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No todas son pálidas: la soja y China le traen buenas noticias a Argentina

JULIO CALZADA
En el medio de tantos problemas domésticos económicos y sociales, hemos detectado una serie de indicadores que son positivos y favorables para la economía argentina. Estos surgen de estudiar la balanza comercial de la República Popular China, sus importaciones de productos agrícolas y las compras en el exterior de poroto de soja. La República Popular China es responsable del 65% del comercio mundial de poroto de soja y sus principales proveedores son Brasil, Estados Unidos y Argentina.

Vamos a analizar una serie de indicadores que son positivos y favorables para la economía argentina. Estos tienen que ver con la situación de la República Popular China, responsable del 65% del comercio mundial de poroto de soja. La citada oleaginosa es el principal cultivo que tiene nuestro país. China compró en el exterior en el año 2015 cerca de 81,7 millones de toneladas de poroto de soja y cerca de 820 mil toneladas de aceite de soja. En poroto de soja, Argentina proveyó el 11% de las importaciones chinas y el 63% de las compras de aceite de soja.

Los factores positivos que hemos encontrado para Argentina y que le son favorables son los siguientes:

Punto 1. Favorable para Argentina. Vienen creciendo las importaciones chinas de poroto de soja procedentes de Estados Unidos, Brasil y Argentina. En el último año las importaciones del Gigante Asiático crecieron un 14% y en los últimos 4 años se registró un incremento notable del 55%.
Punto 2. Favorable para Argentina. Vienen creciendo las ventas argentinas de poroto de soja a China. En el año 2014, China le compró a Argentina cerca de 6 millones de toneladas de poroto. El año pasado (2015) adquirió cerca de 9,4 millones de toneladas. En los últimos 4 años se registró un crecimiento importante del 20% en los volúmenes físicos comercializados.
Punto 3. Favorable para Argentina. El peso de las importaciones Chinas de poroto de soja sobre el total de las importaciones agrícolas de ese país tiende a ser cada vez menor.
Punto 4: Favorable para Argentina. El peso de las importaciones Chinas de poroto de soja respecto del superávit comercial chino es cada vez menor. Cuando se analiza el superávit comercial chino uno no deja de sorprenderse. Y cuando lo comparamos con la situación argentina nos provoca desaliento. El superávit comercial Chino pasó de 154 mil millones de U$S en el año 2011 a 593 mil millones de U$S en el 2015, un crecimiento notable. Argentina en el año 2015, en cambio, tuvo déficit comercial por 3.035 millones de U$S. Nuestra cifras, comparadas con China, son ínfimas. Argentina exportó 56 mil millones de U$S en el año 2015, China –en cambio- vendió al exterior 2.274 miles de millones de U$S. Nuestras exportaciones son apenas el 2,4% del total chino. Pero miremos el vaso medio lleno. Producto de ese gran crecimiento en el superávit comercial chino, el peso de las importaciones chinas de poroto de soja sobre este superávit comercial se viene reduciendo paulatinamente. Era del 19% en el año 2011 y fue descendiendo hasta alcanzar el 6% en el último año 2015. En otras palabras, el superávit comercial y sus exportaciones alcanzan perfectamente para pagar las importaciones de poroto de soja. Esto es relevante para que la demanda china de este producto siga sostenida y es un gran beneficio para los principales productores: USA, Brasil y Argentina.
Punto 5: Favorable para Argentina. Crece el superávit comercial chino y las importaciones agrícolas de ese país tienen un peso cada vez menor respecto de ese superávit.
Punto 6: Favorable para Argentina. China importa más alimentos que lo que exporta. Pero ese déficit comercial agrícola se viene reduciendo y va perdiendo peso frente al increíble superávit de la balanza comercial china.
Punto 7: Favorable para Argentina. Es muy bajo el peso que tienen las importaciones agrícolas chinas respecto del total de las exportaciones de ese país. Es de apenas el 5,5%. Una cifra bajísima. Y viene reduciéndose del 5,8% en el año 2014 al 5,5% en el 2015. .
Punto 8: Favorable para Argentina. Las importaciones agrícolas chinas son muy bajas respecto del total de importaciones de ese país. Representan apenas el 7%.
Punto 9: Favorable para nuestro país. Argentina es un país de baja relevancia para las importaciones Chinas. La ventas de productos agroalimentarios argentinos a China en el año 2015 ascendió a 5.099 millones de U$S. Esta cifra es apenas el 0,3% del total de las importaciones del Gigante Asiático y el 4% de las importaciones agrícolas chinas. Argentina es un país de escasa relevancia para las compras de China en el exterior.
Punto 10: Negativo para Argentina. Vienen cayendo las importaciones chinas de aceite de soja. China viene comprando cada vez menos aceite de soja. Las importaciones de aceite crudo de soja continua con una tendencia decreciente, con una contracción del 41% en valor en el año 2015 (pasó de U$S 1.092 millones en el 2014 a U$S 646 millones en el 2015) y de un 28% en volumen (de 1,14 millones en el 2014 a 0,82 millones de toneladas en el 2015). Esta contracción está en línea con una política de sustitución de importaciones mediante un aumento de la producción de la industria de molienda local, que sin embargo generan un aumento en la importación de porotos de soja. Esta mayor demanda de habas de soja favorece a Argentina.



