El último Censo Nacional Agropecuario del que la Argentina dispone de datos completos es el de 2002. Es decir, hace 16 años que no se realiza una fotografía completa y exhaustiva de la estructura agropecuaria. Desde entonces, han ocurrido cambios estructurales. El Censo Nacional Agropecuario es un barrido territorial que tiene el objetivo de dar cuenta de esos cambios, y buscará comprender una nueva ruralidad al identificar el conjunto de las actividades agrícolas, pecuarias, forestales y bio-industriales.

Dentro de esas transformaciones se encuentra el gran cambio tecnológico y la presencia de nuevos modelos de negocios en base al alquiler de tierras y la subcontratación de servicios agropecuarios. También hay otras modificaciones, como la extensión de la actividad agrícola pampeana hacia las denominadas economías regionales, la aparición de feed lots, la agricultura y la ganadería de precisión, entre muchos otros. Todo esto pone en evidencia la necesidad de identificar una realidad compleja.

Es pertinente remarcar que el Censo Nacional Agropecuario (CNA) releva el perfil de los productores, el uso de la tierra, las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, la existencia de maquinarias y equipos como la población rural. Es absolutamente necesario destacar que el Censo Nacional Agropecuario no pregunta valores monetarios, sólo se pregunta información física. Además, los datos aportados son confidenciales y están protegidos por la Ley 17.622; es decir, no se entrecruzan con ningún otro organismo, ya sea público o privado

El Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA) es fundamental para poder explicar cómo las diferentes actividades que se relevan contribuyen a la generación de riqueza. En primer término, va a proporcionar una fotografía actualizada del sector para el diseño y ejecución de políticas públicas nacionales, provinciales y locales. Pero también tendrá muchísimo valor para el sector privado, porque permitirá que los productores puedan conocer cuál es el volumen de actividad de su sector, cuánta gente está involucrada y dónde se encuentran esas producciones. Es decir, el productor contará con información indispensable que le permitirá diseñar distintos modelos de negocios antes de comenzar a invertir. En definitiva, el CNA ayudará a comprender una nueva ruralidad que nos permitirá saber cuánta gente vive en el campo y cuánta del campo.

La Argentina tiene unas 190 millones de hectáreas con capacidad agropecuaria y forestal, en donde funcionan, según estimaciones iniciales, entre 330 mil y 350 mil explotaciones agropecuarias. En consonancia con la complejidad del operativo, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos montó una estructura basada en la realización de convenios con cada una de las 24 jurisdicciones provinciales, encargadas de realizar el operativo de campo. La estructura de recursos humanos está compuesta por coordinadores provinciales, jefes de zona, supervisores, auxiliares y censistas, que en su totalidad son unas 3505 personas.

Sobre finales del primer semestre de 2019 entendemos que estarán disponibles los primeros resultados preliminares. Debe destacarse que, cuando se realizaba en soporte papel, los plazos antes de la obtención de los primeros datos eran mucho más dilatados, se tardaba entre un año, y un año y medio en disponer de la información. Hoy, con el uso de nuevas tecnologías, esos tiempos se reducen considerablemente. El CNA 2018 concluirá el barrido territorial el 31 de diciembre.

Llevó un tiempo prudencial de perfeccionamiento y adaptación el uso de nuevas tecnologías, en donde se tuvieron que realizar ciertos ajustes en el transcurso del operativo, pero que no afectaron la calidad de la información recabada. Como dije antes, los procedimientos con papel eran muy engorrosos. Había que repartir entre 300 y 400 mil formularios, luego había que llenarlos, recogerlos, verificarlos y controlarlos. Todo esto demandaba mucho tiempo, y tampoco estábamos exentos de los posibles errores al anotar algún dato. Con este nuevo diseño electrónico, parte de estos problemas se eliminan porque las inconsistencias saltan en el propio programa. Pero se suman otros inconvenientes, como la conectividad: sabemos que los servicios no son iguales a lo largo del país. El Sistema de Gestión también tuvo algunos inconvenientes por la cantidad de datos que maneja un operativo de estas dimensiones, pero somos muy optimistas en finalizar el Censo a fin de año y tener los primeros resultados en el primer semestre de 2019.