Comenzó lentamente la siembra de trigo 2013/14 por el tiempo húmedo y las precipitaciones aisladas. El avance de siembra en la región es del 25% sobre las 650.000 ha de intención para el cereal en la zona núcleo. En general, llovieron de 50 a 60 mm en la región en mayo, con las condiciones agronómicas que aseguran una implantación sin limitantes hídricas. De todas maneras, la intencionalidad de trigo está por debajo de las 690.000 ha del año pasado.

Comenzó la siembra de trigo a pesar de las débiles precipitaciones que hubo en esta semana sobre GEA. Los acumulados oscilaron entre 4 y 14 mm y el registro más importante se observó en Ramallo (Buenos Aires) donde el total semanal marcó 18,4 mm.

En esta semana, los relevamientos sobre las intenciones de trigo señalan que son más las áreas en las que se implantarían entre 10% y 30% menos que el año pasado, en comparación con las que repetirían la intencionalidad del año pasado. Menor sería el peso de las áreas que registrarían algún tipo de crecimiento interanual. Todo esto está marcando una proyección de superficie triguera de 650.000 ha.

Al repasar un poco el nivel de siembra de las últimas dos campañas se observa que no ha sido posible recuperar el área de la 2011/12, cuando se implantaron 821 mil ha del cereal. De un relevamiento hecho con tecnología satelital, surge que en el 2012/2013 se habrían implantado 692 mil ha. A partir de estimaciones propias, se calcula que la superficie afectada por problemas de inundación y granizo habría sido de 27.500 ha. Se estimó el rinde promedio de la región en 26,5 qq/ha, a partir de lo cual se alcanzaron 1,75 millón de toneladas. Aparte que el nivel de producción unitaria fue bajo, hubo muchos problemas con la calidad de la mercadería recolectada.

Sobre esta historia arrancó la siembra de trigo de la 2013/2014. Las ventajas que tiene el cultivo para dicho ciclo son las muy buenas reservas de agua en los perfiles de la región y el hecho que, a diferencia del 2012, la cebada no se perfila como cultivo competidor del trigo. Las principales limitantes que se manifiestan a la hora de decidir la siembra son la falta de semilla de calidad y los altos rindes de indiferencia. En campos propios, los rindes de indiferencia oscilan entre 21 y 25 qq/ha, mientras que en campos alquilados se ubican entre 38 y 42 qq/ha.