En el medio de tantos problemas domésticos económicos y sociales, vamos a analizar una serie de indicadores que son positivos para la economía argentina. Estos tienen que ver con la situación de la República Popular China, responsable del 65% del comercio mundial de poroto de soja, el principal cultivo que tiene nuestro país. El año pasado, para esta época, analizamos la preocupación que siempre existe sobre los efectos que podrían ocasionar -sobre las importaciones chinas de poroto y aceite de soja- la desaceleración en la economía de China.

Volvemos a citar algunas cifras que muestran la relevancia de China en este mercado. China compró en el exterior en el año 2015 cerca de 81,7 millones de toneladas de poroto de soja y cerca de 820 mil toneladas de aceite de soja. En poroto de soja y a nivel de valor total importado, Brasil proveyó el 49% de las importaciones chinas, USA el 36%, Argentina remitió el 11% de las importaciones chinas y Uruguay el 3%. En aceite de soja, el 63% fue provisto por Argentina, el 23% por Brasil y Estados Unidos remitió el 9%

China es un actor central y clave para el futuro del mercado internacional de la soja y sus derivados.
Los indicadores positivos que hemos detectado son 9. El último, referido al aceite de soja, es perjudicial para Argentina. A continuación se analizan estos 10 factores.


Punto 1: Favorable para Argentina. Vienen creciendo las importaciones chinas de poroto de soja procedentes de Estados Unidos, Brasil y Argentina.

En el cuadro N°1 podemos observar, afortunadamente para Argentina, que las importaciones de poroto de soja de China vienen creciendo en los últimos 5 años. En el año 2011, China compró –principalmente a Estados Unidos, Brasil y Argentina- cerca de 52 millones de toneladas de poroto. Cuatro años después, en el año pasado 2015, adquirió cerca de 81 millones de toneladas. De esta forma, en el último año las importaciones del Gigante Asiático crecieron un 14% y en los últimos 4 años (desde el 2011 al 2015 en medición interanual) se registró un incremento notable del 55%. Recordemos que en el año 1998 las compras de poroto de soja de la República Popular China oscilaban las 4 millones de toneladas. Hoy son 81 millones. En la actualidad, el comercio mundial de poroto de soja se encuentra en las 132 millones de tn anuales. China es responsable del 65% de las importaciones mundiales de este producto.




Punto 2: Favorable para Argentina. Vienen creciendo las ventas argentinas de poroto de soja a China.

La soja es el principal cultivo de la Argentina y fuente principal de divisas para nuestro país. En el cuadro N°2 podemos observar que las ventas argentinas de poroto de soja a China crecieron en el último año un 57%. En el año 2014, China le compró a Argentina cerca de 6 millones de toneladas de poroto. El año pasado (2015) adquirió cerca de 9,4 millones de toneladas. En los últimos 4 años (desde el 2011 al 2015 en medición interanual) se registró un crecimiento importante del 20% en los volúmenes físicos comercializados.


Punto 3: Favorable para Argentina. El peso de las importaciones Chinas de poroto de soja sobre el total de las importaciones agrícolas de ese país tiende a ser cada vez menor.
Nos formulamos la siguiente pregunta: ¿Cuál es el peso de las importaciones chinas de poroto de soja respecto del total de las importaciones agrícolas de ese país? Como vemos en el cuadro N°3, en el año 2015 China importó productos agrícolas por 134 mil millones de dólares. Las importaciones de poroto de soja en dicho año ascendieron a casi 35 mil millones de U$S. Esto significa que el peso de las importaciones chinas de poroto de soja respecto del total de las importaciones agrícolas chinas fue del 26%. En el año 2011, las compras de poroto tenían un peso mayor: representaban el 35% del total de las importaciones agrícolas del gigante asiático. Año tras año, desde el año 2011 este indicador viene reduciéndose, lo cual es muy favorable para nuestro país.

El poroto de soja es el rubro más relevante dentro de las importaciones agrícolas de China. En el año 2015 el segundo lugar lo ocupó el sorgo con 2.971 millones de U$S (2,3% del total), tercero fueron las compras de cebada con 2.859 millones de U$S (2,2% del total), cuarto el aceite de palma refinado y en quinto lugar el algodón sin cardar.


