EL AREA DE LA FINA NO CRECE A LA ALTURA DE LO ESPERADO


Si bien a lo largo de la última semana se alternaron nieblas, neblinas y coberturas de nubes bajas que dejaron lloviznas dispersas, el evento pluvial principal se concretó durante el martes con el rápido pasaje de un sistema frontal. Las principales lluvias se concentraron en el este noreste de BA, con máximos cercanos a los 50 milímetros en el área del Río de la Plata. Sobre las provincias del centro las lluvias predominaron dentro de valores modestos, salvo corredores y zonas puntuales en la provincia de ER, donde las mismas se acercaron a los 20 milímetros. Pobres o nulas resultaron las lluvias en el sur de CB, LP oeste de BA y el norte del país. El mes de mayo va cerrando con una oferta de agua que se resume superadora de los valores normales. Esto que se verifica en gran parte de la franja central del país, debiendo reconocerse que el evento de principios de mayo ya había condicionado, por su volumen, el desarrollo pluvial del mes. Las perspectivas para los próximos días, en general para la primera semana de junio, tienden a mostrar ausencia de precipitaciones. De todos modos entre mañana y el sábado el pasaje de un nuevo frente, puede provocar aumento de nubosidad y eventualmente dejara lluvias modestas y dispersas. Por lo pronto las proyecciones a más largo plazo mantienen un piso en los valores normales de precipitación. Las entradas de aire frío no parecen ser demasiado rigurosas. El balance hídrico responde a las últimas lluvias mostrando una continuidad en el nivel de reservas adecuadas a óptimas en las distintas áreas trigueras de la región pampeana. Por sectores aparecen algunos excesos, los cuales son temporarios ya que en el horizonte cercano no se vislumbran precipitaciones de importancia. El sur de SF y el sudeste de CB aparecen algo más ajustados pero no como para definir condiciones adversas para las siembras. Éstas si serán más problemáticas en el resto del sur de CB, la provincia de LP y el sudoeste de BA. Este último sector es importante y a pesar de que su ventana de siembra es amplia, entramos en un período en el que le es dificultoso recuperar reservas. Habrá que esperar a ver si el mes de junio presenta alguna anomalía pluvial favorable que logre superar este déficit hídrico que presenta la zona, de otro modo el riesgo para las primeras etapas del cultivo será mayor. Si bien el nivel de humedad está garantizando el avance de la fina, no han sido pocas las complicaciones que por este motivo ha presentado la cosecha, fundamentalmente en lo que se refiere al acopio en buenas condiciones de humedad de los granos cosechados. Esto mismo ha sucedido en otros puntos de la región pampeana, con mayor impacto en el norte y este de BA, donde aún restan cosechar lotes de soja de primera y maíz. Por sectores el atraso de la cosecha se junta con el inicio o la fecha óptima de implantación de granos finos, esto genera una complicación extra de logística. Por otra parte el margen financiero de los productores no es el ideal, con lo cual las siembras se están pensando con mucho detalle. Así y todo, estimaciones privadas anticipan un aumento del área sembrada de trigo, aunque evidentemente sin una respuesta al alcance del potencial de la zona núcleo. El Fideicomiso presentado por el gobierno aún genera muchas dudas y tampoco ha sido un disparador destacado a la hora de manifestarse como promotor de aumento del área. Si a este problemática se le suma la escasez de semilla generada por la mala campaña pasada, se establece un escenario donde, aún con buena voluntad, es relativo el crecimiento del área de trigo. Obviamente el clima no está jugando como limitante. Agua sobra e ingresamos en un trimestre donde las pérdidas de reservas de humedad son las menores del año.