La última semana de marzo no dio demasiada tregua en cuanto a las condiciones ambientales, las cuales impactaron negativamente sobre las tareas de cosecha. Si bien por momentos se observaron mejoramientos temporarios, los mismos no lograron establecerse como un patrón que modifique los altos niveles de humedad que han imperado en gran parte de la zona núcleo desde principios de febrero. En esta época del año, además, las noches comienzan a ser más frescas lo cual facilita los amaneceres con bancos de nieblas y neblinas, generando un escenario que luego promueve el despliegue de nubes bajas, mismas que en muchas ocasiones no son removidas con facilidad. Este marco ambiental restringe el nivel de insolación, lo cual dificulta el proceso de oreado de los cultivos dispuestos para cosecha, suponiendo que los suelos y los caminos rurales no sean un problema. Podríamos decir que el único efecto benéfico de la actual sobreabundancia de precipitaciones es que las mismas han decantado su cobertura hacia LP y el sudoeste de la región pampeana, sectores que están modificando positivamente su estado su humedad y van configurando un escenario más promisorio para el desarrollo de pasturas o eventuales cultivos de invierno, claro está, para el resto del área agrícola de la región pampeana, incluso del NEA, son innecesarias sin entrar a analizar niveles de perjuicio. El balance hídrico resulta muy sobrado en prácticamente toda la zona núcleo al cabo de las lluvias de la última semana de marzo y en particular de las observadas el último fin de semana. Las zonas que habían presentado una retroceso en su nivel de reserva se han recuperado hasta niveles adecuados, sin embargo, los montos pluviales han sido excesivos en vastos sectores entrerrianos y otros del este de SF y el noreste bonaerense. El panorama para la cosecha sigue siendo muy complejo. El grado de avance debe ser muy dispar y de acuerdo a la condición de piso que van dejando las precipitaciones. El productor debe saber, que el corto plazo no presenta un escenario muy mejorado en cuanto a la disponibilidad de una ventana de buen tiempo extendida. Es decir hay que estar prontos para aprovechar al máximo los períodos libres de precipitación que se vienen observando, sin que se prevea una remoción total del escenario húmedo. De esta manera, seguramente los trabajos de acopio y acondicionamiento del material trillado será más complejo que el habitual. El corto plazo no da demasiado respiro. A la alta disponibilidad de humedad presente en toda la región pampeana, se suma el avance de una importante perturbación que ya esta dejando importantes lluvias en el sur de la región pampeana. Estas lluvias llegarían a la zona núcleo finalizando el viernes y durante el sábado, proyectándose el mal tiempo luego a todo el territorio central al menos hasta el martes de la semana próxima. Lamentablemente este comportamiento de las precipitaciones posiblemente aumente el área donde la cosecha será muy difícil de realizar. El centro de SF se presenta particularmente vulnerable, pero las previsiones de lluvia auguran volúmenes excesivos también para el norte de BA. Las estimaciones de cosecha deberán comenzar a hacer ajustes hacia la baja de la producción prevista.
