedad es tal que incluso supera a los modelos que se utilizan desde GEA – Guía Estratégica para el Agro para determinar las reservas de agua en el suelo. En estos modelos se contemplan variaciones con desvíos moderados, pero no con los elevadísimos niveles de evapotranspiración que se atestiguaron en esta campaña.

Esto incide directamente en el balance hídrico. Pero la diferencia entre los dos focos mencionados es que el nivel de reservas en el norte de Buenos Aires estuvo por debajo de lo normal. Es lo que se exhibió, en una escala grafica, como “reserva escasa” ó “sequía” desde marzo del 2008 en adelante en los informes sobre seguimientos de cultivos que se efectúan semanalmente.

Respecto de las precipitaciones, a continuación se reproduce el gráfico de las precipitaciones acumuladas entre el 21 de enero y el 25 de marzo de 2009:

Las lluvias acumuladas en la región núcleo: desde el 21 de enero hasta el 25 de marzo (2009).

Ambos fenómenos intersecan en el noroeste de Buenos Aires, dando por resultado la zona más “caliente y seca”. Semanalmente, los técnicos de estas zonas daban cuenta del escaso crecimiento de las plantas y la incapacidad para que el cultivo cerrara el entresurco. A esto hay que agregar que esta situación estuvo acompañada por severos ataque de plagas referentes de estas condiciones, como son los trips, las arañuelas, las bolilleras y las desfoliadoras.

Finalmente, se exponen los promedios de las medias diarias de radiación solar, (expresado en Watts/m²) sobre la región, registrados en febrero y marzo. La acción conjunta de esta variable con la humedad ambiental, el tipo de cobertura del suelo, junto con el viento y la topografía de cada lugar, inciden en el nivel de calentamiento in situ.

Se observa que en la región los valores del año 2009 han sido de unos 9,6% superiores a los del 2008, para el período comparable.

Nuevamente es en el norte de Buenos Aires donde se evidencian las mayores diferencias relativas.

Radiación solar media de febrero y marzo 2009

Radiación solar media de febrero y marzo 2008

Los resultados en términos productivos

Campaña de maíz 2008/09

Buenos Aires: destacamos las 3 zonas más importantes por representar el 46% del hectareaje bonaerense sembrado con maíz:

  • Junín: pérdida de rinde respecto del año pasado del 62%, arrojando un promedio de 15 qq/ha.
  • Lincoln: el rinde medio final se afianza en los 18 qq/ha.
  • Pehuajo: experimentando una importante expansión por el corrimiento de la frontera del cultivo, la media productiva está entre los 10 y 11 qq/ha, lo cual implica una pérdida anual de rinde del 66%.
  • En zonas como la de Pergamino el cultivo de soja ha sufrido una pérdida de rinde del 52% respecto del año pasado, quedando con apenas 16,5 qq/ha.

Córdoba:

  • La pérdida en la producción provincial tiene como causante, por un lado, la menor cobertura del maíz, que bajó un 20%. También se explica por las pérdidas en rendimiento de la zona de Río Cuarto, que resultaron mayores a las que se proyectaban en un primer momento. Dado que es una de las regiones más importante por el área cultivada con este cereal (8% del total nacional), ha dejado un sensible retroceso, al caer en rinde un 10%, alcanzando 57 qq/ha.
  • En los departamentos del norte cordobés, que conforman la zona de influencia de San Francisco, se produjeron las mayores caídas de rendimiento, del 20%, logrando 46 qq/ha.

Santa Fe:

  • Donde hubo mejores rindes fue en el departamento de General López. Las mermas de rindes se mantuvieron en un 10%, logrando un promedio de 80 a 83 qq/ha.
  • En el norte santafesino, se dieron los peores niveles de rindes con 20 qq/ha.

Campaña de soja 2008/09

Buenos Aires: se mencionan por su importancia productiva y por el mal resultado obtenido, las 3 millones de hectáreas que cubren el norte de esta provincia. Esto es el 18% de la superficie sembrada con soja en todo el país.

  • Junín: pérdida de rinde respecto del año pasado del 62%, arrojando un promedio de 15 qq/ha.
  • Lincoln: el rinde medio final se afianza en los 18 qq/ha.
  • Pehuajo: experimentando una importante expansión por el corrimiento de la frontera del cultivo, la media productiva está entre los 10 y 11 qq/ha, lo cual implica una pérdida anual de rinde del 66%.
  • En zonas como la de Pergamino el cultivo de soja ha sufrido una pérdida de rinde del 52% respecto del año pasado, quedando con apenas 16,5 qq/ha.

Córdoba:

  • Sólo destacamos la zona aledaña a San Francisco –muy importante en hectareaje-, en el nordeste de Córdoba, por la importante disminución de rindes; de un 30%, llegando a los 18 qq/ha.

Santa Fe:

  • Las mayores pérdidas sucedieron en los departamentos del norte. Las pérdidas de producción son del 63%, con rindes promedios entre los 5 a 6 qq/ha.
  • En el resto de la provincia, los rindes han estado con pérdidas que van del 25 al 32%, respecto de lo obtenido hace un año. Esta última merma se corresponde al departamento de General López, donde la media daría 26 qq/ha (vs 38 qq/ha del 2007/08).

Chaco y Santiago del Estero:

  • Frente a las 3,3 M de Tn de soja que logró en la excelente campaña del año pasado, se estima que el aporte final para la presente cosecha ascendería a sólo la tercera parte de ese volumen, considerando no sólo la pérdida de rindes sino también la imposibilidad de sembrar el área de intención inicial.

Para arribar a las estimaciones de rendimiento se ha hecho un seguimiento de la condición de agua en el suelo en Argentina a lo largo de la campaña, con mayor grado de detalle en el área GEA – Guía Estratégica para el Agro, de acuerdo con sus fases fenológicas, y la información del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos. También se recurrió a los datos aportados por informantes calificados. Para la superficie sembrada se tomaron datos de la SAGPyA, mientras que para la provincia de Entre Ríos se volvió a recurrir a los datos de SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.