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El maíz alimenta la expectativa de una buena campaña en Argentina

JULIO CALZADA - BLAS ROZADILLA - DESIRÉ SIGAUDO
Si el clima acompaña, la producción de maíz crecería un 37% esta campaña llegando a las 44 Mt, según GEA. En soja, los excesos hídricos recortarían hasta el momento- 100 mil ha. En Brasil, la prolongada sequía llevó a Conab a reducir su pronóstico de soja 2018/19 en 1,3 Mt. Este recorte fue menor al esperado por los operadores y tuvo un impacto negativo en las cotizaciones de la soja en Chicago.


En la presente semana las mejores noticias para Argentina vinieron por el lado del maíz en materia de granos gruesos. En lo referido a la negociación en el mercado doméstico esta semana, se observó un volumen destacado de operaciones en el segmento del maíz. El creciente dinamismo estuvo impulsado por las compras de la exportación de mercadería con entrega en el mes de Febrero a US$145/t. Además, la oferta por maíz con entrega contractual osciló los $ 5.500/t, con posibilidad de mejoras para la mercadería con entrega inmediata. Las entregas Junio/Julio 2019, aumentaron su valor durante la semana alrededor de US$ 3/t, alcanzando los US$ 135/t el día jueves.

En lo relativo al mercado de la soja, este abrió la semana con mayor actividad que la semana anterior, aunque las operaciones perdieron dinamismo el día jueves con un retroceso del precio ofrecido por la oleaginosa tras la caída de los futuros en el mercado de referencia de Chicago. El precio de referencia de la Cámara Arbitral de Cereales para el día jueves 9 de enero fue de $ 9.050/t, retrocediendo $ 150/t desde el jueves pasado cuando el valor alcanzaba los $ 9.250/t. La caída de los precios en dólares fue de US$ 1,6.

Según datos de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, al 3 de enero, se completó el 86% de la siembra de maíz, que muestra un ritmo de avance 9 puntos porcentuales superior a la campaña pasada. Las principales provincias maiceras Buenos Aires y Córdoba son las provincias que lideran la siembra casi dando por concluidas las labores a esa fecha. En la provincia de Santa Fe la siembra avanza a un ritmo levemente menor que la campaña pasada y por detrás de Buenos Aires y Córdoba, completando al 3 de enero el 82%. Según las primeras estimaciones del cultivo por parte de GEA (Guía Estratégica para el Agro, BCR) los rindes santafesinos liderarían la performance de las principales provincias maiceras con 96,5 qq/ha, 26,5 qq/ha más que el promedio de la campaña anterior. Para Córdoba se espera un rendimiento promedio de 86,2 qq/ha y para la provincia de Buenos Aires 81 qq/ha. Entre Ríos viene atravesando un gran momento productivo y sus rindes promedios se ubicarían en 72 qq/ha.

Las estimaciones de GEA son muy auspiciosas respecto a la producción del maíz en Argentina en la campaña 2018/19. Con un rinde nacional estimado de 78,8 qq/ha (casi 5 quintales por encima de los rindes promedio de las últimas 5 campañas) se esperaría una cosecha de 44 millones de toneladas. Este volumen sería un 37% superior a la cosecha anterior, pero su concreción dependerá de las condiciones climáticas durante los próximos meses, claves tanto para el desarrollo de los cultivos ya implantados como para la siembra y desarrollo del maíz tardío.

Las precipitaciones que tuvieron lugar a lo largo de estas jornadas impactaron de manera diferente a las distintas zonas productivas del país. En la región pampeana, las lluvias acompañan el crecimiento y el desarrollo del maíz, que atraviesa su período crítico en muy buenas a excelentes condiciones. Las precipitaciones también fueron beneficiosas para el centro-norte de Córdoba, donde sirvieron para neutralizar la falta de agua que amenazaba el desarrollo de las plantas. Sin embargo, los acumulados en el norte del país resultan excesivos y dañarían los cultivos.
La soja, por su parte, se vería mucho más afectada por las importantes lluvias que dificultan la siembra y resiembra de la oleaginosa en el norte de Santa Fe y el suroeste de Chaco. Otras zonas también comprometidas por los acumulados pluviales que resignarán siembra son el centro-sur de Santa Fe, la provincia de Entre Ríos y el centro de Buenos Aires. Al 3 de enero, los productores argentinos llevaban sembrados el 90% del área objetivo, según datos de Agroindustria. GEA estimó que –hasta el momento- el área de soja nacional se recortaría en 100 mil hectáreas para ubicarse en 17,7 millones de hectáreas.

