INDICADORES CLIMATICOS


Lo que viene, el pronóstico para la semana próxima en la región núcleo

Víspera navideña con lluvias

Probabilidad de lluvias y tormentas aisladas con mejoramientos temporarios a partir del viernes 22 hasta la madrugada del lunes 25 de diciembre.

El periodo comprendido entre el jueves 21 y el miércoles 27 de diciembre comienza con buenas condiciones, pero va a cambiar rápidamente: la madrugada/mañana del viernes 22 aumentan las probabilidades de inestabilidad, favoreciendo la ocurrencia de chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes en el sur de la zona GEA.

Las condiciones inestables se generalizarán durante el sábado 23, principalmente hacia la tarde/noche y se mantendrán hasta la madrugada del lunes 25 de diciembre.

Durante este periodo se esperan lluvias y tormentas aisladas con mejoramientos temporarios. Posteriormente retornan las buenas condiciones meteorológicas hasta el final del periodo de pronóstico, momento en el que no se descarta algún chaparrón aislado en la zona GEA.

Las temperaturas se presentarán en ascenso alcanzando máximas entre 32 y 34°C durante el sábado 23 y algo inferiores el domingo. El lunes 25 se espera un leve descenso térmico debido a la irrupción de una masa de aire más fría que se modificará rápidamente debido a la época del año. Este descenso durará un día, luego los registros tienden a ascender nuevamente. Las temperaturas mínimas seguirán el mismo comportamiento que las máximas, ya que se esperan valores entre los 17 y 21°C que, a partir del lunes 25, sufrirán un descenso, principalmente en el sudeste de la zona GEA. Los valores más bajos se registrarán el martes 26 pudiendo alcanzar los 7 a 9°C, luego las marcas térmicas comenzarán a ascender nuevamente.

Lo que pasó con el clima en la última semana en la región núcleo

Lluvias importantes sobre GEA

El registro más importante, 121 mm, fue medido en la localidad de Gral. Villegas, en Buenos Aires.

La semana comprendida entre el jueves 14 y el miércoles 20 de diciembre se registraron acumulados de 60 a 100 mm. En el sector noroeste los totales semanales fueron inferiores a los 40 mm.

Las temperaturas fueron elevadas para la época y la combinación con la importante humedad presente en la atmósfera hasta el domingo 17 provocó una muy alta sensación térmica. Las marcas térmicas oscilaron entre 32 y 35°C y el valor más alto, 35,1ºC, se midió en la localidad de Pozo del Molle, en Córdoba.

Las temperaturas mínimas tuvieron un núcleo frio en Buenos Aires y los registros más altos, entre 14 y 16°C, se localizaron en el noreste de la zona GEA. El valor más bajo del periodo, 9,5°C, fue medido en la localidad de Chacabuco, Buenos Aires.

Con este panorama, y en función de las precipitaciones recibidas, las reservas de agua en el suelo tuvieron una significativa recarga respecto de la semana pasada.  Dónde más se nota es en el noreste del área GEA, alcanzando niveles de humedad entre óptima a abundante, con tres núcleos de exceso. El sector sudoeste mejoró las condiciones ya que los niveles pasaron de escasos a adecuados, mientras que en el sector noroeste continúan las características de sequía, pero en un área muy reducida.

Con estas condiciones hídricas, en el noroeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, acumulados entre 100 y 150 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas. En el resto de la zona los valores se reducen a montos entre 40 y 100 mm. En el sector noreste, debido a las lluvias recibidas esta semana, se requieren precipitaciones por debajo de los 10 mm para mantener el buen estado de los perfiles.

Extensión GEA: O de Córdoba, N de Santa Fe, Santiago del E. y Chaco

El verano arranca con lluvias

Los pronósticos para la tercera semana de diciembre fueron superados por sistemas precipitantes muy abundantes que cubrieron prácticamente la totalidad de la región pampeana con acumulados entre 30 y 130 milímetros.

En los últimos siete días el avance de un importante sistema frontal capitalizó de manera muy eficiente el elevado contenido de humedad presente en la atmósfera. Hubo lluvias intensas y tormentas en cortos periodos de tiempo.

En esta oportunidad los aportes de agua también alcanzaron la postergada franja oeste, permitiendo un notable cambio en las reservas de agua. Con excepción de un acotado sector en la provincia de Córdoba y el oeste del NOA, los niveles de humedad óptima o adecuada se han vuelto predominantes, desterrando definitivamente las secuelas remanentes de una sequía que nos castigó durante tres años.

También es justo mencionar que no todas fueron buenas noticias, la intensidad de las tormentas fueron  acompañadas por intensas ráfagas de viento que provocaron inundaciones y destrozos. El sudoeste bonaerense fue una de las áreas más afectadas, donde se iniciaron los desarrollos que finalmente avanzaron por el centro del país hacia el noreste, llegando incluso al sur de Santiago del Estero.

La zona núcleo atesoró cada milímetro recibido, incluso el sudeste cordobés y el centro santafecino fueron sorprendidos por registros superiores a los 100 milímetros, muy poco frecuentes en la primera quincena de diciembre. El resultado se ve claro en la disponibilidad de agua útil: los niveles se han vuelto muy homogéneos en torno a los óptimos y la recuperación de los perfiles es un hecho.

      

Probablemente la provincia de Buenos Aires es la región donde la primavera concluye con el mejor desempeño pluvial, incluso con una recurrencia de los eventos que está poniendo a prueba la capacidad del territorio bonaerense para absorber los excesos hídricos, antes de que comiencen a complicar las labores agrícolas.     

       

A punto de comenzar el verano podemos afirmar que la segunda parte de la primavera resolvió el comportamiento deficitario con el que se había iniciado. Aun con un Niño instalado desde muy temprano, la estación estuvo muy condicionada en su aporte de lluvias por mecanismos regionales adversos y circulaciones de aire atípicamente frío.

Octubre fue el punto de inflexión: las precipitaciones comenzaron a sumar lluvias por encima de los valores normales estacionales. Al principio fue sobre la franja este al principio, pero la distribución fue más homogénea durante la segunda década de diciembre.

Los pronósticos de corto plazo indican que el verano también se iniciará con lluvias, manteniendo la tendencia que normalmente marca la presencia de un evento Niño. El fantasma de la seca quedo atrás y ahora toda la atención está puesta en que el intervalo entre las lluvias, que finalmente se han vuelto muy recurrentes, permita el oreado de los suelos para concluir las labores de siembra.