Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

No se prevén nuevas precipitaciones en la región durante la semana

Un centro de alta presión dominará gran parte del país, manteniendo viento del sector sur y escasa humedad en las capas bajas de la atmósfera.

El período comprendido entre el jueves 31 de diciembre y el miércoles 6 de enero comenzará con características de tiempo estable.  

Luego del pasaje del sistema frontal frío que provocó precipitaciones de variada intensidad, el ingreso de una masa de aire más frío y seco volverá a generar características de estabilidad en toda la zona GEA. No se prevén nuevas precipitaciones en la región durante la semana, ya que prevalecerá un centro de alta presión que dominará gran parte del país, manteniendo viento del sector sur y poco contenido de humedad en las capas bajas de la atmósfera.

Las marcas térmicas serán relativamente bajas en el inicio del periodo pero esto rápidamente cambiará, ya que el viento se ubicará del sector norte provocando un nuevo e importante ascenso de la temperatura. Los valores más altos se registrarían entre el martes y miércoles próximo.

La circulación del viento será uno de los factores claves de la semana, primero con circulación moderada del sur, fomentando el ingreso de aire más frío y seco y luego con la rotación al sector norte que potenciará el progresivo aumento de las temperaturas. En general la intensidad del viento, tanto del sur como del norte, será moderada.

La cobertura nubosa será muy poca, el cielo en general se presentará mayormente despejado, especialmente en el inicio de la semana de análisis. Con el correr de los días la cobertura nubosa se irá incrementando pero siempre se mantendrá escasa.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera también será muy escasa durante la mayor parte del período de pronóstico, recién hacia el final del mismo mostraría un progresivo incremento, aportado por la importante circulación del viento prevaleciente del sector norte. Pero este aumento no será suficiente para generar condiciones de tiempo inestable.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Otra vez, lluvias dispares en la región

Las lluvias fueron muy escasas, como en el noreste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe. Hubo registros importantes en sectores de Córdoba.

En la semana comprendida entre el jueves 24 y el miércoles 30 de diciembre, las lluvias fueron nuevamente dispares en la región núcleo. Entre los datos recopilados de las estaciones que componen la red GEA se pueden destacar los registros de Colonia Almada, en la provincia de Córdoba, con 48 mm semanales, seguido de Pozo del Molle, en la misma provincia, con un total de 46,4 mm semanales. El resto de la región presentó lluvias muy variables, que van de 0 a 36 mm.

Las marcas térmicas del periodo presentaron registros muy superiores a los normales para la época del año. Los valores máximos quedaron en el rango de 38ºC a 40ºC siendo levemente superiores a los de la semana pasada. El dato más destacado se midió en la localidad de Noetinger, en la provincia de Córdoba, con un registro de 41,6ºC.

Las mínimas también fueron superiores a las del periodo previo, aunque dentro de los parámetros normales estacionales, con registros entre 14 y 16ºC. El valor más bajo fue el de la localidad de Chacabuco, en Buenos Aires, con 13,7ºC.

Con este panorama se puede observar que comparada con la semana pasada la humedad del suelo ha empeorado notablemente en toda la región. Las elevadas temperaturas y las lluvias erráticas volvieron a provocar una pérdida de humedad sobre toda la región GEA, dejando un saldo de humedad escasa o incluso con características de sequía. De hecho han desaparecido los sectores que presentaban humedad regular para pasar a una notable falta de agua en toda la región. Analizando la perspectiva para los próximos 15 días el requerimiento hídrico sigue siendo muy importante en la zona GEA, se necesitan lluvias de gran volumen para mejorar las actuales condiciones. Esto se debe a que las elevadas temperaturas de esta época del año generan una importante tasa de evaporación. Para alcanzar niveles óptimos de humedad de suelo en toda la región son necesarios acumulados entre 120 y 140 mm durante los próximos 15 días.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

La efectividad del anticiclón del Atlántico sigue moderando “La Niña”

La última semana del 2020 culmina con precipitaciones que nuevamente presentan una gran disparidad territorial y de volumen. Las lluvias desarrolladas desde la nochebuena hasta hoy, miércoles 30, dividieron longitudinalmente nuestra región de análisis desde el norte de Buenos Aires hasta el chaco.

Una vez más la franja este de argentina fue la menos favorecida y tanto Córdoba como el NOA, las regiones más afectadas por la sequía durante el año, recibieron el mejor caudal de agua.

Los registros semanales fueron abundantes en toda la franja oeste del país. Su máxima expresión la tuvieron en el noroeste de Santiago del Estero y Tucumán. Las provincias fueron afectadas por un fuerte temporal que acumuló entre 70 y 130 milímetros en pocas horas.         

Muy distinto es el caso de la franja este donde en Santa Fe, el noreste de Buenos Aires y el sudeste de Chaco apenas lograron totalizar entre 5 y 20 milímetros.

Esta desigualdad en la distribución pluvial, sumada a condiciones de tiempo típicas de verano, es decir elevadas temperaturas y mayor cantidad de horas con elevada radiación solar, afianzan la escasez de humedad. Cada vez más, el nivel de reservas retrocede, algo que se refleja claramente en el mapa de disponibilidad hídrica. Las zonas “verdes” o de reservas regulares, prácticamente han desaparecido del mapa, reservándose solo a pequeños sectores del extremo norte, donde las lluvias fueron más abundantes. El resto de la región presenta un amplio predominio de las condiciones de escasez o sequía.                 

Culminamos así un año que en el cual las condiciones climáticas sistemáticamente han castigado pluvialmente las áreas productivas de la región pampeana tanto durante la fina como la gruesa. La única excepción es Buenos Aires que mantuvo un régimen de precipitaciones más que adecuado durante el año.

Podríamos decir “una de cal y una de arena” si analizamos lo ocurrido con las lluvias desde el inicio de la fina 2020. Cuando la siembra de trigo estaba en duda por la falta de agua las precipitaciones llegaron para posibilitar la implantación. Todo indicaba números récord de rinde para el cereal pero las lluvias profundizaron su déficit malogrando los números.

Llegó el tiempo del maíz, nuevamente en duda por la continuidad de un invierno de los más secos en años, pero una vez más el regreso de las lluvias fue oportuno para la sembrarlo dentro de las fechas de calendario.  Todo se repitió con la soja de primera y de segunda, con una primavera igual de deficitaria que el invierno. El fenómeno Niña que inicialmente se proyectó cono débil finalmente se afianzó mucho más, aunque por suerte sigue moderado por la efectividad del anticiclón del Atlántico, responsable de la mayor parte de los oportunos desarrollos pluviales. 

Las campañas se llevan adelante como el tiempo lo permite y la gruesa todavía tiene margen para revertir las condiciones adversas si durante el inicio del nuevo año la situación del Pacifico se modera un poco permitiendo mejores flujos de humedad y una mayor frecuencia de lluvias por fenómenos extra Niña.

Los pronósticos no muestran precipitaciones sobre la región núcleo para los próximos días, aunque algunos modelos consideran probables algunos desarrollos dentro de la primera quincena de enero. Esto sugiere un comportamiento pluvial durante el verano similar al de la primavera: lluvias parcialmente generalizadas que aparecen una vez por mes para moderar el impacto negativo de la escasez hídrica.