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Algunos comentarios sobre el estado de los cultivos de soja y maíz en EE.UU a mediados de julio

Julio Calzada y Guillermo Rossi

Existe un firme convencimiento de los analistas que la reciente caída en los precios de la soja y el maíz en Chicago está ligada al muy buen estado de los cultivos en Estados Unidos, a la persistencia de un clima muy favorable y a las mayores áreas sembradas, especialmente en el caso de la oleaginosa.

Los fondos de inversión no han tenido -hasta ahora- la posibilidad de apostar en forma especulativa sobre eventuales pérdidas en la cosecha estadounidense producto del clima (ya sea por sequía o exceso de humedad). En consecuencia, las cotizaciones han perdido esa “prima de riesgo climático” que habitualmente -en esta época del año- siempre ayudó a afirmar y dar sustento a los valores.

Pero analicemos concretamente que muestran las cifras del USDA sobre el estado de los cultivos en el gran país del Norte y que sucedía en años anteriores a esta fecha.     

En el cuadro N°1 podemos ver la información para la presente campaña 2014/2015 sobre el estado de los cultivos de soja y maíz estadounidenses en condición “buena y excelente” al promediar la semana N° 30 del año. También es factible analizar lo que sucedía en los últimos 25 años en dicha semana. Como puede inferirse del cuadro, la información emitida el pasado lunes 28 de Julio indicaba que el 71% el área sembrada con soja se encuentra actualmente en condición buena o excelente. Para observar un registro tan positivo hay que remontarse al año 1994 -veinte años atrás- cuando en la semana N° 30 el 80% del área sembrada se encontraba en la mencionada condición.

Analizando los últimos diez años en soja, podemos observar que las mejores campañas en cuanto a rinde promedio final fueron las del 2009/2010, 2010/2011 y 2013/2014. Todas ellas estuvieron por encima de los 29 quintales por hectárea como promedio nacional. Para la actual campaña, el USDA en su última proyección espera un rinde promedio de 30,4 quintales por hectárea. Si analizamos lo que sucedía en la semana N°30 en cada una de estas campañas veremos –llamativamente- que la actual campaña 2014/2015 presenta la mayor proporción de superficie total cultivada con soja en condición buena y excelente (73%); superando a las otras tres campañas que terminaron mostraron excelentes rindes finales (Ver gráfico N°1).

Por otra parte, de confirmarse la estimación del USDA para el actual ciclo de un rinde promedio en el orden de los 30,4 quintales por hectárea, éste se constituiría en record absoluto para los Estados Unidos.

Recordemos que según el USDA e informes de Oil World, Estados Unidos habría sembrado 34,3 millones de hectáreas con soja en la actual campaña frente los 31,4 millones de la campaña pasada. El USDA en su último reporte mensual indicó que la producción norteamericana podría llegar a ser de 103,4 millones de toneladas de poroto, frente a los 89,5 millones del ciclo anterior. Son 3 millones de hectáreas más sembradas con un incremento potencial de 13 millones de toneladas en la producción. Lógicamente, hay que esperar todavía y ver si el clima acompaña, ayudando a transformar en realidad estas estimaciones.  

Analicemos ahora el caso del maíz. Como se desprende del cuadro N°1 y según el informe del USDA del pasado lunes 28 de Julio, el 76% del área sembrada con maíz en EE.UU se encuentra actualmente en condición buena o excelente. Para observar un registro tan favorable también hay que ir 20 años atrás, al año 1994, cuando en la semana N° 30 el 77% del área sembrada se encontraba en la citada condición (Cuadro N°1).

Evaluando ahora los últimos diez años del maíz estadounidense, las campañas más relevantes en cuanto a rinde promedio final fueron las del 2004/2005, 2009/2010 y 2013/2014. Todas ellas estuvieron por encima de los 99 quintales por hectárea. Para la actual campaña, el USDA espera un rinde promedio de 103,8 quintales por hectárea. Miremos ahora lo que sucedía en la semana N°30 para cada una de estas campañas récords. Nuevamente se da el mismo fenómeno que en soja. El actual ciclo 2014/2015 presenta la mayor proporción de superficie total cultivada en condición buena y excelente (76%), superando a las otras tres campañas de excelentes rindes finales (Ver gráfico N°2).

Al igual que en la oleaginosa, de confirmarse la estimación del USDA, el rinde promedio en maíz para el actual ciclo (103,8 qq/ha) sería récord y techo absoluto para las estadísticas estadounidenses de los últimos 25 años. Para la campaña 2014/2015, el USDA estima que la producción mundial de maíz podría alcanzar las 980 millones de toneladas, siendo precisamente Estados Unidos el principal país productor con 352 millones de tn. En segundo lugar, se ubicaría China con 222 millones de toneladas y tercero, Brasil con 74 millones. Argentina podría llegar a producir 26 millones de toneladas. Esto representa apenas el 7% de la producción norteamericana.

Como podemos ver, los elevados guarismos estadounidenses en cuanto al estado de los cultivos justifican el optimismo de oferta que reina en Chicago para la actual campaña. Son firmes las expectativas de que habrá una importante producción y recuperación del stock mundial de soja y maíz.

También es importante reconocer que la condición de los cultivos no es el único factor que termina definiendo el rinde final de un cultivo. Impacta la fecha de siembra, de cosecha, enfermedades de fin de ciclo, la distribución espacial del área, etc. El cambio tecnológico –por otra parte- ha expandido la frontera de rendimientos posibles, fundamentalmente en maíz. De todos modos, las cifras analizadas abonan y dan sustento a un escenario muy positivo en cuanto a la posible producción estadounidense y, lógicamente, a precios en baja o “amesetados”; lo cual no es una buena noticia ni para los productores argentinos ni para la economía de nuestro país, en su condición de tomador de precios en los mercados granarios.