El avance de la siembra de maíz es del 30% en la zona núcleo. Las lluvias fueron bienvenidas pero su comportamiento errático dejó a muchas zonas afuera. El trigo mantiene la condición hay áreas que si no reciben próximamente entre 20 y 30 mm empiezan a perder rendimiento.

El viernes 23/9 se produjeron nuevas lluvias que sumaron nuevos milímetros en el oeste de GEA, pero con sólo 5 a 18 mm. En los departamentos cordobeses los montos fueron más importantes, destacándose Bengolea con 18,4 mm. En el fin de semana del 17, y 18 (de setiembre) pese a las expectativas de lluvias importantes en toda la región pampeana, la tormenta visitó con escasos resultados la zona núcleo. De todas formas fueron muy bienvenidas las descargas ya que no se presentaban en las últimas 3 semanas. Se observaron tres núcleos relativamente importantes con acumulados superiores a los 20 mm: norte de la provincia de Buenos Aires, centro de Santa Fe y centro-este de Córdoba. El registro más alto fue el medido en Junín (Buenos Aires), con 27,2 mm. Si bien hubo precipitaciones, las mismas no fueron suficientes como para revertir la situación del suelo. Las reservas continúan escasas sobre gran parte de GEA, con algunas zonas que presentan características de sequía, especialmente sobre la provincia de Córdoba. Para humedecer la capa superficial del suelo y poder comenzar la siembra de los próximos cultivos con buena disponibilidad hídrica se necesitarían entre 100 y 120mm en los próximos 15 días, con estos acumulados, se alcanzarían reservas óptimas.

La siembra de maíz avanzó un 30% en la región núcleo respecto del área total de intención, y ha progresado geográficamente en función de la distribución de las lluvias en los privilegiados lotes que recibieron más de 10 mm. En todas las regiones coinciden en estimar que se necesitarían 20 mm como mínimo para retomar las labores de siembra. Ante la consulta de cuál sería la decisión a tomar si continúa la falta de agua en septiembre, algunos esperarán hasta fines de octubre, pero los productores de las zonas más necesitadas de agua y que aún no han comenzado a generalizar la implantación, opinan que esperarán las lluvias hasta los primeros días de octubre, si no pasaran a sorgo, maíz de segunda o directamente a soja.

También algunos empiezan a preocuparse por las bajas de los precios de futuros y podría ser otro factor que incida negativamente en la superficie final a implantar.

En cuanto al trigo está encañando con buen desarrollo en general, con cambios notables en la coloración y el crecimiento en los cuadros que han recibido 10 a 15 mm. Donde las lluvias no llegaron, siguen sufriendo el estrés y deberían llover entre 20 y 30 mm antes de fin de mes para no perder rendimiento.