Indicadores Climáticos
Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo
No se esperan lluvias en los próximos siete días
Se prevé un leve descenso de las temperaturas a partir del miércoles 11 de septiembre. No se descarta que las mínimas alcancen valores de heladas agronómicas.
El periodo comprendido entre el jueves 5 y el miércoles 11 de septiembre comienza con buenas condiciones meteorológicas que se mantendrán hasta el final del periodo de pronóstico.
Las temperaturas se presentarán en ascenso a partir del viernes 6, alcanzando valores máximos entre 18 y 22° en el centro/sur de la zona GEA, que pueden llegar hasta los 25°C en el sector norte durante el martes 10 de septiembre. Debido al pasaje de un sistema frontal frio los registros tienden a descender hacia el comienzo del próximo periodo de análisis.
Las temperaturas mínimas tendrán el mismo comportamiento que las máximas, se estima que se mantendrán en torno a los 7 a 10°C durante gran parte de la semana en el sur de la zona GEA y entre 10 y 12°C en el sector norte. También en este caso se prevé un leve descenso a partir del miércoles 11 de septiembre.
Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo
Lluvias muy heterogéneas sobre la región: registros de hasta 50 mm en el este y 2 mm en el oeste
El mayor acumulado fue 52 mm y se midió en la localidad de Baradero.
La semana comprendida entre el jueves 29 y el miércoles 04 de septiembre se produjeron importantes precipitaciones, principalmente en el sudeste de la zona GEA. El mayor acumulado fue 52 mm y se midió en la localidad de Baradero, en Buenos Aires, seguido por Pergamino en la misma provincia, con 51 mm. En el resto de la región los totales variaron entre 2 y 30 milímetros con un marcado gradiente en disminución hacia el noroeste de la zona GEA, donde los registros fueron nulos.
Las temperaturas máximas fueron elevadas para la época del año, entre 28 y 30°C en el noroeste de la zona GEA y bastante más bajas en la porción sudeste, donde los valores oscilaron entre 20 y 23°C. El valor más alto, 30,9°C, se midió en la localidad de Colonia Almada, en Córdoba.
Las temperaturas mínimas se ubicaron dentro de los valores normales estacionales, entre 1 y 5ºC, con registros más elevados en la franja este de la zona GEA. El único sector con marcas por debajo del punto de congelación, entre 0 y -0,5°C, fue el noroeste donde se produjeron algunas heladas débiles. El registro más bajo del periodo, -0,5°C, se midió en las localidades de Hernando y Colonia Almada, ambas en Córdoba.
Con este panorama, las reservas de agua en el suelo mejoraron en el sudeste de la zona GEA alcanzando niveles entre adecuados y óptimos, incluso con algunos excesos. En el resto de la región las condiciones de humedad se mantuvieron similares a la semana pasada, entre regulares y escasas, con un avance de la condición de sequía sobre la franja oeste de la zona GEA.
Con las actuales condiciones, en los próximos quince días, se requieren entre 80 y 140 mm en la mayor parte de la zona GEA, mientras que en el sudeste los acumulados necesarios disminuyeron a valores entre 10 y 40 mm para alcanzar las condiciones de humedad óptimas.
Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco
La región pampeana comienza septiembre con sequía en oeste y excesos hídricos en el sureste
Agosto concluyó con un balance pluvial positivo, fundamentalmente por las oportunas lluvias que se desarrollaron los dos últimos días del mes sobre la franja este de la zona núcleo.
Finalmente, casi la totalidad de la región pampeana alcanzó los valores medios estadísticos considerados normales para agosto, curiosamente, gracias a dos significativos eventos muy distanciados entre sí. El primero cuando iniciaba el mes y el otro apenas antes de su finalización.
Entre ellos las semanas transcurrieron con un constante predominio de bajas temperaturas y algunas lloviznas débiles, de muy dispar distribución, que solo sirvieron para mantener la humedad acopiada antes de iniciarse el invierno.
Por debajo de la estadística quedaron la franja central de Santa Fe y el oeste de Córdoba, zonas donde agosto no sumó agua suficiente para llegar a los acumulados normales históricos, comprometiendo mucho el estado de sus limitadas reservas de agua.
Las precipitaciones con las que se despidió el mes fueron generosas sobre el sudeste de Santa Fe, superando los 30 milímetros. En el centro y noreste bonaerense incluso se superaron los 60 milímetros, excediendo los valores medios mensuales.
Distinto fue el escenario de la franja oeste, donde las precipitaciones presentaron una marcada disminución que dejó registros en torno a los 20 milímetros en el sudoeste santafecino y algo menores en el sudeste cordobés, llegando a ser nulas en el oeste de Córdoba, La Pampa y sudoeste de Buenos Aires.
El resultado del errático comportamiento pluvial que mantuvo el mes de agosto es una región pampeana dividida en dos. Las condiciones de sequía cubren toda la mitad oeste y se extienden hasta el norte de Santa Fe, Santiago del Estero, oeste de Chaco y el NOA. La mitad este presenta un abanico de estados hídricos que van desde regulares a excesos, con un gradiente que mejora a medida que avanzamos hacia el océano Atlántico.
Sin lugar a dudas, la gran ganadora de agosto fue Buenos Aires, y en especial el noreste provincial donde se concentran los excesos. Todo lo contrario se da en el extremo sur, donde predominan las condiciones de sequía.
Agosto quedó atrás, y septiembre se inició sin lluvias pero con una aceptable herencia pluvial.
Los pronósticos de corto plazo prevén ausencia de precipitaciones durante la primera década del mes y el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial comienza a aproximarse a los niveles Niña que condicionan precipitaciones por debajo de las normales sobre la región pampeana.
De todos modos nos encaminamos al intercambio estacional, que es cuando la oferta de agua muestra una mayor variabilidad aún con condicionantes de escala planetaria. Los sectores más beneficiados por los acumulados de agosto corren con ventaja, pero todavía hay tiempo para que las zonas con menores niveles de humedad se vean beneficiadas por mecanismos regionales que compensen un poco el déficit arrastrado, aunque siempre habrá mucho menos margen sobre la franja oeste del país.