Commodities

El maíz encuentra nuevos mínimos

Guillermo Rossi

El mercado de Chicago comenzó la semana con fuertes bajas, resultantes de la publicación del informe trimestral de stocks del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). El hallazgo de más de 20 millones de toneladas de inventario físico en Estados Unidos al 1 de septiembre sorprendió a los participantes de la cadena comercial, que -en promedio- esperaban un volumen considerablemente menor. Con posterioridad al reporte, los precios acumularon cuatro caídas consecutivas y aterrizaron en su valor más bajo de los últimos tres años, aunque encontrando un soporte en la zona de los u$s 170/ton en los futuros con entrega en diciembre.

El avance de los trabajos de recolección ejerce una presión coyuntural adicional, generando un sentimiento de sobre-oferta en la plaza. Hasta el último fin de semana ya se habían cosechado unas 4,3 millones de hectáreas en Estados Unidos, correspondientes al 12% del área total proyectada por el USDA. Si bien durante el curso de esta semana la trilla logró seguir avanzando, de cara al fin de semana se esperan lluvias que retrasarán el ritmo de los trabajos.

Las estimaciones de producción han quedado prácticamente sin cambios en el último mes, en el que se estabilizaron las condiciones climáticas. Sobre la tarde del viernes la influyente firma de consultoría Informa Economics incrementó su proyección de cosecha hasta 355,9 millones de toneladas, aunque otras fuentes manejan números ligeramente más bajos. La actualización de las cifras del USDA estaba pautada para el próximo viernes, aunque el estado de paralización que atraviesa el sector público norteamericano plantea enormes dudas en cuanto a la posibilidad de que el reporte salga a la luz.

En EE.UU. el mercado físico se ha debilitado considerablemente con la llegada de los primeros lotes. Las plantas procesadoras y los demandantes para consumo animal encuentran la materia prima que necesitan gracias a la reacción inicial de los productores, que no se demoraron en comenzar a vender su cosecha ante el temor de mayores caídas. Sin embargo, hasta el momento la demanda no se ha comportado de forma agresiva, tal como lo demuestran las cifras de exportación y la evolución de las primas del mercado interno.

En el resto del mundo genera gran inquietud una eventual reaparición de China en el mercado importador, luego que fuentes de aquel país reconocieran la necesidad de efectuar compras en el exterior para enfrentar el creciente consumo interno. Si se extiende la caída de los precios no habría que descartar que el gigante asiático busque aprovisionarse del cereal para estabilizar sus inventarios.

La actual coyuntura del mercado mundial es altamente desfavorable para nuestro país, puesto que la caída de los precios limita fuertemente la capacidad de pago de los exportadores en el plano doméstico y tiene consecuencias muy negativas sobre el ingreso de los productores, que enfrentan un escenario de costos crecientes. En este contexto, se encienden luces de alerta de cara a la campaña 2013/14, cuyos trabajos de implantación son aún incipientes y no superan el 10% del área proyectada. Esta última sufriría una caída de entre el 8 y el 10% respecto del año previo, según el consenso mayoritario de los participantes del mercado argentino.

Las condiciones climáticas no ayudan a compensar la situación. En la zona central y norte del país, las precipitaciones acumuladas durante los últimos dos meses han sido extremadamente insuficientes, impidiendo el comienzo de las labores. La situación es particularmente preocupante en la zona núcleo, puesto que el 15 de octubre se plantea como un primer deadline en la ventana de siembra del maíz de primera. Consecuentemente, buena parte de las intenciones se orientarán a maíces tardíos o de segunda, cuya implantación puede extenderse hasta diciembre y enero.

Los precios a cosecha continúan fluctuando entre u$s 155 y 160 por tonelada, valores que no resultan atractivos para los vendedores y otorgan márgenes muy ajustados para cubrir los costos de producción en un eventual escenario sub-óptimo de rindes. Es por eso que el ritmo de ventas es sustancialmente más bajo que el del año pasado: hasta el momento se negoció un volumen ligeramente superior a un millón de toneladas con entrega desde marzo hasta junio de 2014, la sexta parte de los negocios ya concertados a comienzos de octubre de 2012.

Por su parte, el mercado disponible se mantiene relativamente estable en torno a $ 850/ton, aunque el volumen de negocios es muy limitado. La exportación continúa presente en la plaza, buscando la descarga inmediata en las terminales de Rosario y Gral. Lagos. En tanto, los consumos de la región ofrecen entre $ 850 y hasta $ 900 por tonelada, dependiendo de las condiciones de calidad y pago de la mercadería. El maíz en manos de productores en relativamente escaso, puesto que durante esta campaña la soja fue el cultivo más empleado como resguardo de valor. De cara a las próximas semanas resulta crucial monitorear la evolución del clima en la zona núcleo de nuestro país, sin esperarse grandes sorpresas en el mercado internacional. La situación de los próximos días brindará los primeros indicios del potencial de pérdidas en la producción, que caería luego del récord alcanzado durante esta campaña.