Indicadores climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Chaparrones para el fin de semana y fenómenos interesantes para martes a miércoles

Se esperan núcleos de tormentas puntuales para el fin de semana. Estas condiciones podrían potenciarse entre martes y miércoles, desarrollando fenómenos puntualmente fuertes sobre la región.

El período comprendido entre el jueves 24 y el miércoles 30 de diciembre comenzará con características de tiempo estable, poca nubosidad, viento del sector norte y elevadas marcas térmicas. Durante los primeros días de la semana de análisis se mantendrá una circulación del viento del sector norte que, sumado a la escasa nubosidad, seguirá manteniendo temperaturas muy elevadas. Esta situación comenzará a cambiar progresivamente ya que no solo se prevé ascenso de la temperatura sino también un aumento de la humedad en las capas bajas de la atmósfera que comenzará a generar condiciones de tiempo inestable sobre la región GEA.

A partir del fin de semana comenzarán a desarrollarse algunas precipitaciones en forma de chaparrones y tormentas de manera aislada e irregular, con núcleos de tormentas puntuales. Estas condiciones podrían potenciarse entre martes y miércoles, desarrollando fenómenos puntualmente fuertes sobre la región.

Las temperaturas serán muy elevadas durante la primera parte de la semana, potenciadas por la poca nubosidad y la circulación del viento del sector norte. A partir del fin de semana se espera que los registros se presenten algo más bajos, producto de la presencia de las precipitaciones que pueden producirse en la zona GEA.

La circulación del viento se presentará del sector norte durante gran parte del periodo, promoviendo las elevadas las marcas térmicas y un buen aporte de humedad. Recién hacia el final del período de pronóstico se espera que el viento pueda presentar una rotación al sudeste, facilitando un descenso algo más significativo de las temperaturas.

La cobertura nubosa se mantendrá prácticamente ausente durante los primeros días, fortaleciendo el rápido ascenso de la temperatura pero, a medida que se acerque el fin de semana, se prevé un significativo aumento de la nubosidad acompañando el sistema de precipitaciones.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera también será muy importante en los primeros días, incrementándose rápidamente por la acción del viento norte. Esta característica se mantendrá prácticamente hasta el final del período de pronóstico, momento en el que el viento rotará al sector este en la región.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias de 20 a 60 mm en la región

Nuevamente lluvias dispares en la región GEA, con registros importantes en sectores de Córdoba y zonas con lluvias muy escasas.

Entre los datos de las estaciones que componen la red GEA se pueden destacar los registros de Idiazabal, en la provincia de Córdoba, con 62,4 mm a lo largo de la semana, seguido de Monte Buey, en la misma provincia, con un total de 59,6 mm. El resto de la región presentó lluvias entre 20 y 50 mm.

En cuanto a las marcas térmicas, se observaron registros muy superiores a los parámetros normales para la época del año, con valores máximos muy similares a la semana pasada que quedaron en el rango entre 36ºC y 38ºC. El dato más destacado se midió en la localidad de Maggiolo, en Córdoba, con un registro de 38,3ºC.

Las mínimas se presentaron similares a las de la semana anterior y levemente por debajo de los registros normales estacionales, con marcas entre 10 y 13ºC. El valor más bajo fue el de la localidad de Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires, con 8,3ºC.

Con este panorama se puede observar que la humedad del suelo ha mejorado levemente respecto de la semana pasada, especialmente sobre la provincia de Córdoba. Pero las elevadas temperaturas y las lluvias dispares volvieron a generar una pérdida de humedad sobre toda la región. Esto deja como saldo humedad escasa en casi toda la zona GEA. Sólo una pequeña porción del norte de Buenos Aires y del centro de Santa Fe aparecen con humedad regular.

Analizando la perspectiva para los próximos 15 días, el requerimiento hídrico sigue siendo muy importante, ya que a las lluvias irregulares se le suman las elevadas temperaturas de la época del año, lo que lleva a un balance negativo. Para alcanzar niveles óptimos de humedad de suelo en toda la región son necesarios, dentro de los próximos 15 días, acumulados entre 120 y 140 mm en la provincia de Córdoba y Santa Fe, mientras que sobre Buenos Aires se requieren alrededor de 100 mm para que el perfil del suelo alcance condiciones óptimas.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Todo parece indicar a enero como una continuidad del escenario pasado

El último fin de semana de la primavera se ajustó a los pronósticos: hubo generosas lluvias en la región núcleo y en especial el sudeste cordobés. Si bien las precipitaciones tuvieron una distribución bastante generalizada sobre el centro del país, fue el sudeste de Córdoba el que capitalizó los volúmenes más importantes. Seguido del noreste argentino que también recibió milímetros más que necesarios.

Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires se sumaron al beneficio con valores un poco más bajos, pero igualmente significativos en el contexto de insuficiencia pluvial que predominó durante el 2020. Menor suerte tuvo el noreste bonaerense que registró lluvias muy débiles, inferiores a los 5 milímetros aumentando la preocupación por la continuidad de las siembras.

Estas lluvias llegan de manera oportuna para auxiliar a los cultivos implantados y permitir la continuidad de las labores de siembra de segunda que comenzaban a estar en duda en una difícil campaña.

Sin embargo, no han sido suficientes para revertir la realidad de una primavera que, al igual que el invierno, no logró proveer acumulados que alcancen los valores normales para la estación en toda la región pampeana. En el mejor de los casos, los registros totales del trimestre completaron el 65% del valor estadístico, y esto solo ha sucedido en la provincia de Buenos Aires. A esta altura puede considerarse la provincia con mejor y más estable provisión de agua durante los últimos seis meses.

Una primavera con reticencia de lluvias es compleja, pero esta lo fue aún más si consideramos que cada uno de los tres meses que la componen aportó precipitaciones por debajo de la media. Esto implica, más allá de eventos puntuales, menor volumen de agua mensual durante todo el desarrollo de los cultivos.

El verano arranca con un aporte de agua que tranquilizó los ánimos y disminuyó el estrés sobre la gruesa, pero que de ningún modo implica un cambio de tendencia. Como ya hemos puntualizado, el enfriamiento del Pacifico se afianzó más allá de las proyecciones: los valores de anomalía de la temperatura superficial actualmente son inferiores a los previstos. Considerando los volúmenes de agua de mar de los que estamos hablando, es lógico pensar que, con un mayor enfriamiento que el esperado, los tiempos necesarios para vencer la inercia térmica en sentido positivo, es decir hacia un aumento de la temperatura superficial, también serán mayores. Proyectar que llegaremos a cierta neutralidad del Pacifico ecuatorial central durante el primer trimestre de 2021 ya no es la opción más probable. Es muy posible que debamos transitar el resto de la campaña con una volatilidad de lluvias similar a la de primavera, muy condicionada por los efectos regionales y los forzantes ajenos a la Niña, como el anticiclón del Atlántico, afectada por pulsos secos y lluvias dentro de las normales pero sin la continuidad deseada.

Todo parece indicar a enero como una continuidad del escenario pasado, sin aguan en abundancia, con mayor índice de insolación diaria y temperaturas en ascenso, con todo lo que eso implica para los cultivos implantados.

Por lo pronto los pronósticos no muestran desarrollos de inestabilidad generalizados durante los próximos días. Es muy probable que diciembre culmine sin lluvias, convirtiendo a las pasadas en las últimas precipitaciones importantes del 2020.