LA ZONA NÚCLEO ESPERA EL AGUA


Finalmente el mes de agosto cerró deficitario en la oferta de agua, condición antagónica al compararla con el comportamiento del bimestre previo, período que por otra parte fue el soporte hídrico para este tramo más seco del invierno. Incluso las zonas mediterráneas se vienen arreglando con agua acopiada antes. A lo largo del pasado mes, sin embargo, no ha sido escasa la humedad ambiente, lo cual dejó un contexto que vio facilitadas las nieblas y las coberturas de nubes bajas. Es decir fue un período estable, no favorable para el desarrollo de sistemas precipitantes destacados, pero debido a las condiciones dinámicas de la atmósfera media y no a la escasez de humedad. Este patrón libre de ondas capaces de producir sistemas precipitantes se extendió en prácticamente toda la zona agrícola del país, incluso en zonas vecinas, exceptuando el sur de la región pampeana, donde las lluvias además de excesivas han sido dañinas. En las últimas jornadas de agosto y en estas primeras de septiembre, ya se ha venido observando un aumento de la actividad. Algunas zonas de la franja central ya recibieron algunos milímetros que ya permiten superar todo el acumulado del mes de agosto. Una dinámica similar a la que produjo las grandes lluvias en el sur de la región pampeana antes de la última irrupción de aire frío de mediados de la semana pasada, está fortaleciendo la actividad sobre la franja central del país y se esperan eventos pluviales destacados entre la jornada de hoy y el sábado, cubriendo gran parte de la región pampeana, principalmente sobre el centro este y el centro de la Mesopotamia. Como viene la campaña debemos entender que los flujos de humedad parece que no se ausentarán en el ingreso a la primavera y serán las condiciones dinámicas de la atmósfera la que definan la frecuencia de eventos pluviales. Hacia el oeste, algunas señales favorables se ven con las lluvias que en las últimas horas aparecieron en CB, las cuales aunque menores, comienzan a evidenciar cierto corrimiento que espera el trigo de la zona. Estimamos que 30 milímetros de lluvia son suficientes para reacomodar gran parte de la zona núcleo, traccionando las reservas hacia un nivel que devolverá la condición de humedad aun estado más cercano al normal, aunque seguramente matizado por la capacidad de los suelos. El grado de demanda en el oeste de la franja mediterránea es bastante más elevado y si bien el mes de septiembre es aún muy irregular en la oferta de agua, es posible que este año la mejora pluvial se concrete en forma anticipada. El trigo no ha sufrido la falta de agua del mes de agosto dado que su desarrollo radicular ya le permite abastecerse de un perfil que se presenta más generoso en profundidad. Consecuentemente, este cultivo no tuvo limitantes hídricas severas, aunque está claro que los cultivares del este se posicionan mejor que los del oeste. Otro aspecto destacado dentro de las condiciones en la que ha evolucionado la campaña triguera, has sido la ausencia de enfriamientos persistentes. Es decir el invierno ha sido benigno y la frecuencia de heladas ha sido baja. Luego de las precipitaciones que están previstas para el corto plazo, se puede esperar un cambio de ambiente, pero el temor de que la circulación del sur se vuelva problemática y genere escenarios peligrosos con heladas tardías en floración, no parece encontrar demasiado aval en esta temporada. Siempre pueden concretarse episodios fuera del marco atmosférico conducente, sin embargo este año parece establecer un paso más tranquilo, al menos en lo que a este riesgo respecta.