MEJORA LENTA PERO SOSTENIDA


Las extremas condiciones ambientales observadas en la última quincena de diciembre, no dejaron de lado la transición interanual, pero al menos en esta primera semana del 2014 se han observado algunas precipitaciones en la franja central, muy pobres o nulas en el sur de la región pampeana. Aunque en las últimas jornadas de 2013, las condiciones de inestabilidad, humedad y temperatura anticipaban lo que sobrevendría a comienzos de enero, la oferta de agua aún no está a la altura de la demanda, pero sin duda ha sido un alivio y posiblemente el comienzo de una etapa más benigna. Principalmente durante la jornada del 2, las lluvias se observaron en el este de SF, el oeste y en el centro sur de la ER y zonas dispersas del norte de BA. Luego de un alivio térmico, la humedad y la temperatura nuevamente convergieron en un escenario que facilitó el desarrollo de tormentas, las cuales tendieron a generalizarse durante el martes, aunque en general preferenciando SF, ER, extremo noreste de BA y el norte del país. Las perspectivas son buenas para las próximas jornadas. La franja central queda incluida en una zona donde es altamente probable que se concreten precipitaciones. Quizá las mismas se comporten de manera similar a lo que viene sucediendo, sin superar los 30 o 40 mm, con excepciones de escala reducida, lo cual no debe tomarse como patrón conducente. El balance hídrico sigue mostrando un predominio deficitario en la mayor parte del territorio, con un máximo de retroceso en las reservas que coincide con la zona donde las lluvias han sido muy pobres, es decir al sur del Salado bonaerense. Entendemos que los cultivares que habían logrado buena cobertura antes del inicio de la última parte de diciembre, (apogeo de la ola de calor), deben haberse recuperado satisfactoriamente y su estado general puede ser satisfactorio, no con reservas sobradas pero si con un paso aceptable. El maíz seguramente estará más exigido al igual que los cuadros tardíos de soja que no lograron una cobertura eficiente y tuvieron que soportar el estrés térmico e hídrico en un contexto de reservas muy ajustado. Por lo pronto el panorama parece mejorar. Todos lo pronóstico se inclinan por lluvias de importante cobertura en el corto plazo. También se destaca que, a pesar de que pueden darse jornadas agobiantes, no se perfila una nueva ola de calor, es decir persistencia de mínimas elevadas, por encima de los 23°C. Si el patrón pluvial se encamina como parece y las temperaturas se van moderando, podemos proyectar un escenario bastante mejorado para el resto de enero respecto de lo que fue diciembre. Al menos no se observan situaciones dinámicas estructurales, que permitan proyectar una nueva imposición del ambiente que privó en la última quincena del año pasado. Esto debe considerarse como una buena señal. El sur de la región pampeana se mantiene como la zona con mayores problemas de persistencia deficitaria en las reservas.