INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Sin lluvias sobre GEA durante los próximos siete días

La semana comprendida entre el jueves 13 y miércoles 19 de octubre no se prevén precipitaciones significativas sobre la región GEA. Si bien pueden presentarse algunos momentos con cierta inestabilidad, en general, no habrá eventos importantes en los próximos siete días.

Las temperaturas serán más constantes a lo largo de este período de pronóstico. Si bien se producirán algunos ascensos y descensos moderados, los mismos no serán tan extremos como en los últimos días del periodo anterior. En general, sobre la región GEA, se registrarán temperaturas cercanas a los promedios estacionales con valores acordes a la época del año, tanto mínimas como máximas. Cabe destacar que sobre el sur de la región podrían generarse algunas heladas débiles y aisladas durante la mañana del viernes. Las temperaturas máximas más elevadas se medirán hacia el final del período de pronóstico.

La circulación del viento mantendrá una importante componente del sector sur el día jueves, provocando el descenso térmico que se mantendrá hasta el viernes por la mañana. Luego rotará al sector norte potenciando el leve y progresivo ascenso de los registros térmicos, tanto mínimos como máximos. La intensidad del viento será moderada, aunque la componente norte podría mostrar mayor intensidad.

La cobertura nubosa será escasa y el cielo permanecerá mayormente despejado. Sólo en el inicio del período podrían observarse algunos sectores con más nubosidad acompañando la leve inestabilidad, pero rápidamente se disipará dejando cielo despejado por el resto de la semana.

La humedad en las capas bajas de la atmósfera también será relativamente importante el inicio del período, incluso con la probabilidad de alguna llovizna aislada, pero luego esta situación cambiará con el ingreso de la masa de aire frío y seco que provocará una importante disminución de la humedad en toda la región.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Heladas durante el domingo 9 de octubre en GEA

La semana comprendida entre el jueves 6 y el miércoles 12 de octubre prácticamente no se registraron precipitaciones sobre la zona GEA. Sólo algunas de las estaciones que componen la red GEA midieron lluvias en los últimos siete días pero con escasos acumulados. Uno de los datos más destacados fue el de la localidad de Irigoyen, en Santa Fe, con un total de 3,4 mm, seguida por Chacabuco, en Buenos Aires, con 2,8 mm. El resto de la región no registró precipitaciones.

Las temperaturas presentaron valores muy superiores a los promedios para la época del año y levemente por encima de los de la semana pasada. Los registros máximos se mantuvieron entre 30ºC y 32ºC. El registro más elevado fue medido en la localidad de Noetinger, en Córdoba, con una temperatura de 33,7ºC. Las mínimas fueron inferiores a las medias normales estacionales y por debajo de las registradas el periodo anterior, mostrando una gran amplitud térmica en los últimos siete días. Incluso hubo zonas con registro de heladas, con marcas que oscilaron entre 2ºC bajo cero y 1ºC. El dato extremo fue el de la localidad de Hernando, en la provincia de Córdoba, con 2,9ºC bajo cero.

 

Debido a los prácticamente nulos acumulados de lluvia, y a la gran variabilidad térmica medida en los últimos siete días, las condiciones de humedad en toda la zona GEA siguen siendo muy malas. Prevalecen las características de sequía en toda la región. En los próximos quince días se mantiene la necesidad de lluvias extremadamente abundantes en Córdoba, con promedios que ya superan los 160 mm para lograr condiciones óptimas en el perfil del suelo. En el resto de GEA las lluvias necesarias para alcanzar niveles adecuados de humedad edáfica se ubican entre 100 y 140 mm.

 

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

La primera quincena de octubre continua con comportamiento pluvial reticente al igual que  septiembre

“El Atlántico tampoco está colaborando”

Ya hemos transitado casi la primera quincena del mes y, al igual que septiembre, octubre está muy lejos de dar una respuesta a la difícil situación que vienen atravesando los cultivos de invierno.

Desde la salida del invierno, el sector más comprometido fue la zona núcleo del centro del país pero, con el avance de una primavera en la que prevalece la ausencia de precipitaciones, el déficit y por consiguiente la presión sobre el desarrollo de los cultivos, se fue extendiendo a todos los sectores productivos de la región pampeana.

La ausencia de circulación cálida y húmeda desde el norte del país se ve relegada por el ingreso cíclico de sistemas frontales fríos, muy poco productivos, que dejan como saldo una pobre oferta de agua y un clima fresco y estable. Por eso, las temperaturas, tanto máximas como mínimas, están alcanzando registros inferiores a los normales de octubre.

El frente frío que ingresó hacia el centro del país durante el último fin de semana provocó precipitaciones débiles y concentradas sobre el sudeste bonaerense, pero al mismo tiempo generó heladas moderadas. Éstas son poco frecuentes para octubre y castigaron con dureza a los trigos que todavía lograban superar la sequía.

El estado que presentan las reservas de agua en el suelo no es otra cosa que el esperado considerando el comportamiento deficitario que tuvo el invierno y le sumamos una primavera que hasta el momento mantuvo precipitaciones muy por debajo de la media.

El panorama es sumamente crítico a las puertas de la campaña gruesa y el avance de octubre se hace bajo una enorme presión por una urgente mejora pluvial. Debería producirse un cambio rotundo y generalizado de las lluvias entre la segunda quincena de octubre y el comienzo de noviembre para contar con un escenario viable para las siembras de la gruesa.

Pero, por el momento, los indicadores del Pacífico Ecuatorial Central cumplen con las proyecciones y la Niña mantendrá su efecto negativo los próximos meses. Sumado a esto el Atlántico tampoco está colaborando, ya que las corrientes de agua cálida no logran imponerse para compensar, al menos en parte, el efecto adverso de “La Niña” sobre el centro del país.

A escala más regional, los sistemas frontales han sido poco eficientes para generar inestabilidad por la ausencia de una provisión de humedad en las capas bajas de la atmósfera que permita el desarrollo de lluvias y tormentas generalizadas.  

Los pronósticos de corto plazo no muestran cambios de relevancia en la dinámica atmosférica que prevalece desde el inicio del mes. Probablemente habrá que esperar hasta la última semana del mes para que aparezca algún aporte de agua.  Con el estado actual de las reservas, seguramente no será suficiente para iniciar adecuadamente la campaña gruesa.

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