Guía Estratégica para el Agro

“El índico no jugaría en contra” y aumenta la probabilidad de lluvias casi normales entre octubre y noviembre

Pese a que está claro que habrá “Niña” y la probabilidad de este evento supera el 70% a partir de octubre, hay buenas noticias para el próximo ciclo de trigo Argentino. Es por la evolución que se proyecta del Dipolo del océano Índico.

Pese a que está claro que habrá “Niña” y la probabilidad de este evento supera el 70% a partir de octubre, hay buenas noticias para el próximo ciclo de trigo Argentino. Es por la evolución que se proyecta del Dipolo del océano Índico.

Cristian Russo

En medio de una semana en que los descensos de temperaturas y heladas se van sucediendo y se espera que se mantengan buenas condiciones para avanzar con la cosecha gruesa, hay señales positivas para la campaña de trigo en clima. Si bien, sigue afirmándose una importante Niña para el próximo ciclo, hay razones para descartar que se produzca una sequía profunda como la que diezmó la cosecha Argentina en el ciclo 2022/23. También, aumentan las probabilidades de contar con lluvias casi normales en un momento clave del trigo —en el periodo crítico— entre octubre y noviembre. 

Está claro, “Niña” sí o sí

Lamentablemente, a pesar de estar a mediados de mayo, ya se puede afirmar que habrá una Niña que marcará el rumbo de la campaña gruesa Argentina 2024/25. No solo los gráficos son contundentes al mostrar la probabilidad de ocurrencia de una “Niña”, superando el 70% a partir de septiembre, también hay otras razones que lo afirman. Alfredo Elorriaga, consultor de GEA / BCR explica que “el sistema acoplado océano/atmósfera reflejó el continuo debilitamiento de El Niño y la transición hacia ENSO Neutral”. Y agrega: “las proyecciones más recientes de la NOAA y la Universidad de Columbia favorecen una transición inminente a ENSO neutral, con La Niña desarrollándose durante julio/septiembre de 2024 y luego persistiendo durante el verano del hemisferio sur”.

“Los pronósticos siguen optando por el modelo dinámico, que sugiere que La Niña podría formarse ya a partir de junio/agosto de 2024. Aparte, en general, La Niña tiende a seguir a eventos fuertes de El Niño, lo que también proporciona mayor confianza en la inclinación del modelo de pronóstico hacia un próximo evento Niña”.

¿Cuáles son las buenas noticias?

1-Fuerte, pero menos fuerte que hace un mes:

Si bien se sigue proyectando una Niña fuerte, la evolución proyectada con los datos actualizados muestra que sería menos fuerte que en abril. Esto puede observarse en el siguiente gráfico: 

2-El “Índico” no jugaría en contra:

El Dipolo del Océano Índico es un fenómeno acoplado océano/atmósfera que se produce en el Océano Índico Ecuatorial. La intensidad es representada a través de un índice que es la diferencia de anomalías de temperatura del agua del mar entre el oeste y el este. Esa diferencia determina si está en fase positiva o negativa. Este índice tiene impacto considerable cuando se conjuga con otro condicionante en nuestro país. Por eso, la fase negativa tiene una profunda conexión con la terrible sequía que vivió Argentina en ciclo 2022/23: “En la 3ra Niña consecutiva tuvimos Niña moderada acoplada con el Indico. Por ello fue muy intensa, sumado a que veníamos sin reservas de agua en el suelo”.

Por eso es tan importante en este contexto de próxima Niña en Argentina seguir la evolución de del Índico. Lo que se observa es que el índice pasaría entre septiembre y octubre de positivo a neutro.

3-Aumenta la probabilidad de lluvias casi normales entre octubre y noviembre:

La campaña de trigo 2022/23, la de la 3ra Niña, se caracterizó por una sequía brutal durante la salida del invierno y la primavera aparte de heladas de gran intensidad y frecuencia. El resultado fue una de las peores campañas en la historia del trigo. Justamente, en esa campaña hubo un acoplamiento con el Índico. Explica Elorriaga: “como el índice del Dipolo Índico alcanza su mayor impacto entre septiembre y noviembre en Argentina sobre todo cuando se conjuga con una Niña, tal como sucedió en esa campaña. Eso incide negativamente en las precipitaciones de invierno a primavera”, explica Elorriaga.

Pero cómo se espera que el índice del Dipolo índico esté en fase neutral entre septiembre y octubre, “anulando su acople con la Niña, aumenta la probabilidad de contar con lluvias casi normales entre octubre y noviembre”, dice el consultor.

¿Se puede repetir el boom de producción triguera del 2021/22 cuando en Argentina se rompieron récords de rinde?

En aquel año hubo una muy fuerte inversión del productor en fertilización y tecnología que fue determinante junto al clima para lograr producir 23 Mt. En este ciclo, más allá de la proyección Niña, hay factores que van a favor de un ciclo exitoso de trigo. Y sí, se pude ser optimista para este ciclo que está empezando. Al análisis de lo que se espera en clima, se suman los mapas de anomalía de reservas de agua en el suelo, mostrando que lejos del peor escenario de siembra de un año atrás, las condiciones con la que comienza el ciclo de trigo 2024/25 incluso son mejores que en el 2021/22.