SIN LLUVIAS EN EL CENTRO OESTE DE BRASIL


Comenzando a transitar la última semana del mes de septiembre, comienza a preocupar la falta de precipitaciones en el centro oeste brasileño. Este comportamiento se despliega sobre estados importantes, como Mato Grosso, su vecino del sur y se extiende al estado de Paraná. Si bien el área donde las precipitaciones están escaseando es aún más vasta, ponemos la atención en estos estados por su importancia agrícola. El mapa de anomalías de la lluvia de lo que va de septiembre (desvíos de la precipitación respecto del valore estadístico), nos permite poner en escala la magnitud del fenómeno. Si bien en las zonas mediterráneas como Mato Grosso, el mes de octubre es el que marca la temporada de lluvias importantes, la deficiencia pluvial de septiembre puede estar marcando un primer impacto vinculado al efecto negativo de la presencia de La Niña, principalmente en el estado de Paraná donde la evidencia estadística es mas clara.

También gran parte de las zonas agrícolas de Paraguay y el centro norte de Misiones quedan incluidos en la zona que esta recibiendo precipitaciones por debajo de los valores normales. Las lluvias recientes han avanzado sobre el este del NEA, Corrientes sur de Misiones y se han extendido a Río Grande do Sul, sin embargo este sistema frontal se ha visto bloqueado en su avance hacia el norte y consecuentemente no ha logrado cambiar el patrón seco imperante.

Los estudios estadísticos de la precipitación en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso del sur,  es decir lo que se define como la región agrícola del centro oeste brasileño, muestran una variabilidad en la oferta de agua de mucho menor grado que la que se presenta en la región pampeana por ejemplo. Por otra parte en general ha mostrado un comportamiento climático prácticamente independiente del comportamiento de los estados del sur. Esto puede verse como un factor de estabilidad en la producción de granos en Brasil, dado que difícilmente las dos áreas agrícolas principales sean abarcadas por una sequía en forma simultánea. Esto si ha sucedido en Argentina recientemente, cuando el trimestre diciembre 08 febrero 09, se llevo gran parte de los rindes desde el NEA hasta el sur de BA.

Teniendo en cuenta esta característica, se justifica la inquietud actual. Es decir, es muy vasta la región que evidencia deficiencias pluviales. Como mencionamos antes, debemos reconocer que el mes de octubre comienza a marcar el inicio del período donde las precipitaciones son realmente abundantes, en general por encima de los 150 milímetros mensuales. Es difícil estimar el daño que provocaría en la agricultura del país vecino un comportamiento deficitario extendido.

Por lo pronto, es importante decir que sobre el centro oeste brasileño el fenómeno La Niña no es considerado por los expertos brasileños como un factor de riesgo a la hora de definir deficiencias pluviales, las zonas agrícolas del sur si son más vulnerables. En resumen habrá que monitorear de cerca lo que suceda en octubre con el centro oeste de Brasil, para ver si el comportamiento de septiembre viene siendo el preaviso de un mal mayor o solo es un atraso en el inicio de la temporada de lluvias.