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Un vínculo que dura toda la vida

El miércoles 14 de septiembre se realizó la 2° Reunión Anual del Foro Vitalicios de la Bolsa de Comercio de Rosario. Este año, se llevó a cabo una degustación de vinos de Vicentin Family Wines y posteriormente una cena de camaradería.

El miércoles 14 de septiembre se realizó la 2° Reunión Anual del Foro Vitalicios de la Bolsa de Comercio de Rosario. Este año, se llevó a cabo una degustación de vinos de Vicentin Family Wines y posteriormente una cena de camaradería.

“Cuando uno se reúne con sus conocidos de años, siempre afloran los recuerdos de los viejos buenos tiempos” , con estas palabras, Raúl Meroi , vicepresidente 1° de la Bolsa de Comercio de Rosario, se dirigió a los más de 90 miembros vitalicios que participaron de la Reunión Anual que tuvo lugar en el Salón Mercurio.

El agasajo comenzó en el Espacio de Arte de la Bolsa, donde Miguel Ballesteros , curador de la Entidad, les comentó a los presentes sobre la muestra realizada junto al Museo Castagnino por el 132° Aniversario, que se encuentra exhibida hasta fines de septiembre.

Entre risas y bromas, los presentes se tomaron la foto en la Rueda; una imagen que se convertirá en un clásico de todos los encuentros. Luego, comenzó la cata de vinos de la Bodega Vicentin Family Wines a cargo de la enóloga Carola Tizio .

“Se ama lo que se conoce y por conocerlos, quiero mucho a la Bolsa”, estas fueron las palabras de Matko Bukovac al recibir su medalla por cumplir 50 años como socio y Meroi, citándolo, recordó: “ Cuando empezamos a frecuentar la Bolsa aprendimos de su historia, de sus anécdotas y de sus personajes. Las épocas del mercado en que las órdenes de venta de productores y acopiadores a sus corredores se mandaban por telegrama. O cuando las llamadas telefónicas con el interior se pedían a los ordenanzas por la mañana y –con suerte– se obtenían varias horas después. La famosa “Rosa de los vientos” ubicada al fondo del viejo recinto, conectada con una veleta en la azotea, que marcaba la dirección del viento y podía anticipar un cambio meteorológico. Y por sobre todo, aprendimos el valor de la palabra empeñada. Con el “anote” se terminaba la discusión y a nadie se le ocurría negar un negocio.”

En las distintas mesas del salón Mercurio se podían ver las sonrisas cómplices y la nostalgia que estos recuerdos trajeron a la memoria. El encuentro finalizó con un brindis acompañado por las palabras de agradecimiento y deseos de paz de Bukovac.

El año pasado, en el marco del primer encuentro – una iniciativa promovida por Jorge Roca -, se inauguró la Sala de Vitalicios en el viejo recinto del Mercado de Valores, promoviendo así que quienes han permanecido ligados a la institución durante más de 30 años se sientan siempre parte de ella, tengan un espacio donde estar cómodos y seguir compartiendo momentos con sus pares.

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