Indicadores climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Probabilidad de lluvias para el lunes y miércoles próximos

Lamentablemente, se renueva la alerta por bajas temperaturas en especial el jueves de la semana entrante: las marcas podrían alcanzar 1 a 3°C.

El periodo comienza con ausencia de precipitaciones hasta la primera parte del día lunes 16, momento en el cual un sistema frontal frio se desplazará de sur a norte provocando algunas lluvias débiles aisladas e intermitentes. Con el correr de las horas las condiciones meteorológicas tienden a mejorar aunque de manera temporal, ya que a partir de la mañana/mediodía del miércoles 18 aumenta la probabilidad de precipitaciones en el oeste de la zona GEA, que podrían avanzar hacia el este.

Las temperaturas experimentarán un descenso en el inicio del periodo de pronóstico pero, a partir del viernes 13, comenzarán a ascender paulatinamente alcanzando los valores máximos, de 28 a 30°C, entre el domingo 15 y lunes 16, cuando descenderán nuevamente debido a otra irrupción de aire frío. Los valores mínimos tendrán un comportamiento similar y los registros más bajos de todo el periodo se producirán en la madrugada del jueves 12, cuando las marcas podrían alcanzar de 1 a 3°C. En el comienzo del próximo periodo de pronóstico las temperaturas mínimas ascenderán a valores entre 10 y 14°C.

 Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias para pocos

La semana comprendida entre el jueves 5 y el miércoles 11 de septiembre registraron precipitaciones en el este de la zona GEA.

La semana comprendida entre el jueves 5 y el miércoles 11 de octubre se registraron precipitaciones concentradas en la porción central y principalmente en el este de la zona GEA, donde los acumulados oscilaron entre los 4 y los 30 mm. El valor más alto del periodo, 30 mm, fue medido en la localidad de Ramallo, en Buenos Aires.

Las temperaturas presentaron un gradiente noroeste/sudeste con registros máximos que superaron los 35/36°C. El valor más alto, 36,7°C, se midió en la localidad de Hernando, Córdoba.

Las temperaturas mínimas tuvieron una distribución heterogénea entre 2 y 6°C. El valor mínimo extremo fue de 2,8°C en la localidad de Gral. Pinto, en Buenos Aires.

Con este panorama, y en función de las precipitaciones recibidas, las reservas de agua en el suelo se tuvieron una leve recarga respecto de la semana pasada en el este de la zona GEA, abarcando el sudeste de Santa Fe y centro/este de Buenos Aires, donde la humedad edáfica es regular.

Las condiciones decrecen hacia el oeste manteniendo niveles de escasez a sequía, principalmente en Córdoba y zona norte del área GEA. Con estas condiciones hídricas en el centro/oeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 80 y 160 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en la zona este los valores se reducen a montos entre 40 y 80 mm.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Los pronósticos de corto plazo convalidan la recurrencia de precipitaciones

La primera década de octubre presentó una recurrencia de lluvias sobre el centro de la región pampeana que la distingue del comportamiento pluvial que tuvo septiembre.

En los primeros diez días del mes el pasaje de dos sistemas frontales fue el origen de la inestabilidad que provocó el desarrollo de sendos sistemas precipitantes: uno por semana. De saldo dejaron lluvias modestas, con algunos chaparrones más significativos, pero con una distribución un poco más homogénea que la que se venía produciendo sobre la zona núcleo.

El primer evento estuvo más recostado sobre el oeste, en el noroeste de Buenos Aires, sur de Córdoba y norte de La pampa. El segundo, cerrando la primera década del mes, más sobre la franja este de la zona núcleo, en el sudeste de Santa Fe y noreste de Buenos Aires.

Esta distribución alternada permitió que las lluvias del inicio de octubre, en la zona núcleo, se ajusten bastante a los valores normales históricos de los primeros diez días del mes.

Es más que obvio mencionar que estos guarismos no son los esperados y mucho menos los necesarios si consideramos que los acumulados requeridos, para recuperar el nivel normal de los perfiles, exceden los 150 milímetros en la mayor parte de la región pampeana, principalmente en toda la franja oeste.          

La gran volatilidad que presentó la circulación del aire durante el mes pasado, y su ineficiencia para permitir que las masas de aire tropical alcancen el centro de la región pampeana, es responsable de que los sistemas frontales no encuentren condiciones atmosféricas propicias para un mejor desarrollo pluvial.

Esos mecanismos de escala regional continúan influyendo de manera negativa, mucho más que la presencia del fenómeno Niño que hace semanas está muy activo provocando anomalías positivas de las precipitaciones en el noreste del país y en el sur de Brasil.

De todos modos, aunque esa influencia se mantiene, la primera década del mes comienza a dar indicios de un cambio de tendencia. Octubre es un mes que provee mayor inestabilidad. El aumento de las temperaturas y del índice radiativo van a favor de eso y, normalmente, es lógico un cambio de circulación a escala regional y un aumento de la circulación del norte y del este con mayor aporte de aire tropical cálido y húmedo.

Los pronósticos de corto plazo parecen convalidar la sucesión de las precipitaciones sobre la franja central de la región pampeana. El ingreso de un nuevo sistema frontal, en el inicio de la próxima semana, anticipa la presencia de lluvias en la tercera semana del mes, seguramente no del volumen requerido, pero la recurrencia de las precipitaciones es una condición necesaria para el cambio de escenario.

El aspecto negativo es que el ingreso de un nuevo frente frío podría provocar heladas que perjudicarían los cultivos de invierno en el sur de la región pampeana.