Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Tiempo inestable y probabilidad de lluvias para el sur de GEA

El periodo comprendido entre el jueves 13 y el miércoles 19 de junio comienza con condiciones inestables que favorecen la ocurrencia de precipitaciones, principalmente en el sur de la zona GEA, a partir de la tarde/noche del jueves 13. Las condiciones meteorológicas tienden a mejorar, de sudoeste a noreste, durante el viernes 14 y se mantendrán estables hasta el domingo 16, cuando retorna la probabilidad de lluvias en la zona GEA. Esta inestabilidad durará poco ya que las condiciones meteorológicas mejoran en la tarde del mismo día y se mantendrán así hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas inicialmente se presentarán muy elevadas para la época del año con máximas rondando los 26 a 28°C pero, debido al pasaje de un sistema frontal frío a partir del viernes 14, las mismas descenderán a marcas entre 16 y 18°C. Se estima que estos valores persistirán hasta el inicio del próximo periodo de análisis.

Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas, ya que descenderán con el correr de los días alcanzando los valores más bajos el miércoles 19, principalmente en el sudeste la zona GEA. Se estima que los registros mínimos en esa región podrían alcanzar de 1 a 3°C.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Sin lluvias y con leve retracción de reservas de agua del suelo

La semana comprendida entre el jueves 6 y el miércoles 12 de junio no se registraron precipitaciones en la zona GEA.

Las temperaturas máximas rondaron los 22 a 28°C. Los valores más elevados se registraron en el noreste de la zona GEA y los más bajos en el sudoeste. El valor más alto, 24,8°C, se midió en la localidad de Zavalla, en Santa Fe.

Las temperaturas mínimas variaron desde 1 a 8°C. El sector con valores más bajos fue el oeste de la zona GEA y el de los más elevados el este. El registro extremo del periodo, 1,6°C, se midió en la localidad de Hernando, Córdoba.

Con este panorama las reservas de agua en el suelo disminuyeron levemente respecto de la semana pasada pero, aun así, se encuentran en niveles adecuados en dos sectores de la zona GEA, mientras que en el resto las condiciones son regulares.

Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren entre 20 y 40 mm en el oeste de la zona GEA y 20 mm en el este. En el resto de la región se necesitan entre 10 y 20 mm para mantener las buenas condiciones de humedad.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

La escasez pluvial debilita las reservas de agua del suelo

El tránsito de la primera quincena de junio se desarrolló sin precipitaciones sobre la zona núcleo. Una condición poco conveniente para el inicio de la fina pero que no puede describirse como rara o atípica, ya que aproximadamente en la mitad de los últimos treinta años los acumulados de lluvia de las dos primeras semanas del mes estuvieron en cero, o por debajo de 1 milímetro, en el corazón de la región pampeana.

Lo que aumenta fuertemente el impacto de esta retracción pluvial en el final del otoño es el pobre desempeño que presentaron las lluvias en mayo. Muy lejos de los excesos hídricos de abril, la circulación de aire cálido y húmedo del norte confrontando con las primeras irrupciones de aire frío desde el sur, en general, no se concretó en lluvias acordes con las normales históricas, salvo en las provincias del litoral donde el comportamiento fue incluso superior al esperado.

En la región pampeana predominaron los días con abundante nubosidad, humedad y neblina pero sin despliegue de agua de lluvia. El resultado de mayo en números es pobre. Los acumulados en la región pampeana oscilaron entre los 5 y los 20 milímetros muy lejos de los 30 a 70 milímetros considerados valor medio estadístico para los 31 días del mes.

En los últimos siete días se produjo una mayor circulación del sector noreste que se reflejó en un aumento de las temperaturas y de la humedad, pero la dinámica atmosférica no tuvo suficiente capacidad para transformar en lluvias la humedad presente. La restringida incursión del aire frío provocó algunas precipitaciones confinadas al sur de La Pampa y de Buenos Aires pero dejó fuera al resto del país.

A una semana del comienzo del invierno, periodo más seco de Argentina, es normal una disminución de los volúmenes de lluvia, pero la continuidad de la escasez pluvial en el inicio de junio comienza a debilitar las reservas de agua que habían logrado recomponerse casi totalmente. El efecto se nota mucho más sobre la capa superficial del suelo, donde las semillas comienzan su desarrollo, es allí donde se hace muy notoria la pérdida de agua por temperaturas que se mantienen más elevadas de lo normal y un ambiente con humedad que no llega a concretarse en lluvia.          

Los pronósticos de corto plazo no son demasiado optimistas en cuanto a las precipitaciones. Con un Niño en rápido camino a la neutralidad el fenómeno ya no tiene injerencia sobre las precipitaciones que pasan a depender totalmente de los condicionantes de escala regional. En ese aspecto la dinámica que presentan los sistemas de alta presión, por el momento, es un factor desfavorable para el avance de las precipitaciones sobre el centro del país.

Se prevén algunas lluvias en los próximos días, pero la preponderancia de la circulación norte nuevamente mantendrá las mejores probabilidades sobre el sur de la región pampeana con algún avance hacia el noreste bonaerense y temperaturas por encima de las normales estacionales.

Si el mes de junio mantiene una oferta de agua tan pobre y localizada como hasta ahora probablemente ingresemos al invierno con reservas muy ajustadas, con una gran dependencia de la recomposición de los perfiles que produjo el mes de abril y de las lluvias de mantenimiento que aporte el trimestre frío.