Punto 4: Favorable para Argentina. El peso de las importaciones Chinas de poroto de soja respecto del superávit comercial chino es cada vez menor.

Cuando se analiza el superávit comercial chino uno no deja de sorprenderse. Y cuando lo comparamos con la situación argentina nos provoca desaliento. Como podemos observar en el cuadro N°4, la diferencia entre las exportaciones e importaciones chinas –es decir su superávit comercial- pasó de 154 mil millones de U$S en el año 2011 a 593 mil millones de U$S en el 2015, un crecimiento notable. Argentina en el año 2015 tuvo déficit comercial por 3.035 millones de U$S. Nuestra cifras, comparadas con China, son ínfimas. Argentina exportó 56 mil millones de U$S en el año 2015, China –en cambio- vendió al exterior 2.274 miles de millones de U$S. Nuestras exportaciones son apenas el 2,4% del total chino. Sin comentarios.


Pero miremos el vaso medio lleno. Producto de ese gran crecimiento en el superávit comercial chino, el peso de las importaciones chinas de poroto de soja sobre este superávit comercial se viene reduciendo paulatinamente. Era del 19% en el año 2011 y fue descendiendo hasta alcanzar el 6% en el último año 2015. En otras palabras, el superávit comercial y sus exportaciones alcanzan perfectamente para pagar las importaciones de poroto de soja. Esto es relevante para que la demanda china de este producto siga sostenida y es un gran beneficio para los principales productores: USA, Brasil y Argentina.


Punto 5: Favorable para Argentina. Crece el superávit comercial chino y las importaciones agrícolas de ese país tienen un peso cada vez menor respecto de ese superávit.

Este punto está relacionado con el anterior. Ahora en vez de analizar las importaciones de poroto de soja –en particular- vamos a evaluar el peso que tienen el total de las importaciones agrícolas chinas respecto del superávit comercial. China compra a otros países no sólo poroto de soja (es el principal producto importado) sino también una amplia y variada gama de productos: sorgo, cebada, aceite de palma refinado, algodón sin cardar, cueros enteros en bruto, fórmulas infantiles lácteas, lana esquilada, raíces de mandioca, maderas en bruto, semilla de colza, DDGS, carne bovina, vinos embotellados, harina de pescado, madera en placas, azúcar, maderas de pino radiata, leche en polvo infantil y descremada, tabaco, menudencias porcinas, sésamo, maíz, carne porcina congelada, aceite de palma, aceite de soja, arroz y otros productos.

Esas importaciones agrícolas se han mostrado relativamente estables en los últimos cuatro años. Oscilan entre los 125 y 135 mil millones de U$S. Pero como el superávit comercial chino viene creciendo de manera importante (pasó de 154 mil millones de U$S en el año 2011 a 593 mil millones de U$S en el 2015), el peso de las importaciones agrícolas viene siendo cada vez menor. Pasó de representar el 57% de superávit comercial chino en el año 2012 al 21% en el año 2015.

A modo de conclusión y como expresamos anteriormente, el superávit comercial chino alcanza perfectamente para pagar las compras de productos agrícolas que hace ese país en el exterior. Y lo hace cada vez más con mayor holgura.




Punto 6: Favorable para Argentina. China importa más alimentos que lo que exporta. Pero ese déficit comercial agrícola se viene reduciendo y va perdiendo peso frente al increíble superávit de la balanza comercial china.

La República Popular China presenta todos los años un déficit comercial agrícola. Por ejemplo, en el año 2015 el gigante asiático compró productos agrícolas por 125 mil millones de U$S y exportó cerca de 70 mil millones. Pero ese déficit comercial agrícola viene reduciéndose en los últimos años. En el año 2012 ascendía a 70 mil millones de dólares. En el 2015 se redujo a 56 mil millones de U$S. Si lo medimos en función del superávit comercial su incidencia viene reduciéndose paulatinamente. En el año 2012 el déficit comercial agrícola representaba el 30% del superávit comercial chino. Baja al 24% en el 2013, luego al 17% en el 2014 y se sitúa en el 9% en el último año (2015). Los datos constan en el cuadro N°6.
Esta paulatina reducción del peso del déficit comercial agrícola es muy favorable para Argentina y para aquellos países que le venden productos agrícolas a China.


Punto 7: Favorable para Argentina. Es muy bajo el peso que tienen las importaciones agrícolas chinas respecto del total de las exportaciones de ese país.

