Indicadores climáticos


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Domingo y lunes con chances de lluvias

La llegada de un frente frio provocara precipitaciones aisladas desde la tarde/noche del día domingo, principalmente sobre Córdoba. El lunes la probabilidad de precipitaciones aisladas se extenderá a toda la zona GEA.

Durante el sábado 22 un sistema frontal frío se desplazará hacia el centro del país provocando la rotación del viento al sector sudeste aunque no se espera la ocurrencia de precipitaciones hasta la tarde/noche del día domingo, cuando una perturbación en altura, procedente del Océano Pacífico, potenciará el aumento de la inestabilidad y la posibilidad de chaparrones aislados e intermitentes, principalmente sobre Córdoba. Estas condiciones se mantendrán hasta el lunes 24 cuando la probabilidad de precipitaciones aisladas se extenderá a toda la zona GEA, de oeste a este. Posteriormente las condiciones tienden a mejorar volviéndose estables hasta el final del periodo de pronóstico.

Las temperaturas máximas experimentarán un lento pero paulatino ascenso a partir del día jueves, alcanzando los valores más altos el miércoles 26 de abril, se estima que las mismas podrían oscilar entre los 26 y 28°C en el centro y norte del área GEA y en valores cercanos a los 26°C en el resto de la región. Los registros mínimos tendrán un comportamiento similar y se mantendrán bajos hasta el jueves 20, aunque dentro de los normales estacionales, entre 3 y 5°C. A partir de ese día ascenderán lentamente alcanzando los valores más altos, entre 12 y 15°C, hacia el final del periodo analizado.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Precipitaciones aisladas

Los registros más importantes se midieron en Buenos Aires. El valor más alto, 25,4 mm, fue el de Lincoln, mientras que en la ciudad vecina de Gral. Pinto se totalizaron 20.4 mm. En Córdoba hubo un segundo núcleo de acumulados elevados, con valores que oscilaron entre los 10 y 15 mm en la zona de Pozo del Molle.

Las temperaturas presentaron valores acordes a la época del año y los registros máximos más elevados, cercanos a los 26°C, se midieron en el norte del área GEA. En el resto del área las marcas variaron entre 22 y 24°C. El valor extremo, 25.8°C, se registró en Pozo del Molle, Córdoba, seguido por Bellville, en la misma provincia, con 24.8°C. Las mínimas fueron inferiores a las de la semana anterior, ya que oscilaron entre los 2 y los 7°C en forma generalizada. El valor más bajo del periodo, 2.7°C, se registró en las localidades de Junín y Hernando.

Con este panorama, y los montos dispares de precipitación recibidos durante la semana, se produjo una leve recarga de humedad en el oeste de Buenos Aires y sur de Santa Fe. Las precipitaciones continúan siendo insuficientes sobre el centro/este de Buenos Aires donde persisten las condiciones de sequía aunque, con las lluvias recibidas, en algunos sectores puntuales el estado de las reservas pasó de sequía a escasez. En el oeste del área GEA se mantienen las condiciones de regulares a adecuadas, y en algunos sectores puntuales se alcanza la humedad óptima.

Con las condiciones actuales en Santa Fe, Buenos Aires y este de Córdoba se requieren, en los próximos quince días, acumulados de 80 a 110 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas de agua en el suelo, mientras que en el oeste de la zona GEA estos valores se reducen a totales entre 0 y 60 mm.

 

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

Abril: solo completó entre un 10 al 30% de las lluvias

Terminando la segunda década de abril las precipitaciones, en la mayor parte de la región pampeana, solo han completado entre el 10 y el 30% de los acumulados que normalmente suele proveer el cuarto mes del año.

Después del cambio de escenario que se produjo en el arranque del otoño las lluvias mantuvieron un comportamiento errático y dispar.

Las masas de aire frío, que con mayor frecuencia incursionaron desde principios de mes, no fueron suficientes para proveer el agua requerida en forma generalizada. Solo se desarrollaron algunas tormentas de mejor volumen en zonas puntuales, aunque lejos de los sectores con perfiles que mayor aporte necesitan para su normalización.

Las condiciones de sequía se mantienen en el centro de la zona núcleo aunque las reservas de agua en el suelo lograron algunas mejoras y características cercanas a las adecuadas en regiones acotadas, como el sudeste de Buenos Aires, sudoeste de Córdoba, norte de Santa Fe y parte de Entre Ríos.

El fin de tres años de sequía que planteó el comienzo del otoño fue un alivio, y el regreso a condiciones de neutralidad del Pacifico Ecuatorial una condición necesaria para regularizar el régimen pluvial, pero la recuperación de la humedad perdida en los perfiles requiere de mucho más.

En condiciones de neutralidad depender de acumulados de precipitación dentro de los valores medios históricos hasta el inicio de la campaña fina supone todo un desafío considerando el déficit hídrico arrastrado. Pero el escenario podría ser más complejo si, tal como ocurrió hasta ahora, las lluvias de abril y eventualmente mayo se consolidan por debajo de la media, como ha sucedido en doce de los últimos treinta años.

Los resultados de campañas anteriores indican que las siembras iniciadas con reservas adecuadas dan resultados aceptables aun con lluvias escasas pero, por el contrario, una buena provisión de agua pocas veces puede corregir favorablemente las dificultades de sembrar con perfiles empobrecidos.

Por el momento, los pronósticos no muestran, en el corto plazo, sistemas precipitantes que puedan recomponer los valores estadísticos de los primeros veinte días de abril pero, sin condicionantes negativos de gran escala, y total dependencia de los mecanismos regionales, siempre es posible la presencia de algún evento disruptivo que compense las estadísticas antes de fin de mes. El cambio de tendencia está en marcha pero las soluciones pluviales están llegando más lento de lo esperado.