Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Dos momentos de inestabilidad

El avance de dos sistemas frontales en los próximos siete días provocará condiciones de inestabilidad y estos desarrollos de lluvias y tormentas de variada intensidad. 

El primer evento de lluvias se producirá desde el jueves por la noche, extendiéndose hasta la primera parte del viernes. Los registros serán moderados con acumulados relativamente escasos. Luego ingresará una masa de aire frío y seco que proporcionará condiciones de tiempo estable a toda la zona GEA. El otro pulso de inestabilidad se concentrará entre el martes 22 y miércoles 23. Se pueden registrar lluvias y tormentas de variada intensidad, con volúmenes más significativos pero acotados al este de la región.

Las temperaturas también serán protagonistas a lo largo del periodo. Inicialmente los valores se mantendrán muy elevados para la época del año, pero esto cambiará rápidamente. Con el avance del sistema frontal frío las marcas térmicas presentarán un importante descenso durante el fin de semana. Lentamente comenzaran a incrementarse, pero el martes el avance de un nuevo sistema frontal frenará el ascenso térmico.

La circulación del viento comienza el periodo del sector norte con moderada a fuerte intensidad, fomentando el ascenso de la temperatura pero sólo de manera temporaria, ya que durante el viernes se espera el avance del frente frío provocando la rotación del viento al sector sur. En el inicio de la próxima semana volverá a rotar al norte, pero por poco tiempo ya que a partir del martes a la noche o miércoles a la madrugada volverá a posicionarse del sector sur.

La cobertura nubosa será muy variable, con días soleados y momentos de cielo totalmente cubierto, especialmente durante el viernes y el próximo martes cuando los sistemas frontales avancen por la región dejando el cielo totalmente nublado.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera será muy abundante, especialmente en el inicio del periodo de pronóstico ya que luego, con el ingreso de aire frío y seco, disminuirá de manera muy significativa.

 

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Semana sin precipitaciones

A lo largo de los últimos siete días las características de tiempo fueron totalmente estables y poca nubosidad.

Las temperaturas máximas fueron superiores a los promedios para la época del año. El registro más elevado se midió en la localidad de Pozo del Molle, Córdoba, con 35,2ºC. Toda la región presentó valores superiores a los promedios. En general las marcas térmicas máximas se presentaron entre 31ºC y 34ºC, siendo muy similares a las de la semana pasada. Las temperaturas mínimas se mostraron dentro de los valores medios para el mes de marzo, y levemente inferiores a las del periodo anterior. Los registros se ubicaron entre 8ºC y 11ºC y el valor más destacado fue el de la localidad de Junín, Buenos Aires, con 7,1ºC.

Con este panorama se observa que las condiciones hídricas se mantienen relativamente parejas dentro de la región GEA. Luego de las importantes lluvias registradas en la última parte de febrero y la primera de marzo, esta última semana sin lluvias ha estabilizado las condiciones de humedad en el suelo. Cabe destacar que todavía quedan sectores con reservas escasas, especialmente sobre el centro y este de Córdoba.

Analizando la tendencia para los próximos quince días, todavía se necesitan registros de lluvia importantes en parte de Córdoba y Santa Fe, con promedios entre 80 y 100 mm para lograr reservas óptimas, mientras que en el resto de GEA no se necesitarían lluvias significativas para mantener óptimas las condiciones de humedad en el suelo.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

“La Niña” continuaría en el invierno del hemisferio sur”

Tal como anticipamos en el informe anterior, las generosas lluvias con las que se inició marzo no tuvieron continuidad en la segunda década del mes. Los últimos siete días las condiciones de tiempo estable se posicionaron sobre todo el país, acompañadas por temperaturas prácticamente otoñales.

Aun así, esta ausencia de precipitaciones no representa un motivo de preocupación inmediata, fundamentalmente debido a la recuperación que alcanzaron los perfiles después de la transición febrero / marzo. En líneas generales la intensa sequía se ha retraído y mejoraron los niveles de reserva en el NEA, NOA. Distinto es el caso de algunas zonas en el centro y oeste de Córdoba y el sur bonaerense donde, a pesar del aporte recibido, la humedad de los perfiles todavía no se recuperó completamente.

Entramos en la última semana de un verano que claramente tuvo un comportamiento deficitario de las precipitaciones. La primera parte fue pluvialmente muy compleja, principalmente por el efecto negativo que ejercieron los forzantes de escala global (Niña) y los mecanismos regionales (lluvias convectivas, sistemas frontales, centros de alta o baja presión, etc.).

Desde mediados de enero, las dinámicas atmosféricas de escala regional han sido mucho más eficientes, provocando el desarrollo de lluvias y tormentas bastante generalizadas. Las circulaciones de aire húmedo, y el ingreso alternado de sistemas frontales, compensaron plenamente los efectos pluviales adversos que normalmente implica la presencia de una Niña.

Este mejor desempeño se ha notado en el principio de marzo, con la presencia de lluvias que prácticamente anularon el efecto condicionante del forzante la Niña permitiendo una transición estacional más cerca de los valores normales de precipitación.

Pero aún con un excelente funcionamiento de los sistemas atmosféricos locales, el enfriamiento del Pacifico no desapareció: lejos de debilitarse se mantiene muy estable en valores Niña.

Según los datos publicados en el último informe de la NOAA, las condiciones actuales hacen muy probable que La Niña continúe en el invierno del Hemisferio sur. Las temperaturas superficiales del pacifico por debajo del promedio se fortalecieron durante febrero de 2022 y las anomalías negativas se extendieron desde el Océano Pacífico ecuatorial central hacia el este.

El valor de anomalía disminuyó de -0.6ºC a principios de febrero a -1.1ºC en la primera semana de marzo. El sistema acoplado océano - atmósfera está reflejando la continuidad de las condiciones Niña.

En varios modelos climáticos, el consenso de los análisis coincide en una disminución más lenta de la actual Niña debido a una reciente renovación del acoplamiento océano – atmósfera. Esto a corto plazo determinaría condiciones más frías del Pacifico. Si bien siempre hay un grado de incertidumbre, las proyecciones se inclinan hacia la continuidad de valores negativos del índice ONI.

Proyectando los datos actualizados al final de la primera quincena de marzo, aparece una razonable posibilidad de que el forzante La Niña continúe en el invierno del hemisferio sur (53 % durante junio/agosto de 2022). A partir de ese momento existe una probabilidad muy pareja (40-50%) de una transición a Niña (que sería la tercera consecutiva) o a neutralidad.

Si se convalidan los pronósticos hacia un nuevo enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central a partir de agosto 2022, estaríamos en presencia de la tercera Niña consecutiva. Algo que hace 20 años no ocurre (1999/2000/01).