La soja anotó ganancias en un rebote técnico, aunque la escasa demanda y la mejora del clima en Brasil limitaron las subas. Mientras tanto, compras técnicas y cobertura de posiciones cortas dieron impulso a los cereales.

A pesar de que las importaciones de poroto de soja alcanzaron un récord, la capacidad ociosa de la industria aceitera alcanzó un máximo histórico. Una de cada tres toneladas procesadas en 2023 provino de mercadería importada.

Una fuerte suba del 2% en la cotización del aceite de soja impulsó los precios de la oleaginosa, que anotó ganancias en todos sus contratos. Los cereales se mantuvieron prácticamente estables respecto de la jornada anterior.