Argentina pasó del puesto 22 en el ranking de exportadores en la década del cincuenta al 45 en la actualidad, en un mercado que mueve más de 32 billones de dólares al año. Volver a subirse al tren exportador es una oportunidad de desarrollo para el país.
Se aprobó la séptima revisión del acuerdo, donde se acordaron metas y cambios estructurales para terminar con el déficit financiero del gobierno en 2024, incrementar las reservas internacionales netas y buscar que la inflación empiece a decrecer.
El recorte de precios ya redujo la proyección de exportaciones en US$ 3.300 millones, sólo considerando harina de soja. Estados Unidos y Brasil apuntalaron su crush, China redujo su consumo y los fondos de inversión salieron a vender fuerte en soja.
En el mercado local, se vendió apenas el 50% de la producción estimada del cereal 2023/24, en tanto se anotaron DJVE por el 71% de las exportaciones proyectadas para la campaña. Ambos guarismos se muestran por detrás de los promedios históricos.
El avance de las ventas semanales por maíz y soja muestra un exacerbado nivel de operaciones que cierran a fijar de la nueva campaña, sin mayores coberturas, con un mercado de Chicago que no para de caer.
Lentamente comienzan a escucharse algunos datos parciales de la segunda campaña de vacunación contra aftosa de 2023, los cuales parecen no corroborar la magnitud esperada en la caída de terneros logrados, como consecuencia de la seca del año pasado.