Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Fin de semana con probabilidad de lluvias

El viernes 19 aumenta la probabilidad de lluvias débiles, aisladas, e intermitentes en el norte de la zona GEA. La inestabilidad se generalizará el sábado y durará hasta el domingo.

El periodo comprendido entre el jueves 18 y el miércoles 24 de julio comienza con buenas condiciones meteorológicas. Pero en la tarde/noche del viernes 19 aumenta la probabilidad de lluvias débiles, aisladas, e intermitentes en el norte de la zona GEA. Con el correr de las horas, durante el sábado 20, la cobertura de las precipitaciones se generalizará y en la madrugada del domingo aumenta la probabilidad de lluvias y chaparrones dentro de la zona GEA. Las condiciones tienden a mejorar, de oeste a oeste, en la mañana del lunes 22 y se mantendrán estables hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas se presentaran agradables durante el jueves 18. Pero los registros descenderán en forma generalizada a máximas entre los 12 y 14°C. Los valores más bajos se esperan el sábado 20 y luego ascenderán nuevamente hasta llegar a marcas de 16 a 21°C. Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas ya que tienden a descender, alcanzando de 4 a 7°C, el día sábado. El domingo habrá un leve ascenso temporal hasta que la irrupción de una masa de aire frio provocará un descenso térmico en la zona GEA entre el lunes 22 y el martes 23, cuando los valores más bajos serán de 1 a 4°C.

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Semana sin lluvias y con heladas

Las temperaturas mínimas estuvieron muy por debajo del punto de congelación en toda la zona GEA, con  valores de -8°C a -3°C.

La semana comprendida entre el jueves 11 y el miércoles 17 de julio no se registraron precipitaciones.

Las temperaturas máximas rondaron entre los 16 y 18°C en gran parte de la zona GEA, pero en el sector noreste variaron de 18 a 20°C. El valor más alto, 19,2°C, se midió en la localidad de Pujato, en Santa Fe.

Las temperaturas mínimas estuvieron muy por debajo del punto de congelación en toda la zona GEA, los valores rondaron desde -8°C a -3°C en forma generalizada pero los registros más bajos se localizaron en los sectores oeste y sudeste. La marca extrema del periodo, -7,5°C, se midió en Hernando, Córdoba.

Con este panorama las reservas de agua en el suelo continuaron disminuyendo respecto de la semana pasada. Las condiciones son regulares en la porción central de la zona GEA y, tanto que en este y como en el oeste, las reservas son escasas.

Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren de 60 a 70 mm en el sector oeste, entre 40 y 60 mm en el centro y de 20 a 40 mm en el sudeste de la zona GEA para alcanzar las condiciones de humedad óptimas.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

La segunda quincena de julio marcó el final de la intensa y persistente circulación de aire frío

La mitad de julio marcó el final de la intensa circulación de aire frío que dominó durante la primera parte del mes. Las temperaturas mínimas extremas fueron cercanas a - 8ºC en la zona núcleo; las máximas se mantuvieron muy por debajo de las normales, marcando una acotada amplitud térmica diaria.

El persistente tránsito desde el sur hacia el norte de aire extremadamente frío de origen polar provocó heladas muy intensas que se sostuvieron durante diez días consecutivos. Las mismas cubrieron la totalidad de la región pampeana, llegando incluso a las provincias ubicadas en el norte del país. Solo algunos sectores del NEA se escaparon de las rigurosas heladas pero, aun así, soportando bajas temperaturas poco habituales en la región. 

La continuada circulación sur también es seca, por lo que las gélidas temperaturas se vieron acompañadas por una ausencia total de precipitaciones que se ha mantenido desde el inicio formal del invierno. Es necesario retroceder hasta el 21 de junio para encontrar lluvias de cierta relevancia, aunque muy dispersas, sobre la franja central de la región pampeana.  

Como es previsible, esta prolongada falta de lluvias está dejando su huella en las reservas hídricas. Con cada semana que pasa el agua disponible para los cultivos implantados disminuye, ampliando el área con escasa humedad en los perfiles. El panorama es inquietante, porque las precipitaciones de invierno rara vez tienen potencial para recomponer un déficit creciente.

Aun así, las buenas noticias pueden llegar en la segunda mitad del mes. A partir del cambio de quincena, el persistente flujo de aire frío comenzó a ceder ante un cambio de circulación al sector norte que alejó las temperaturas de los valores mínimos extremos y comenzó a suministrar mayor humedad hacia el centro del país. 

Con este nuevo escenario los pronósticos de corto plazo comienzan a mostrar,  para los próximos días, una normalización de las temperaturas, máximas y mínimas, a valores más acordes con los normales estacionales y un aumento de la actividad atmosférica que podría derivar en precipitaciones durante el fin de semana. 

No se esperan lluvias tan significativas y generalizadas como para recomponer adecuadamente los perfiles pero, de todos modos, serán muy útiles para interrumpir el avance del déficit hídrico aportando, al mismo tiempo, algo de humedad que asegure el normal desarrollo de los cultivos.

Probablemente la tercera década del mes mantenga un comportamiento atmosférico con mayor despliegue de humedad y aparezcan las típicas precipitaciones de invierno, muy modestas pero capaces de sostener las reservas hasta el inicio de agosto.