Las inclemencias meteorológicas que golpean a Argentina también afectan a Brasil, aunque a través del fenómeno opuesto: la sequía. La falta de lluvias y las altas temperaturas se extienden sobre gran parte del territorio brasileño y se espera que persistan durante, al menos, los próximos 10 días. Se estima un déficit hídrico general dentro del rango de 25-50 mm, aunque se observan déficits locales de hasta 75 mm. La falta de precipitaciones comprometió el desarrollo de la soja de primera y el llenado de la soja de segunda, en una campaña en la que los productores brasileños habían apostado fuertemente a su cultivo estrella alcanzado el récord de 36 millones de hectáreas sembradas. Los territorios más afectados fueron los estados de Mato Grosso y Paraná. En este último, los productores calculan pérdidas del orden del 30% en algunas zonas, según Aprosoja PR. Por el momento, los precios de la soja no reflejan este recorte productivo resultando en cotizaciones poco atractivas para los productores paranaenses. De cara a las próximas campañas, se espera que los menores recursos disponibles dada la disminución de las ganancias limite las inversiones.
La consultora privada brasileña AgRural, recortó el miércoles su estimación de la producción de soja de 121,4 millones de toneladas a 116,9 Mt. AgRural no descarta nuevas reducciones en la estimación de soja en caso de prolongarse el déficit hídrico. Brasil perdería el potencial de alcanzar una cosecha récord esta campaña.

El maíz, el otro cultivo de verano, también se ve afectado por la falta de agua y el excesivo calor. Las plantaciones del cereal más afectadas se encuentran en los estados de Paraná, aunque también se prevé un recorte en la producción de Santa Catarina y en el norte de Rio Grande do Sul. AgRural también hizo un pequeño ajuste en su previsión para la cosecha del maíz de primera, pasando de 27,2 Mt a 27,1 Mt.



Las únicas áreas del territorio de Brasil que no fueron alcanzadas por la sequía son el extremo norte del país y la zona sur del estado de Rio Grande do Sul. Este último, dada su ubicación geográfica, está siendo afectado por el exceso pluvial que impacta al sur del continente. Se estima que las áreas del sur de Rio Grande do Sul recibirán cerca de 125 mm por encima de lo normal, lo que podría generar inundaciones locales.

El Dr. José Luis Aiello analiza la problemática climática del MERCOSUR en otra nota consignada en el presente informativo semanal.

El día de ayer fue publicado el informe mensual de seguimiento de cultivos de la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (CONAB) con la actualización de las estimaciones oficiales de producción. La entidad redujo su pronóstico para la cosecha de soja 2018/19 a 118,8 millones de toneladas (Mt), 1,3 Mt menos que lo indicado en el informe de diciembre cuando se esperaban 120,1 millones. Este recorte fue menor al esperado por los operadores del mercado, por lo que tuvo un impacto negativo en las cotizaciones en el mercado de Chicago.

Para el maíz, no hubo cambios en las proyecciones para la safrinha, cuyo período de siembra recién comienza, pero si para el maíz de primera. En este cultivo, si bien se espera una reducción en el área de 20 mil hectáreas, la producción aumentaría poco menos de 100 mil toneladas como consecuencia de incrementos en los rindes.

Las estimaciones que no se podrán conocer serán las del Informe de Oferta y Demanda del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), cuya publicación estaba prevista para hoy 11 de enero y fue pospuesta debido al shutdown en el gobierno estadounidense por la no aprobación del presupuesto. Esto se suma a la suspensión de otras publicaciones, como los reportes de ventas de exportación, que afectan a los operadores del mercado ya que incrementan la incertidumbre en un contexto marcado por tensiones políticas y comerciales.

