Indicadores Climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

El miércoles regresa la inestabilidad

Sigue el frío y la estabilidad. Pero el último día del período de pronóstico semanal muestra condiciones de inestabilidad en zonas aisladas de GEA y desarrollo de tormentas dispersas.

 La semana comprendida entre el jueves 31 de marzo y el miércoles 6 de abril presentará condiciones de tiempo mayormente estables. Solo el último día del período de pronóstico mostrará condiciones de inestabilidad en zonas aisladas de GEA, con el potencial desarrollo de algunas tormentas dispersas. La presencia de una masa de aire frío y seco que domina toda la porción central del territorio nacional genera  condiciones de tiempo estable en toda la zona GEA, con temperaturas bajas y escaso contenido de humedad. La estabilidad se prolongará durante toda la semana de análisis y sólo durante el domingo podría observarse un aumento de la cobertura nubosa, sobre el norte de la región, pero sin llegar a provocar precipitaciones.

Durante el jueves 31 se registrarán las temperaturas más bajas del periodo, ya que la masa de aire frío y seco estará en su momento de mayor potencial. A partir de ese día, la presencia de escasa nubosidad y viento del sector norte irán aumentando progresivamente las marcas térmicas, que alcanzarán los valores más elevados en el comienzo de la próxima semana.

La cobertura nubosa se mantendrá prácticamente ausente durante los próximos siete días, salvo momentos puntuales durante el domingo 3.

La circulación del viento será predominante del sector norte, con leve intensidad, favoreciendo el ascenso térmico.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera también será muy escasa, recién hacia el final del periodo de pronóstico se prevé que, con la presencia del viento constante del sector norte, comience a aumentar el contenido de humedad de manera más significativa en toda la región.

 

 

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias puntuales de 20 mm

Entre el jueves 24 y el miércoles 30 de marzo hubo lluvias aisladas, entre débiles y moderadas, en la región GEA.

En promedio se observaron registros cercanos a los 20 mm en zonas puntuales, como el caso del norte de Buenos Aires y el sudeste de Santa Fe. El dato más destacado fue de 20 mm en las localidades de Lincoln y General Pinto en Buenos Aires y en Zavalla en Santa Fe.

Las temperaturas presentaron valores máximos superiores a los promedios para la época del año, con registros entre 30ºC y 33ºC, muy similares a los de la semana anterior. La marca más elevada se medió en la localidad de Maggiolo, Santa Fe, con 34,5ºC. Cabe destacar que toda la región presentó valores superiores a los promedios estacionales.

Las mínimas se mostraron inferiores a los valores medios para el mes de marzo, y levemente por debajo de los del periodo previo. Las temperaturas oscilaron entre 5ºC y 7ºC y el valor más destacado fue medido en las localidades de Monte Buey y Guatimozín, ambas en Córdoba, con 3,4ºC.

Con este panorama se observa que las condiciones hídricas se mantienen relativamente parejas dentro de la zona GEA, y se han estabilizado las buenas reservas de humedad en la mayor parte de la región. Todavía quedan sectores con reservas escasas, especialmente sobre el centro de Córdoba, pero son áreas que se van acotando cada vez más.

Analizando la tendencia para los próximos quince días, todavía se necesitan registros de lluvia moderados en parte de Córdoba, aunque sobre zonas más restringidas, con promedios entre 60 y 80 mm para alcanzar condiciones óptimas. En el resto de GEA no se necesitan lluvias significativas para mantener buenas reservas de humedad edáfica.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Las precipitaciones de marzo fueron muy eficaces

Marzo termina con algunas precipitaciones de escasa intensidad y cobertura que no cambian el resultado pluvial del último mes del verano.

El avance de un frente frío hacia el centro del país provocó lluvias y tormentas en general débiles pero con la presencia de algunos eventos puntuales con valores moderados.  

Dentro de la región pampeana, las precipitaciones estuvieron acotadas a dos sectores en particular. Uno fue el extremo sudeste bonaerense y el otro, la zona comprendida por el sudeste Santafecino, noreste de Buenos Aires y sur de Entre Ríos. Los acumulados en estas regiones fueron de escaso volumen, en promedio entre los 5 y los 20 milímetros, acompañados de un importante descenso de las temperaturas.

La otra región alcanzada por el tránsito del sistema frontal hacia el norte del país fue el NEA, principalmente el este del Chaco, Corrientes y Misiones, donde los fenómenos alcanzaron una mayor intensidad, dejando como saldo registros entre los 30 y los 70 milímetros.    

Las precipitaciones a lo largo del mes de marzo fue muy eficaz permitiendo que la mayor parte de la región pampeana, el NEA y la Mesopotamia alcanzaran, y en algunos casos superaran, los valores normales de precipitación, llegando incluso a valores de exceso sobre el noreste argentino.

Pero en Córdoba el verano concluye con una deuda en milímetros que no lograron saldar las reiteradas incursiones de los sistemas frontales durante el trimestre estival y las buenas precipitaciones del intercambio estacional.

Este comportamiento diferencial, que benefició en mayor medida la franja este del país, se ve claramente reflejado en el estado actual de las reservas de agua en el suelo, que muestran un marcado contraste entre los excesos del NEA y los sectores de escasez en la franja central Cordobesa.

Con la recuperación que presentan los perfiles, las condiciones de buen tiempo previstas para la primera semana de abril se transforman en una buena noticia teniendo en cuenta la necesidad de continuar las tareas de cosecha interrumpidas por la intermitencia de las lluvias.

Más allá de las proyecciones que se están analizando en cuanto a la evolución futura de los forzantes de escala global, si se mantiene el buen funcionamiento que han tenido los fenómenos de escala regional en los últimos cuarenta y cinco días, es posible pensar en un inicio de abril que mantenga un régimen normal de precipitaciones.