Informe de estimación mensual nacional

Rindes excepcionales compensan la caída del área maicera y se llegaría a una cosecha de 18,07 M Tn


Con el clima a favor y una superficie sembrada de 2,84 M de ha, se estima una productividad unitaria de maíz de 76 qq/ha. Las condiciones climáticas en pleno período crítico de maíz se asemejan (pero no igualan) a las del 2006/07, cuando se obtuvo una cosecha maicera cercana a los 22 M de Tn. Respecto de la soja, con muy poco hectareaje para cerrar la siembra, mantenemos los 50,8 millones Tn como producción proyectada.

Al 26 de enero de 2010 una significativa porción de la cobertura maicera de la región pampeana se encuentra finalizando las etapas reproductivas sin limitaciones hídricas, con altos grados de desarrollo vegetativo y llenando granos sin amenazas de plagas o enfermedad de consideración. Sólo las áreas del norte de Córdoba y sudoeste de Buenos Aires están bajo condiciones hídricas más complicadas (ver la primera imagen).

La cobertura sembrada de soja alcanza al 99%, con lo cual se alcanzaría a lograr la superficie de intención de 18,7 M de Has.

La campaña gruesa comenzó en setiembre con una situación en la que había dos escenarios marcadamente diferentes. En el oeste, los perfiles de los suelos mantenían condiciones de sequía que se extendían desde el año anterior. Por otro lado, en el centro-este del país, la humedad en los suelos se iba recomponiendo lentamente desde las provincias de Entre Ríos y el noreste bonaerense hacia el este de zona central del país.

A pesar de contar con mejores condiciones de partida en el primer metro de suelo comparando con el año pasado, en la zona núcleo la caída de superficie sembrada fue de un 28%. Las razones económicas se impusieron en los márgenes ya que quedó muy afectada la posibilidad de hacer maíz en campos alquilados. Las posibilidades de respetar rotaciones se volvieron a relegar en esta campaña 2009/10. Otra causa para las menores expectativas de siembra de maíz fueron las menores opciones de financiación y el hecho de que parte de las ventas de semillas sólo se concretaban con financiación a cosecha. Esta disminución de superficie fue compensada principalmente por el incremento de siembra de soja de primera, aunque las lluvias de octubre incentivaron siembras tardías del cereal.

En octubre se agudizaron los focos de sequía. El avance de siembra del maíz, en comparación con la media de cinco campañas, mantenía un retraso cercano a los 15 puntos en la provincia de Córdoba y Buenos Aires. Las provincias de Santa Fe y Entre Ríos reflejaban una mejor situación, con un avance dentro de la media y logrando sembradíos en fechas más oportunas.

La alternativa que ofrecía la soja desde el punto de vista económico dejó de lado 620.000 hectáreas para la siembra de maíz en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Las disminuciones de área habrían sido inferiores a lo que se pensaba inicialmente, pero, igualmente, habrían estado en el orden del 21%; 26% y 28%, respectivamente, frente a la campaña 2008/09 (la base de la 2008/09 son los datos de superficie sembrada de la anterior SAGPyA, hoy Ministerio de Agricultura). La provincia de La Pampa habría ajustado en apenas 3,3% hacia abajo su cobertura maicera y Entre Ríos se retrajo en un 20%.

Ya en octubre se mencionaba que “los fenómenos de gran escala corren a nuestro favor para la próxima campaña [la 2009/10]” en clara referencia al anunciado El Niño. “Este fenómeno, que tiene su máxima señal a partir de noviembre, genera lluvias por encima de lo normal en el período noviembre/marzo desde la región productora sojera en el norte de Río Grande do Sul hasta el centro de la Región Pampeana” (teleconferencia de José Luis Aiello “Cambio climático”, del 10/08/09).

Para maíz los rendimientos unitarios estimados para cada provincia son: Córdoba, 84 qq/ha; Buenos Aires, 86 qq/ha; Santa Fe, 91 qq/ha; La Pampa, 58 qq/ha; Entre Ríos, 82 qq/ha. La superficie que no ingresaría en el circuito comercial se proyecta en 465.000 has.

Para el caso del cultivo de soja, sostenemos nuestra estimación de superficie sembrada en 18,7 millones de hectáreas. Aunque quedan 190.000 has para completar las labores de implantación, la ventana de tiempo de acuerdo con los pronósticos climáticos es más que suficiente para cumplir con la intención.

Los lotes están a días de ingresar en las fases fenológicas críticas para la definición del rendimiento. Por lo tanto, seguimos trabajando con una productividad unitaria de 27,5 qq/ha, partiendo de la tendencia de las 5 últimas campañas, y excluyendo la del golpeado ciclo 2008/09. Los rindes promedios quedarán definidos durante todo el desarrollo del cultivo, pero se prefirió ajustar el valor de tendencia ligeramente hacia arriba considerando la mayor participación de soja de primera ocupación que se ve en este ciclo 2009/10, frente al comportamiento histórico. En una media de cinco temporadas, la soja de segunda ocupación ha cubierto el 24% del área total, pero, con la caída de la superficie triguera en esta temporada 2009/10, esa superficie sería de sólo un 10% del total nacional.

Con las estimaciones de superficie sembrada, un área perdida promedio y un rendimiento algo mejor que la tendencia, todavía sostenemos la proyección de producción nacional de soja en 50,8 millones de toneladas para este 2009/10.

Para arribar a las estimaciones de rendimiento se ha hecho un seguimiento de la condición de agua en el suelo en Argentina a lo largo de la campaña, con mayor grado de detalle en el área GEA – Guía Estratégica para el Agro, y su efecto sobre los cultivos de acuerdo con sus fases fenológicas. También se recurrió a los datos aportados por colaboradores calificados.