Nos remitimos ahora al cuadro N°7. Las exportaciones de bienes y servicios de un país son fundamentales ya que generan las divisas necesarias para adquirir los insumos, equipos, bienes de consumo y servicios que requieren los ciudadanos y empresas de ese país en el exterior. Las exportaciones chinas, como vimos antes, tienen una magnitud sideral: ascendieron en el 2015 a 2.274.000 millones de U$S. Las compras de productos agrícolas en el exterior de China son apenas el 5,5% del total de sus exportaciones. Una cifra bajísima. Y viene reduciéndose del 5,8% en el año 2014 al 5,5% en el 2015. Otro indicador favorable para nuestro país.



Punto 8: Favorable para Argentina. Las importaciones agrícolas chinas son muy bajas respecto del total de importaciones de ese país.
Vayamos al cuadro N°8. ¿Cuáles es el peso de las importaciones agrícolas chinas respecto del total de importaciones de ese país? Afortunadamente para nuestro país que vende productos agropecuarios a China, el peso es bajísimo. De apenas el 7%. En el año 2015, las importaciones agrícolas chinas ascendieron a 125 mil millones de U$S. En tanto que sus compras totales en el exterior ascendieron a 1.681 miles de millones de U$S. Importar soja y productos agrícolas para China no tiene un peso significativo sobre su balanza comercial. Esto es muy bueno para nuestro país.



Punto 9: Favorable para nuestro país. Argentina es un país de baja relevancia para las importaciones Chinas.
Veamos el cuadro N°9. La ventas de productos agroalimentarios argentinos a China en el año 2015 ascendió a 5.099 millones de U$S. Esta cifra es apenas el 0,3% del total de las importaciones del Gigante Asiático y el 4% de las importaciones agrícolas chinas. Argentina es un país de escasa relevancia para las compras de China en el exterior. Pensemos lo siguiente. Argentina vendió 5.099 millones de dólares en el año 2015 en productos agroalimentarios. La Unión Europea en el mismo período le vendió un total de 320.668 millones de U$S, computando todos los productos (agrícolas e industriales). Estados Unidos le vendió a China 148.737 millones de U$S, Japón 142.987 millones de U$S, Corea del Sur 174.518 millones de U$S. Argentina es un país menor, dentro del comercio internacional de China.

Recordemos que la balanza comercial agrícola bilateral muestra la disparidad que existe entre Argentina y China. Nosotros tenemos superávit y ellos déficit. Lo interesante es que el comercio bilateral entre Argentina y China presenta una alta complementariedad, ya que las exportaciones chinas hacia nuestro país son -en su casi totalidad- productos no agrícolas, mientras que sus importaciones desde Argentina están altamente concentradas en productos agrícolas. Conforme lo indica 'la Consejería Agrícola Argentina en China' los principales rubros que compra Argentina a China son computadoras, partes para aparatos receptores de radiotelefonía, radiotelegrafía, radiodifusión, televisión, videomonitores, videoproyectores, glifosato, motocicletas, componentes de teléfonos, partes de máquinas y aparatos para acondicionadores de aire, teléfonos celulares, lámparas y tubos fluorescentes, motocompresores herméticos para equipos frigoríficos, receptores decodificadores integrados, placas madre, entre otros.

En cambio Argentina le vende a China poroto de soja, aceite de soja, carne bovina, aceite de maní, tabaco, lana sucia, langostinos, alitas de pollo congeladas, suero lácteo, vino, aceites de girasol, calamares, etc.

Finalmente, dijimos antes que Argentina tiene una bajísima participación en las importaciones totales de China (apenas el 4%). En los rankings también estamos alejados de los primeros lugares. En el 2015 Argentina fue el quinto socio comercial de China en América Latina, subiendo dos peldaños en comparación al año anterior, detrás de Brasil, México, Chile. Esto fue como consecuencia de un incremento en las importaciones y exportaciones entre ambos países, que llevaron a que el comercio global rondara los U$S 14.529 millones, un 12,4% superior al registrado en 2014. A nivel de comercio agroindustrial, en 2015 Argentina fue el séptimo proveedor agroindustrial de China, y segundo en América Latina, por detrás de Brasil.

Punto 10: Negativo para Argentina. Vienen cayendo las importaciones chinas de aceite de soja.

China viene comprando cada vez menos aceite de soja. Las importaciones de aceite crudo de soja continua con una tendencia decreciente, con una contracción del 41% en valor en el año 2015 (pasó de U$S 1.092 millones en el 2014 a U$S 646 millones en el 2015) y de un 28% en volumen (de 1,14 millones en el 2014 a 0,82 millones de toneladas en el 2015). Esta contracción está en línea con una política de sustitución de importaciones mediante un aumento de la producción de la industria de molienda local, que sin embargo generan un aumento en la importación de porotos de soja. Esta mayor demanda de habas de soja favorece a Argentina.