Finanzas

Semana difícil con la mirada puesta en los -holdouts-

Julio Calzada

La semana que pasó quizás sea recordada con una de las más difíciles y complejas para la economía argentina desde la salida del plan de convertibilidad y el difícil año 2002. El lunes 16 de junio trajo la noticia al país y a los mercados de que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos había decidido no aceptar el pedido de la República Argentina de intervenir en la demanda que habían iniciado Fondos de Inversión y tenedores individuales de bonos por el no pago de títulos de la deuda pública nacional que habían sido “defaulteados” en el año 2002.

Al quedar firme el fallo del Juez Thomas Griesa, se le hacía exigible al Gobierno Argentino la obligación de pagar en efectivo –en el corto plazo- aproximadamente U$S 1.330 millones por estos bonos “defaulteados” y la posibilidad de que otros tenedores similares reclamen idéntico tratamiento por 15.000 millones de dólares adicionales.

El Gobierno Nacional expresó inicialmente que no acataría el fallo de la Justicia de Estados Unidos porque esto llevaría al país al default y que se analizarían alternativas con el Juez Griesa para llegar a un arreglo con los “holdouts”. Expresó además su intención de honrar el próximo pago de la deuda restructurada.  

Pero no hubo tregua con las malas noticias. A día siguiente, la agencia de calificación S&P bajó la nota de crédito soberano de Argentina a "CCC-" desde "CCC+", para reflejar el mayor riesgo de un incumplimiento de pagos de su deuda en moneda extranjera. El miércoles la situación se complicó aún mas, luego de que Corte de Apelaciones de New York decidiera levantar la medida cautelar que mantenía congelada la ejecución de las sentencias que ordenaban a Argentina a pagarles a los fondos buitre y que resguardaba a nuestro país del embargo a bienes argentinos en el exterior. El fantasma del default técnico y del embargo sobre activos argentinos aparecía con toda crudeza, al punto tal que un funcionario del Gobierno lo minimizó el jueves haciendo referencia a las aeronaves de nuestra línea de bandera.

Ese mismo día miércoles, despertó expectativas positivas la reunión en Estados Unidos de los abogados de la República Argentina con los acreedores en el despacho del Juez Thomas Griesa. Pero al no existir avances significativos en este encuentro, las dudas y la incertidumbre se reinstalaron en los mercados al día siguiente.

Como no podía ser de otra manera, la difícil semana tuvo su crudo impacto sobre el mercado de capitales local y se vio claramente reflejado en el índice Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. En la semana anterior, el índice había estado cómodamente situado por encima de las 8.000 unidades, cerrando el viernes pasado en 8.047,37. Con la pésima noticia del Lunes, la caída fue estrepitosa ese día cerrando en 7.235,11 unidades, una baja de aproximadamente 10% en un solo día. Los Bonos registraron bajas de consideración del orden del 13%. Un día realmente nefasto para la Bolsa local.

Posteriormente el martes, el MERVAL pudo recuperarse para cerrar en el orden de las 7.500 unidades. Lo mismo sucedió el miércoles 18 de junio cuando llegó a 7.727,67, reflejando un 2,94% de aumento en ese día. Pero la gran incertidumbre reinante y la falta de definiciones en la posible negociación con los acreedores, hizo bajar fuertemente a la Bolsa porteña el jueves. El índice llegó a perder el 4,91% por ciento en el último día de la semana para cerrar en 7.347,64 unidades. Las peores bajas las evidenciaron Edenor (–10.17%) y Grupo Financiero Galicia (–6.78%).

El jueves, los títulos públicos argentinos nominados en moneda extranjera mostraron fuertes bajas. El DICA (Bono discount en U$S/Ley Arg.) mostró una caída del 4.76%, el Global 2017 cayó un 4.27% y el Discount en U$S (Ley New York) registró una baja del 4.16%. El temor a un default técnico y sus impredecibles consecuencias marcaron la fuerte volatilidad de la semana y la importante baja de estos bonos sobre el cierre de la semana.

Ante este difícil panorama, la divisa norteamericana –en el mercado oficial- operaba a $ 8,1317 por dólar el Jueves 19, el dólar bolsa o MEP cotizaba a $ 10,85 y el Contado con Liquidación promedio bonos lo hacía en el orden de los $ 10,50 por dólar. El Banco Central de la República Argentina adoptó durante la semana una posición sumamente prudente, cuidando de manera minuciosa las ventas de dólares y deprimiendo los volúmenes negociados. Las operaciones en el mercado mayorista fueron mínimas y la autoridad monetaria llegó a comprar el miércoles cerca de u$s 40 millones. También existió cautela de parte de los exportadores en la liquidación de divisas.  

Por otra parte, la falta de definiciones luego de la reunión entre el juez Thomas Griesa y los abogados argentinos en Nueva York dejó a la plaza desde el miércoles casi sin operaciones de venta en el mercado informal del dólar. Esto continuó posteriormente durante el día jueves, al influjo del anuncio de que no viajaría la semana próxima una misión del Gobierno Argentino a los Estados Unidos para negociar con los “holdouts”. Como era lógico esperar, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el informal creció de manera significativa esta semana, ubicándose el día de cierre (jueves 19) en aproximadamente el 55%.