INDICADORES CLIMÁTICOS


INDICADORES CLIMÁTICOS

Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Navidad sin lluvias y con más calor

Lluvias ausentes durante toda la semana. La segunda parte de la semana habrá temperaturas más elevadas.

Sin lluvias a la  vista; solo se espera un breve período de inestabilidad durante la mañana del sábado 25 de diciembre: por el momento, sólo sería un incremento de la nubosidad.

Las temperaturas se mantendrán elevadas, especialmente durante la primera mitad del período de pronóstico, con registros superiores a los valores medios. La segunda parte de la semana presentará marcas elevadas, pero más cercanas a los promedios normales para la época del año. Estas características afectarán tanto a los valores máximos como a los mínimos.

La circulación del viento, en general, mantendrá una tendencia del sector norte, con velocidad débil a moderada, facilitando el ascenso de las marcas térmicas durante todo el período de análisis.

La nubosidad será escasa durante la mayor parte de la semana, ayudando también a mantener elevadas las temperaturas debido a la importante presencia de radiación solar.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera se estabilizará en valores moderados, ya que con la circulación del viento del sector norte, habrá un lento y progresivo aporte de humedad sobre la zona GEA. No se espera que sea suficiente como para generar condiciones de inestabilidad significativas sobre la región.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Los mayores acumulados volvieron a impactar sobre el sudeste de la región

Lluvias dispares en la región: acumulados moderados sobre el sur de Córdoba y muy escasos sobre el resto de la zona GEA.

El núcleo de las lluvias más destacadas se concentró sobre el sudeste cordobés, con registros de 25 mm, pero también se produjeron eventos de menos de 5 mm sobre Santa Fe y el noreste de Buenos Aires. La localidad que midió el acumulado más importante fue Canals, Córdoba, con un total semanal de 29 mm.

Las temperaturas presentaron valores muy elevados a lo largo de la semana, con registros máximos que fueron superiores a los niveles normales para la época del año y muy por encima de los medidos la semana pasada, con un promedio entre 36ºC y 38ºC. El valor más elevado fue el de Irigoyen, en Santa Fe, con 41ºC. Las mínimas se mostraron similares a las del periodo anterior, con valores dentro de los promedios normales estacionales. Los registros más bajos fueron entre 13ºC y 15ºC y el valor extremo se midió en Junín, Buenos Aires, con 9,9ºC.

Con este panorama solo se observan condiciones hídricas muy buenas solo en parte de la región, con un núcleo sobre el noroeste de Buenos Aires, sudoeste de Santa Fe y extremo sudeste de Córdoba donde las reservas son óptimas o adecuadas. El resto de la región presenta reservas regulares a escasas y se observa que la porción este de GEA viene sufriendo un paulatino detrimento de las condiciones de humedad edáfica respecto a las últimas semanas.

En los próximos quince días se necesitan registros de lluvia importantes en gran parte de la región GEA, con promedios entre 100 y 120 mm para alcanzar condiciones óptimas de reservas. Solo el sur de Córdoba necesitaría acumulados de 20 a 40 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

 

“Es posible que, con el correr de enero 2022, la influencia del forzante del Pacifico comience a debilitarse”

La primavera 2021 se despidió con un último aporte de agua que nuevamente priorizó la franja oeste de la región pampeana. Un poco menos generosas que las anteriores, pero igual de necesarias, las lluvias del último día de la temporada de las flores nuevamente privilegiaron al sudeste cordobés, con acumulados entre 15 y 30 milímetros.

El oeste de La pampa y San Luis también recibieron su cuota de agua, aunque con montos levemente inferiores.

Los desarrollos tuvieron un modesto aporte sobre el centro oeste de Buenos Aires, acotado a las localidades de Bolívar, Daireaux y Pehuajo, pero con valores inferiores a los 25 mm.           

Para el resto de la zona núcleo, el alivio sigue pendiente cuando los termómetros siguen marcando el riguroso aumento de los requerimientos atmosféricos y de las pérdidas de agua por evapotranspiración.    

La primera mitad del semestre cálido finaliza con un balance positivo de las lluvias, con mayor preponderancia sobre la franja oeste del país, pero con una distribución de los acumulados trimestrales mucho más generosa que durante la primavera 2020. Prácticamente toda la región núcleo alcanzó o superó los valores medios estadísticos de agua previstos para la estación, y eso se nota en la evolución de los cultivos y en las proyecciones de rindes que se acercan a valores récord. Es poco probable que el recién iniciado verano se comporte de manera similar. La influencia negativa sobre las precipitaciones del forzante la Niña sigue presente y será así por lo menos hasta febrero 2022.

La situación de precipitaciones provocadas por los mecanismos de escala regional, que acompañaron oportunamente y neutralizaron las posibles restricciones pluviales que plantea un enfriamiento del Pacifico, está cambiando. Las incursiones de los sistemas frontales desde el sur, que hasta el momento aparecían con una frecuencia adecuada,  se están haciendo menos habituales y la acumulación de aire cálido y húmedo proveniente del norte no encuentra catalizador que transforme esa humedad en lluvias. Se suma a esto, una zona de alta presión muy instalada que impide la evolución de las perturbaciones hacia el este, provocando que solo las regiones ubicadas más al oeste se escapen de esa influencia negativa. Esta dinámica constituye el principal motivo por el cual las precipitaciones se vienen concentrando sobre la franja oeste mediterránea.

Según los pronósticos de corto y mediano plazo, los aportes pluviales de la última semana de diciembre no van a estar a la altura de la demanda y probablemente deberemos esperar el inicio de enero para obtener alguna respuesta positiva.

Arrancar el verano con una menor actividad de las precipitaciones no es lo mejor, pero tampoco significa que todo el período se mantendrá totalmente deficitario. Esto ya lo hemos comprobado al transitar una primavera que fue bastante más generosa que lo previsto, considerando la presencia de dos fenómenos Niña consecutivos. Basados en el comportamiento de las lluvias en los últimos tres meses y en la dinámica de los fenómenos de escala planetaria, es posible que, con el correr de enero 2022, la influencia del forzante del Pacifico comience a debilitarse permitiendo un régimen de lluvias, quizás no demasiado generoso, pero adecuado para los requerimientos de los cultivos en su etapa de definición.