A pesar de que no serán publicadas las actualizaciones de las estimaciones realizadas por el USDA, como es habitual, la agencia Reuters ha realizado la encuesta entre diversos operadores que buscan pronosticar los datos que serán publicados en el informe.



A nivel global, las expectativas del mercado indican caídas en los stocks finales tanto para la soja como para el maíz en relación al informe del mes de diciembre. Para Sudamérica, se esperan recortes menores en la producción de maíz en Argentina y Brasil. Por el lado de la soja, se espera una caída en promedio de poco más de 200 mil toneladas en la cosecha de nuestro país, mientras que para Brasil la baja sería cercana a las dos millones de toneladas.

Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos dieron importantes novedades durante esta semana que tuvieron influencia directa en los mercados agrícolas. Entre lunes y miércoles, se llevaron a cabo en Beijing negociaciones entre equipos de representantes de ambas naciones que se extendieron por más tiempo de lo programado, tal como se indicó en la nota de trigo. Esto fue visto como una señal positiva de que se está trabajando seriamente para llegar a un acuerdo.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que China se comprometió a comprar "una cantidad sustancial" de productos agrícolas, energéticos y otros productos manufacturados de Estados Unidos, solo un día después de que Beijing dio a cinco cultivos modificados genéticamente (GM) la luz verde para la importación. Este hecho fue indicado como un gesto de buena voluntad hacia la resolución del conflicto comercial según dijo a Reuters un representante de China de una asociación de la industria agrícola de Estados Unidos.

Muchos participantes en el mercado ven las nuevas aprobaciones de GM en China, que incluyen tanto el maíz como la soja, como un paso más para finalmente aumentar las compras de granos estadounidenses. Pero otros tienen dudas sobre si este es realmente el plan y si hará alguna diferencia para el programa de exportación de los Estados Unidos.

Desde que los líderes de los dos países acordaron hace más de un mes trabajar para resolver sus problemas comerciales, el mercado ha estado especialmente atento a que China continúe comprando la soja de los EE.UU., pero existe la expectativa de que también se incluya el maíz.

En medio de estas negociaciones, a su vez, importadores chinos hicieron su tercera compra más grande de soja a Estados Unidos en un mes. Las firmas estatales chinas compraron al menos tres cargamentos de soja estadounidense el lunes, o alrededor de 180.000 toneladas, dijeron dos operadores con conocimiento del asunto. Uno de los operadores dijo que el total está cerca de 15 cargamentos, o alrededor de 900.000 toneladas. Indicadores positivos para alimentar la esperanza de que haya una solución duradera a este conflicto comercial.

La evolución del clima en Brasil, principal productor de soja a nivel mundial, constituye un importante fundamento para la cotización de los futuros de soja en Chicago. Los posibles recortes en la campaña brasileña de soja venían impulsando los valores las últimas semanas, complementándose con las expectativas del mercado de nuevas compras de soja estadounidense por parte de China. Sin embargo, el día de ayer, los derivados de la oleaginosa borraron el avance semanal con la máxima caída diaria el último mes y medio. Esto se debió a la presión por la falta de noticias acerca de nuevas compras chinas de productos agrícolas estadounidenses que disiparon el optimismo respecto a los comentarios de que China pronto compraría "una cantidad sustancial" de productos de Estados Unidos. A esto se sumó un recorte menor al esperado en las estimaciones de producción oficiales para Brasil.



El contrato de soja marzo en Chicago, el de mayor volumen operado, cayó US$ 2,21/t en la semana (- 0,66 %), pasando de US$ 335,38/t el jueves 3 de enero a US$ 333,17/t el día ayer. El maíz, que se vio afectado por la caída de la oleaginosa, finalizó ayer en US$ 148,12/t, evidenciando un descenso semanal de US$ 1,38/t (- 0,92 %), luego de tocar un pico en las negociaciones el viernes 4 de 150,78/t.