Sin dudas, todos los indicadores apuntan a una campaña histórica para las exportaciones de trigo argentino. Semana a semana se rompen marcas récords en compromisos de venta al exterior, compras de trigo en el mercado doméstico para tener asegurada la materia prima, ingreso de camiones a descargar cereal en puertos del Gran Rosario, etc. Sin embargo, con vistas a un balance de oferta y demanda muy ajustado para este año comercial, el sector exportador se ha apresurado a asegurarse la originación de la mercadería y, a la fecha, lleva comprado el 80% de los despachos estimados para toda la campaña, casi 10 puntos porcentuales por delante del volumen que tenía asegurado a esta misma altura del año anterior.

Con menor presión para salir a comprar mercadería, de momento el sector dejó de convalidar nuevos incrementos de precios, aunque la muy escasa disponibilidad de grano para lo que resta de la campaña hace prever que eventualmente la trayectoria de los precios retomará su sendero alcista, ya que a la larga tanto el sector exportador como sobre todo el molinero deberán pujar para hacerse del stock remanente.

Nunca en las cinco campañas anteriores había quedado a comienzos de febrero tan poco trigo para comprar en Argentina. Con una oferta total de 19,6 Mt entre producción y stock remanente de años anteriores, las compras de exportadores e industriales acumulan casi 11,8 Mt, dejando apenas unos 7 Mt de trigo disponible para ser comprado por los usuarios finales de grano en los meses que faltan hasta la nueva campaña. A la misma altura del año anterior la disponibilidad de trigo para compra superaba los 8 Mt, en tanto que en promedio los últimos 3 años quedaban cerca de 11 Mt.

En relación al continuo desfile de camiones por las rutas que desembocan en los puertos del Gran Rosario, si bien se descuenta que en febrero comience a decrecer el número de vehículos que trae trigo a la zona en relación a los meses previos, estos primeros 14 días del mes registró el segundo mayor ingreso de camiones con trigo en al menos siete años.

En efecto, estimamos que en la primera mitad del mes arribaron más de medio millón de toneladas de trigo al Gran Rosario, muy por encima de las 350.000 del año anterior y de las 300.000 toneladas promedio de los últimos cinco años. El volumen alcanzado este año sólo queda por detrás de las 630.000 toneladas que, estimativamente, se descargaron en la primera mitad de febrero 2017.

Con estos números, y frente al ingente volumen que arribó por camión al Gran Rosario desde noviembre (cuando comienzan a llegar los primeros lotes cosechados), las descargas ya superan los 5,5 millones de toneladas en apenas tres meses y medio, un récord histórico para este período. En el mismo período del año pasado la entrada de trigo rondaba los 4,85 millones de toneladas, un volumen similar al arribado entre noviembre de 2016 y mediados de febrero de 2017.

Analizando la situación del sector exportador, sobre un total de exportaciones estimadas para la campaña 2018/19 de 12,7 millones de toneladas, las ventas comprometidas con el exterior ya suman 7,4 Mt, o un 60% del total. Además, el sector exportador ya ha comprado 10,1 millones de toneladas de trigo, lo cual representa cerca del 80% de lo que se prevé despachar en todo el año comercial. Este ratio de grano asegurado sobre el total de venta previstas supera en casi 10 puntos porcentuales al del año pasado. Como referencia, con un volumen total de exportaciones muy similar al de la campaña 2016/17 (12,8 Mt), en ese entonces sólo se había comprado a febrero 7,3 Mt (contra esos 10,1 del año en curso). Ello demuestra que el sector ha optado por asegurarse el abastecimiento anticipado de la materia prima para no correr el riesgo de tener que salir a comprar a precios más altos en la segunda mitad de la campaña.

En relación al mercado internacional, la prima FOB para el trigo con origen argentino se revalorizó en enero perjudicando su competitividad lo cual suma argumentos al amesetamiento del nivel de actividad comercial. Con el trigo ruso mostrando igual trayectoria, el trigo estadounidense ganó competitividad externa limitando parcialmente la presión bajista que venían soportando los precios en Chicago.

Todos estos factores se vienen reflejando en la plaza local, donde son cada vez menos los compradores activos, al tiempo que los precios de compra caen significativamente. El precio de pizarra de la Cámara Arbitral tuvo una disminución semanal de 3,6% (de jueves a jueves), cerrando el día de ayer en $ 7.440/t. También las entregas de la próxima cosecha se desinflaron notablemente: en MATba, la posición de diciembre en Rosario tuvo una baja semanal de 9 dólares, ajustando ayer en US$ 175/t.