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Aumenta el riesgo productivo con extremos climáticos que ganan frecuencia

Un reciente informe de Consultora de Climatología Aplicada (CCA) comenta los anómalos escenarios pluviales, destacando los sectores de extrema gravedad que se dieron en el 2012. Se espera una mejoría para 2013.

Un reciente informe de Consultora de Climatología Aplicada (CCA) comenta los anómalos escenarios pluviales, destacando los sectores de extrema gravedad que se dieron en el 2012. Se espera una mejoría para 2013.

Per saltum pluvial

28/12/12

Durante el 2012 se observaron escenarios pluviales muy anómalos,  por sectores de extrema gravedad. Una mejora en este comportamiento sería favorable para 2013.

EXCESOS DE LLUVIA CONCENTRADOS

Las primeras semanas del 2012 afianzaron una condición de sequía que solo en la transición hacia el mes de febrero, comenzó a revertirse. Aquel cambio caracterizado por algunos eventos pluviales destacados, dio una tregua como para que la cosecha pudiera avanzar, sin embargo el mes de mayo ponía final al otoño con otra muestra de lo que sobrevendría en la última parte del año. Por entonces aparecían las primeras inundaciones en la provincia de BA, contingencia que dejó como saldo muchos lotes de soja y  maíz sin cosechar. Paradójicamente el primer bimestre del invierno fue muy seco y con un mes de julio extremadamente frío. Sin mediar períodos de aviso, en agosto comenzaron a afianzarse inusuales masas de aire de origen tropical en toda la región pampeana, las cuales hasta el momento se han venido reciclando, definiendo condiciones pluviales extraordinarias para la región pampeana. Una primera inspección del mapa de lluvias acumuladas durante 2012, nos permite ir cuantificando  este año atípico, con episodios extremos que ganaron frecuencia y extensión a partir del mes de agosto.

Es importante mostrar el acumulado pluvial del año comparado con la respectiva estadística. El mismo mapa que mostramos en los informes mensuales, en este caso se presenta como un resumen anual expresando los desvíos en categorías.

La región pampeana concentra fuertes desvíos positivos de la precipitación, contrastando en forma marcada con las áreas agrícolas del norte del país. Dentro de la región pampeana, son muchos las localidades que en los últimos 5 meses del año han presentado registros superiores a los 100 milímetros diarios. Es decir valores que son habituales para el mes completo. De esta manera no solo estamos describiendo una anomalía en el volumen de la precipitación, sino también en la intensidad, lo cual revela un aspecto de mucho cuidado, particularmente porque estos eventos son acompañados por condiciones de tiempo severo, con graves consecuencias tanto para áreas urbanas como rurales.

No es en este breve informe en el que pretendemos remarcar los registros históricos que se han ido quebrando, lo cual además de extenso a esta altura es anecdótico. Sin embargo, estas circunstancias definen indicadores que afianzan un comportamiento climático donde los extremos han ganado frecuencia. Esto se traduce directamente en un aumento del riesgo al que queda expuesta la actividad que concentra la mayor capacidad económica del país.

Durante el año los extremos climáticos no han hecho discriminaciones geográficas. Los dos núcleos sojeros más importantes del planeta han debido afrontar condiciones hídricas casi antagónicas y consecuentemente los escenarios de producción se vuelven cada vez más inciertos, con una implicancia directa en la volatilidad de los mercados.

La variabilidad del clima se ha venido instalando como uno de los factores de mayor peso en todo lo vinculado a la producción agropecuaria. Esto ya no puede sorprender a nadie. Adaptarse a esta variabilidad es el gran desafío para los próximos años. Esta es una cuestión que requiere un tratamiento privilegiado en un país que mantiene su economía estrechamente ligada a la producción granaria.