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Argentina cuenta con un consumo doméstico de trigo muy estable y dificultades para seguir incrementando la capacidad ociosa de la industria molinera, siendo el aumento de la exportación de harina el primer paso para seguir agregando valor.
Argentina cuenta con un consumo doméstico de trigo muy estable y dificultades para seguir incrementando la capacidad ociosa de la industria molinera, siendo el aumento de la exportación de harina el primer paso para seguir agregando valor.
La menor producción mundial del cereal impactaría sobre el comercio internacional, mermando el volumen de exportaciones. En contraposición, el consumo doméstico mundial aumentaría, reduciendo los stocks finales a un mínimo en nueve años.
Comienza a registrarse un pico de ingreso de camiones a puertos del Gran Rosario de la mano del avance en la trilla, aunque lamentablemente la recuperación de la producción luego de la histórica sequía ha quedado por detrás de lo que se esperaba.
Luego de una importante caída en agosto del 5,5%, la actividad se mantuvo estable durante septiembre mientras que registró una nueva disminución del 2,2% en octubre.
Los datos de octubre confirman un nivel de faena vacuna que sigue siendo elevado.