Economía

La relevancia de los bancos en las crisis financieras

Alberto Lugones – Emilce Terré
Analizamos los aportes de Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig, galardonados con el Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel por sus investigaciones sobre los bancos y las crisis financieras.

 

El 10 de octubre se anunció al mundo que tres economistas estadounidenses fueron los seleccionados de manera conjunta a los que se les otorgará el “Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel” de 2022. Este galardón se adjudica a Ben S. Bernanke, Douglas W. Diamond y Philip H. Dybvig por sus investigaciones sobre los bancos y las crisis financieras, las cuales contribuyeron a mejorar el entendimiento del rol del sistema financiero dentro de las crisis financieras.

Debe destacarse que este premio es reconocido como el “Nobel de Economía”, aunque no se encuentra dentro del testamento de Alfred Nobel, como si lo fueron las categorías de Física, Química, Medicina, Literatura y Paz, que comenzaron a entregarse en 1901.

El primero de los galardonados (Bernanke) se desempeñó entre el 2006 y el 2014 como presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (también conocida informalmente como Fed); Diamond es profesor de la Universidad de Chicago y fue presidente de la Asociación Financiera Estadounidense, mientras que Dybvig es profesor de la Universidad de Washington en St. Louis y se ha desempeñado como editor de numerosos medios de comunicación económicos/financieros.

Yendo al hueso de las contribuciones por las que fueron premiados estos 3 economistas, tenemos como eje central y denominador común el papel que juegan los bancos dentro de las sociedades. Se destaca la extensa historicidad de funciones que, hoy por hoy, resultan inherentemente bancarias en la economía, mientras que las regulaciones de actividades de cesión y toma de préstamos también tienen orígenes numerosos años antes de nuestros días.

Analizando la Gran Depresión y sus años de influencia, Bernanke llegó a la conclusión de que los bancos y las corridas bancarias se encontraron en el centro de las razones por las cuales dicha recesión fue tan severa y duradera. De acuerdo con su análisis, la contracción de la actividad bancaria interrumpió la intermediación del crédito entre prestamistas y prestatarios, conduciendo a fuertes limitaciones de financiamiento, afectando principalmente a actividades dependientes del crédito como pequeñas granjas, empresas y hogares, lo cual contribuyó a deprimir aún más la actividad, extendiendo la duración de la recesión.

En sintonía con lo anterior, Diamond y Dybvig divulgaron su teoría del rol de los bancos en la economía y su aparente vulnerabilidad. En este sentido, se remarca la relevancia de las corridas bancarias dentro de la teoría de estos dos economistas, y el efecto de transformación de “madurez” de los recursos que realizan los bancos internamente. En aras de esclarecer lo anterior, debemos tener en consideración que en los bancos se deposita dinero al que se le paga una tasa de interés, mientras que también otorgan créditos a los que se les cobra otra tasa de interés. La característica primordial en este análisis es la “liquidez”, puesto que los depósitos tienen la posibilidad de ser extraídos inmediatamente (corto plazo), al tiempo que los créditos son recursos de largo plazo que los prestatarios van pagando normalmente “en cuotas”. Esta transformación de recursos de corto plazo en activos de largo plazo representa una de las características de mayor relevancia de los bancos y constituye, además, uno de los principales riesgos o vulnerabilidades de estos organismos porque, en caso de una demanda intempestiva no programada, el retiro masivo de depósitos (por pánico y por corridas bancarias generalizadas) puede generar desde dificultades financieras hasta quiebras de bancos. 

Estas situaciones, al igual que en el caso del análisis de Bernanke, también fueron evaluadas en el período de la Gran Depresión, destacando que durante la mayor parte del siglo XIX las corridas bancarias y las quiebras de estas entidades resultaban hechos relativamente más comunes que hoy en día. Asimismo, las regulaciones se fueron perfeccionando a lo largo de los años, aunque también se resalta la aparición de nuevos entes que también se encargan de transformar la madurez de los activos, por lo que se los denomina “shadow Banks” (“banco de la sombra”). Además, se afirma que estos nuevos actores se encontraron en el centro de los causantes de la última Crisis Financiera Global que comenzó en el 2008. 

La conclusión a la que arriban estos 3 autores es que el correcto monitoreo y regulación del sistema bancario contribuye a disminuir las corridas bancarias, así como también las quiebras de bancos, mejorando el desempeño de la economía y reduciendo el impacto de las crisis financieras. Finalmente, los estudios realizados por los galardonados han generado en conjunto un marco teórico que resultó novedoso, ampliando las capacidades de análisis de períodos de crisis que han acontecido luego de las publicaciones de Bernanke, Diamond y Dybvig.

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