INDICADORES CLIMATICOS


INDICADORES CLIMÁTICOS

Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Semana sin lluvias y altas temperaturas

No se registraran lluvias esta semana y las temperaturas irán en ascenso alcanzando valores extremos durante el fin de semana y en el inicio de la próxima semana.

Se espera que durante todo el periodo se mantengan las condiciones de estabilidad debido a la presencia de un importante centro de alta presión ubicado sobre el margen este del país, que impide el ingreso de humedad a la porción central del territorio nacional.

Las temperaturas se mantendrán en constante ascenso y de manera progresiva irán superando ampliamente los valores normales para el mes de enero. Tanto los registros mínimos como los máximos se irán incrementando con el correr de los días, alcanzando valores extremos durante el fin de semana y especialmente en el inicio de la próxima semana.

La circulación del viento se mantendrá del sector norte con moderada intensidad y no presentará cambios durante los próximos siete días, fomentando y potenciando el ascenso de las temperaturas.

El cielo se mantendrá mayormente despejado y será otra variable que aportará al ascenso térmico, debido a la importante tasa de radiación solar diaria.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera de la semana será escasa, si bien el viento prevaleciente del sector norte irá aportando algo de humedad, la misma no será demasiado significativa, por lo que no alcanzará para provocar condiciones de inestabilidad en la zona GEA.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Inicio de año con lluvias puntuales

El núcleo de precipitaciones más destacado se concentró sobre el sudeste de Santa Fe, y algún núcleo aislado sobre el sudeste de Córdoba y el extremo noreste de Buenos Aires, pero con registros muy puntuales.

La localidad con el acumulado más importante fue Álvarez, en Santa Fe, con un total semanal de 47,6mm. El resto de la zona GEA, recibió precipitaciones dispares, con registros que oscilan entre 15 y 20 mm.

Las temperaturas presentaron valores de muy elevados a extremos a lo largo de la semana. Los registros máximos fueron muy superiores a los normales para la época del año, aunque similares a los de la semana pasada, con un promedio entre 38ºC y 41ºC. El valor más elevado fue el medido en la localidad de Irigoyen, Santa Fe, con 44,5ºC. Las mínimas se mostraron similares a las del periodo anterior, con valores superiores a los promedios normales estacionales. Las temperaturas más bajas se ubicaron entre 14ºC y 16ºC. El valor extremo se midió en la localidad de Rojas, Buenos Aires, con 11,7ºC.

Con este panorama se observa que las condiciones hídricas han caído de manera contundente en buena parte de la región GEA, con un núcleo regular sobre el noroeste de Buenos Aires, sudoeste de Santa Fe y extremo sudeste de Córdoba, zonas que la semana pasada presentaban reservas adecuadas y ahora está mostrando condiciones regulares. En el resto de la región las reservas son escasas y se han ampliado notablemente los sectores con características de sequía sobre la franja este y norte de GEA.

En los próximos quince días se necesitan registros de lluvia muy importantes, con promedios entre 100 y 140 mm, sobre la mayor parte de la zona GEA para lograr condiciones óptimas, salvo sobre el sur de Córdoba y noroeste de Buenos Aires, que requieren acumulados entre 80 y 100 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

 

El fenómeno La Niña seguirá presente por lo menos hasta el mes de marzo

El cambio de año sorprendió a las localidades ubicadas sobre el noreste de la región pampeana con precipitaciones de mejor volumen que las previstas por los modelos numéricos de pronóstico.

Aun así, los registros con que cerró el 2021 y comenzó el nuevo año, estuvieron muy lejos de los necesarios para recomponer plenamente el deterioro sufrido por los cultivos después de quince días de rigurosidad climática extrema.

Esta vez fue el este del país, principalmente el noreste bonaerense y el sudeste de Santa Fe, el sector favorecido con los acumulados más significativos, en el orden de los 20 a los 40 milímetros.

Sobre la franja oeste, en el norte de La Pampa, el sudeste de Córdoba y el noroeste de Buenos Aires las lluvias también estuvieron presentes, pero con montos menores, más cercanos a los pronosticados, entre 5 y 15 milímetros.

En las primeras jornadas del 2022 la dinámica atmosférica que concentraba las precipitaciones sobre la franja oeste del país cambió.

El rápido avance de un frente frío aumentó las condiciones de inestabilidad, provocando el desarrollo de lluvias y tormentas puntuales, con un marcado gradiente en aumento hacia el centro este de la zona núcleo. Los acumulados fueron mejores que los previstos pero insuficientes para compensar los valores demandados por los empobrecidos perfiles del suelo.

El comportamiento pluvial de los últimos siete días, con cambio de año incluido, va en sintonía con el de la segunda quincena de diciembre, es decir, eventos en general débiles o moderados, que pueden generar algunas tormentas puntuales pero con volúmenes mucho más modestos que los aportados por la primavera. 

Este régimen de lluvias, más acorde a una campaña bajo la influencia negativa de un evento Niña, esta revirtiendo rápidamente el buen estado que presentaban las reservas de agua en el suelo hasta la segunda quincena de diciembre.

Las condiciones hídricas abundantes desaparecieron por completo y ganan superficie las áreas con niveles de escasez y sequía.

Debemos recordar que, en esta época del año, la transferencia de humedad a la atmósfera por evapotranspiración de las plantas es entre 6 y 8 milímetros diarios. 

Las altas temperaturas y el predominio de precipitaciones por debajo de la media consumen rápidamente la oportuna recarga que recibieron los suelos durante la primera mitad del semestre cálido. Recomposición que fue primordial para que los perfiles no muestren una condición mucho más comprometida que la actual.

El escenario que plantea la primera semana del 2022 no es un buen augurio considerando el escaso margen hídrico con el que se cuenta, más aun pensando en un verano que, muy probablemente, continuará pluvialmente ajustado por el efecto negativo del enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central.

Los pronósticos de corto plazo no prevén aportes generalizados de agua por lo menos hasta la segunda década de enero y, según las proyecciones, el fenómeno La Niña seguirá presente por lo menos hasta el mes de marzo, probablemente con débil intensidad, aunque en diciembre, el enfriamiento, presentó un leve repunte.

Este forzante seguirá siendo un condicionante negativo de gran escala que solo podrá compensar el buen funcionamiento atmosférico de los mecanismos de escala regional, aportando periódicas cuotas de agua que permitan el desarrollo de la campaña con un mínimo de pérdidas de rendimiento.