Finanzas

Las acciones argentinas comienzan el 2016 con un traspié, en uno de los peores comienzos de año para los mercados globales

Nicolás Ferrer

El comienzo del 2016 trae un saldo mayormente negativo para los títulos más negociados del mercado local. El índice Merval finalizó la rueda del viernes en los 11.305,52 puntos, con un retroceso de un 3,2% con respecto al cierre del año. Por otro lado, el índice Merval Argentina cayó un 2,2% en el mismo período, también continuando con la tendencia negativa establecida posterior a Navidad. En el caso del Merval, el mismo ha retrocedido más de un 22% con respecto al máximo histórico que había marcado la jornada posterior al balotaje presidencial del 22 de noviembre de 2015.

Entre los papeles más negociados, las únicas subas se dieron en: 1°) Banco Macro, que al cerrar en $ 82,50 alcanza un incremento semanal del 3,1%. 2°) Comercial del Plata quien al finalizar este viernes en $ 3,60 mostró un crecimiento en la semana del 0,6%.

En las acciones más líquidas, las principales bajas se registraron en: 1°) Aluar quien cotizó en el cierre del último día de la semana en $ 10,65 con una caída semanal del 10,2%. 2°) Siderar quien finaliza en $ 7,75 con una baja del 9,6% en lo que va del año. 3°) Petrobras quien cierra en $ 27,95 con una caída semanal del 6,2%. Le sigue Transener, que al finalizar la semana en $ 8 registra un retroceso del 3,3%. YPF muestra un baja apenas menor del 3,2%, al cerrar el día viernes en $ 213. Luego vienen Tenaris y Grupo Galicia, con pérdidas del 2,8% y 2,4% respectivamente. Banco Francés sale mayormente ileso, con una caída del 0,1%

El único título sin cambios entre los componentes del Merval fue Pampa Energia, que cerró la semana en $ 11,60.

El retroceso en la plaza local tiene lugar en un marco desalentador con respecto a la macroeconomía global que se refleja en la performance de los principales mercados accionarios a lo largo del planeta. Como se ha vuelto costumbre, son los mercados del gigante asiático los que dieron el puntapié inicial a una oleada masiva de ventas en títulos corporativos. El índice compuesto del mercado accionario de Shanghai cayó un 7% durante la jornada del lunes, accionando los flamantes mecanismos de suspensión automática de la operatoria que se habían establecido para principios de este año como medida de control de volatilidad.   Tras menos de una semana de vigencia y haber sido disparados una segunda vez el día jueves, los mismos debieron ser suspendidos tras percibirse que tal vez el remedio era peor que la enfermedad, dejando un balance negativo de casi un 10% para la semana.   Esto está lejos de ser la única señal de una persistente debilidad de la economía china, con el Banco Central de aquel país habiendo dejado que su moneda se deslice un 1,5% en lo que va del año, para la desgracia de quien sea que se encuentre comprado en prácticamente cualquier commodity.

Es así que todos los principales índices accionarios del planeta tuvieron un pésimo desempeño en lo que se empieza a considerar el peor inicio a un año en la historia para los mercados a nivel global, al menos desde 1930. En EE.UU., los   índices Dow Jones y S&P 500 perdieron más de un 5%, cayendo a niveles de fines de septiembre pasado, mientras que el Nasdaq 100 registró un retroceso cercano al 7%. Ni siquiera un favorable reporte publicado el día viernes según el cual la economía norteamericana habría añadido unos 292 mil empleos durante diciembre (por encima de expectativas de unos 200 mil) logró permitir cerrar la semana con una rueda positiva. Entre otros mercados de interés que se encontraron en terreno negativo en el principio del año destacamos al DAX alemán (-8,3%), el Nikkei 225 japonés (-7%), el Bovespa (-6,2%) y el FTSE 100 inglés (-5,3%).