Suelos saturados y bajos anegados. Sin embargo, la generalidad de los cultivos de verano se mantiene con muy buenas a excelentes condiciones en la región núcleo. La soja de primera se encuentra en formación de vainas, pero algunos lotes alcanzan el llenado de semilla con indicios de obtener excelentes resultados. La falta de piso condiciona la realización de las aplicaciones terrestres. Los fungicidas preventivos e insecticidas se aplican de manera aérea, lo cual aumenta los costos. Las estimaciones de rinde para maíz de primera fluctúan en los 100-105 qq/ha como promedio de la región. La campaña brinda la posibilidad de expresar rindes records para el cereal.

Lluvias muy intensas y de corta duración anegaron los suelos deprimidos de la región y complican el transito por los caminos rurales. Las pérdidas de los campos bajos comienzan a preocupar, sobre todo donde hay cultivos en sus primeros estadios. Exceptuando estos relieves, la generalidad de la soja de primera se califica como muy buena (51%) y excelente (32%). Los primeros lotes sembrados son grupos de madurez cortos que ya están iniciando el llenado de la semilla (R5). Estos cubren un 21% del área sembrada y apuntan a resultados de 40 a 50 qq/ha. El grueso de los lotes (60%) se centraliza en inicios de fructificación y plena fructificación (R3-R4). Hay presencia de isoca medidora (Rachiplusia nu) en niveles moderados y enfermedades de fin de ciclo como Septoria glycines y Cercospora kikuchii. La imposibilidad de entrar al lote ante la falta de piso demora las aplicaciones terrestres obligando al uso de aplicadores aéreo y, en consecuencia, aumentando los costos. Por otro lado, las malezas gramíneas presionaron fuertemente esta campaña, lo que derivó a reiteradas aplicaciones de graminicidas. En el caso de sureste de Córdoba, fue el yuyo colorado resistente el que causó dolores de cabeza a los productores.

La oleaginosa de segunda se encuentra en estadios vegetativos (40%), inicios de floración (43%) y los primeros cuadros sembrados están plena floración (17%), casi sin diferenciarse de lotes atrasados de soja de primera. La soja de segunda está cerrando el surco y tiene potencial ante el adelanto de la cosecha triguera. Sin embargo, en los bajos fue afectada por los anegamientos y dejó a un 2% de los sembrados en estado regular.

En contraste, la zona de noroeste de Buenos Aires, está muy justa con las reservas de humedad y los cultivos comenzaron a sentir esa escasez. La estación de General Villegas marca 37 mm en lo que va de enero, mientras que el resto supera holgadamente los 100 mm. El registro más llamativo es el de Classon, cuyo acumulado mensual llega a los 304 mm.

Las estimaciones de rendimientos para maíz de primera no descienden de los 100 qq/ha. Su condición es muy buena a excelente en su fase de llenado. El 90% de los componentes del rendimiento esta prácticamente definido y con este escenario climático se expresarían rindes records en los mejores lotes.

El maíz sembrado en diciembre presenta entre cinco a ocho hojas, aunque su amplia fecha de siembra permite encontrar maíces desde tres hojas a doce. Muy buena condición de crecimiento en el 60% de los cuadros. Si en el mes de febrero el tiempo acompaña, podría expresar muy buenos resultados. Hay presencia de cogollo en moderados niveles. Además, los técnicos están atentos a la aparición de tizón foliar.