Resumen del Informe Región Núcleo

Resumen del informe


Rosario, San Lorenzo, Iriondo, Belgrano, San Jerónimo y San Martín son departamentos santafecinos que terminan el 2012 con 1400 a 1900 mm de precipitaciones acumuladas en el año, cuando el registro histórico es de 900 a 1100 mm. Los daños que se observan en sus localidades, tras la semana en que las lluvias superaron los 200 mm, son notables.

El estado de los cultivos es muy variable en esta región de la zona núcleo. Se observan lotes en muy buen estado -en zonas altas y con buen drenaje- hasta otros con pérdidas totales por anegamiento -en áreas bajas-. En función de la fecha de siembra, el momento de ocurrencia de las lluvias, la cantidad de agua recibida y la ubicación del lote en el relieve, hay diferentes tipos de daño en los lotes. En las posiciones bajas, un pasaje lacustre domina el horizonte. También es frecuente encontrar lotes sin sembrar, cuadros implantados con sectores con agua en superficie y manchones con pérdidas de plantas que, en algunos casos, alcanzan a gran parte del lote. Llama la atención que hay cuadros que muestran una violentísima erosión hídrica y han perdido todo signo de cobertura vegetal quedando desnudos y encostrados. Otros, más afortunados, han tenido pérdidas de plantas en las borduras, pero las plantas revolcadas y embarradas se ven en la totalidad del lote. La violencia del evento se observa también en que la altura a la que llegó el agua y la fuerza de la escorrentía quedó marcada en algunas tranqueras, en donde se amontonaron los rastrojos y el barro.

El mayor daño se observa en los lotes de soja y sobre todo en sojas tardías o recientemente sembradas. Se recorrieron las localidades de Salto Grande, Totoras, Díaz, San Genaro, Las Rosas y Bouquet. Si bien se observó en toda la recorrida la problemática, la zona de Salto Grande, Totoras y, especialmente, Díaz exhiben elevados niveles de daños, de la naturaleza registrada en las imágenes de la gira.

Hacia la localidad de Díaz: La violencia del enorme volumen de agua desatado por las últimas lluvias tapó tranqueras con rastrojos y barro.