Las primeras jornadas de mayo se han caracterizado por dejar lluvias que cubrieron todo el territorio entrerriano, comenzando en la jornada del miércoles y retirándose definitivamente durante el sábado, para cuando aún restaron algunas lloviznas menores. Luego del último evento pluvial de abril, que había comenzado el 27, la cosecha debió detenerse. Sin que los suelos lograran orearse retornaron las precipitaciones las cuales sumaron complejidad a la franja central de la provincia, pero también generaron alivio en zonas que registraban mayor atraso en la oferta de agua. Las lluvias que se observaron fundamentalmente en las dos primeras jornadas del mes, se vincularon primero al retroceso de un viejo frente que había pasado hacia el norte (el último de abril), el cual se potenció con la llegada de otro frente frío. La actividad se volvió persistente en toda la zona central de SF, la provincia de ER y gran parte de Uruguay. En toda esta franja se observaron acumulados muy significativos. Al recorrer el mapa de los acumulados pluviales, el mismo confirma la plena cobertura. De este a oeste aparecen acumulados muy destacados en sectores puntuales de Paraná. Los registros vuelven a quebrar la barrera de los 150 milímetros en buena parte del oeste de Villaguay y se define una vasta zona con lluvias muy abundantes desde el noreste de este departamento hasta el este de Uruguay. En el medio de estos máximos aparecen sectores menos provistos, registros que sin embargo ya completan los valores normales, esto sirve para dimensionar los máximos que pluviales observados. Hacia el extremo norte provincial y sobre el sur de la provincia los acumulados decrecen, aunque son igualmente satisfactorios. A esta altura de la semana, es posible que los excesos hídricos ya hayan comenzado a retroceder, sin embargo el volumen de agua que debió soportar la franja central de la provincia desde finales de abril ha sido inusual. En algún momento mencionamos que los productores entrerrianos no debían preocuparse por la falta de agua que venía experimentando el mes de abril. Finalmente la oferta de agua ha mostrado desvíos en sentido contrario. Como dijimos, más cercano a los valores normales hacia el sur y hacia el norte, pero dejando como saldo un mínimo de reservas en niveles adecuados. En general puede resumirse que con 60 milímetros en el oeste y 100 milímetros en el este se completan las lluvias normales del mes de mayo. En base a este dato y a los registros observados recientemente, cada productor puede definir su escenario como muy sobrado, adecuado o aún deficitario, aunque claro este último panorama solo puede darse en sectores muy conspicuos. Lo que tenernos por delante es un fortalecimiento progresivo del ambiente frío y esto vale para toda la región pampeana. Una primera irrupción de aire frío comenzará a ingresar sobre el sur y oeste durante el domingo, pero comenzando la semana próxima se concretará un destacado despliegue de aire de origen polar. En consecuencia entre martes y miércoles de la semana próxima las temperaturas pasarán de otoñales a invernales, incluso podrían observarse algunas heladas. Por suerte habrá un preaviso durante el domingo. Compensando el advenimiento de la masa de aire frío, se espera que toda la semana próxima se mantenga libre de precipitaciones. Se está definiendo de este modo un período similar al observado en abril, pero bajo condiciones ambientales más cercanas al invierno, dejando definitivamente atrás los restos del último verano.