DICIEMBRE RETACEA LLUVIAS


Las lluvias del pasado domingo, que se extendieron al comienzo del lunes, en muchos casos fueron las primeras del mes de diciembre en la región pampeana y si bien hubo sectores bien provistos como buena parte de CB, centro de SF y oeste de ER, otra gran parte de la región quedo a la espera de nuevos eventos con potencial y esto ya marca una clara diferencia con lo que sucedía en noviembre. Si consideramos que a gran escala y en promedio la zona núcleo debe acopiar durante diciembre unos 120 milímetros de lluvia, es razonable pensar que vastos sectores de la franja central, van perfilando el mes de diciembre como para definir un escenario pluvial empobrecido. Queda claro que los sectores que con el evento del domingo sumaron al menos 50 milímetros tienen un panorama más aliviado, sin embargo esta no es la realidad de toda la zona núcleo. Nunca pueden descartarse los eventos anómalos que promueven modificaciones abruptas, sin embargo el contexto actual es caracterizado por la estabilidad y las lluvias recién reaparecerían entre jueves y viernes próximo. El comportamiento que presenta diciembre no resiste una comparación con noviembre, la dinámica atmosférica se ha modificado generando un contexto más estable, con menor frecuencia de lluvias y en también con un piso más bajo en la oferta de agua. El oeste viene siendo favorecido dentro de este comportamiento, sin embargo estamos desandando una semana, donde toda la región pampeana deberá soportar condiciones ambientales muy exigentes y solo en el sur de la misma se verán precipitaciones. Las temperaturas máximas crecerán durante el fin de semana, pero el apogeo de la ola de calor será entre lunes y martes. El alivio recién llega el jueves próximo. Las altas temperaturas por supuesto que no evadirán el norte del país, se sobreentiende. Las zonas sojeras principales de la franja central se hallan en condiciones cercanas a las óptimas. Las reservas deberán servir para sostener la evolución del cultivo en la próxima semana, y en este sentido lo que suceda en los últimos diez días de diciembre es de mucha importancia. En otros informes mencionamos la posibilidad de aparición de un ambiente menos favorable. Noviembre impuso un paso muy holgado con la alta frecuencia de precipitaciones y sobre todo por su volumen. Si bien el actual contexto exige el balance hídrico, por lo pronto no puede proyectarse una persistencia que implique gravedad. La situación se verá más clara a medida que transitemos la última década del mes. En la transición hacia ese momento, se espera que un sistema frontal arribe a la franja central del país. La clave para ir palpitando la posible oferta de agua que esta perturbación pueda generar, será el monitoreo del flujo de humedad. Hay que ver en qué condiciones queda la atmósfera luego del lunes y martes próximo. Si se incorpora humedad pueden darse lluvias de importancia, de otro modo lo más notorio será el alivio en las condiciones ambientales.