INDICADORES CLIMÁTICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Descenso de la temperatura

Un cambio en la masa de aire que provocará un descenso generalizado de las temperaturas. Los días sábado y martes hay chances de precipitaciones sobre la región.

La primer parte de la semana comenzará con buenas condiciones meteorológicas y una masa de aire fría ocupando gran parte del territorio. Producto de este ingreso de aire frío no se descarta la ocurrencia de algún chaparrón aislado, en particular sobre el noroeste Buenos Aires, en la primera parte del sábado 15.

La  probabilidad de precipitaciones vuelve a aumentar hacia el final del martes 18 de abril, principalmente en el centro y sur de la zona GEA, debido a la llegada de un nuevo sistema frontal frío. Este frente se desplazará rápidamente provocando que las condiciones meteorológicas mejoren durante el día miércoles, acompañadas por una intensificación de la velocidad del viento del sector sudoeste que se mantendrá hasta las últimas horas de la tarde.

Las temperaturas sufrirán un importante descenso, aunque dentro de los valores normales estacionales. Con el correr de los días los registros de temperatura máxima tenderán a ascender lentamente, alcanzando los valores más altos el lunes 17. Se prevé que las mismas podrían oscilar entre 24 y 26°C. Luego, con el pasaje del segundo sistema frontal se espera un descenso de los valores máximos, pero en forma temporal, ya que en el final del periodo de pronóstico los valores ascenderán nuevamente de manera generalizada.

Las temperaturas mínimas también experimentarán un leve descenso a partir del día jueves, llegando a marcas entre los 6 y 8°C. La nueva irrupción de aire frío provocará, a partir del miércoles 19, una fuerte disminución de los registros en el área GEA que alcanzarán valores cercanos a los 4°C.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Hubo dos núcleos de lluvias

Uno en Buenos Aires, con centro en la localidad de Pergamino, donde se midieron 10 mm y otro en el sudeste de Córdoba, con centro en Canals, con igual registro. En el resto del área GEA no se recibieron precipitaciones durante el periodo.

Las temperaturas semanales se ubicaron por encima de las normales estacionales, con valores máximos que oscilaron entre los 31 y 33°C en el noroeste de la zona GEA. En el resto de la región los registros rondaron los 29 a 31°C. El valor más alto, 32.6°C, se midió en Irigoyen, Santa Fe, seguido por Rosario y Pujato, en la misma provincia, con una máxima de 32.4°C. Las mínimas oscilaron entre los 11 y los 13°C. El núcleo de valores más bajos se concentró  en la zona de Chacabuco, Junín y Rojas, aunque el valor extremo fue el de Junín con 9.9°C.

Con este panorama, y la distribución pobre y errática de las precipitaciones, solo se produjo una leve recarga de la humedad del suelo en el oeste de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, mientras que persisten las condiciones de sequía en la zona centro y este de Buenos Aires, aunque con algunos sectores que pasaron de sequía a humedad escasa. En el oeste de la zona GEA se mantienen las condiciones de regulares a adecuadas, con algunos sectores puntuales donde se alcanza la condición óptima.

Debido al estado actual de la humedad edáfica, en Santa Fe, Buenos Aires y este de Córdoba se requieren, en los próximos quince días, acumulados de precipitación entre 80 y 120 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas en el suelo, mientras que en el oeste del área GEA estos valores se reducen a totales de 0 a 60 mm.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Otoño con mayor recurrencia de lluvias de mejor volumen y más generalizadas  centro de la región pampeana

Los últimos siete días mantuvieron un ambiente cálido, más acorde con condiciones de primavera que de otoño, y un comportamiento pluvial alejado de los reiterados sistemas frontales que caracterizaron la segunda quincena de marzo.

Las lluvias de esta semana tuvieron un comportamiento errático y pobre en la mayor parte de la región pampeana, con tormentas muy puntuales que solo en algún caso aislado superaron los 10 milímetros.

Si bien estos aportes de agua, en un contexto de menor requerimiento atmosférico, favorecen la recuperación de la humedad en los perfiles, lo hacen de manera muy dispar dificultando una mejora generalizada como la necesaria para avanzar con la fina en condiciones adecuadas.

Un claro ejemplo es la franja centro norte de Buenos Aires, zona más castigada por la prolongada sequía, que mantiene una importante anomalía negativa y requiere de acumulados mucho más generosos, superiores a los 100 milímetros, para lograr una recuperación plena.

De todos modos, con un escenario de neutralidad en el Pacífico y un otoño que recién se inicia, es lógico esperar que el desbloqueo de circulación, que se consolidó a mediados del mes anterior, seguirá favoreciendo la incursión de sistemas frontales que posibilitarán una mayor recurrencia de lluvias con mejor volumen y más generalizadas al centro de la región pampeana.

En el corto plazo las precipitaciones seguirán siendo reticentes pero un importante cambio de la masa de aire provocará un descenso generalizado de las temperaturas y la transición a condiciones típicamente otoñales que seguramente serán definitivas.