Commodities

El maíz Rosario perforó los $1.000 la tonelada

Emilce Terré

El maíz se mantuvo relativamente estable en el mercado externo de referencia durante la semana, pero no detuvo su caída en la plaza local frente a la combinación de la presión generada por una cosecha tardía y la falta de autorizaciones para exportar que deja a este sector de la compra fuera del mercado.

Con un precio promedio de $ 995/ton para las operaciones realizadas en el recinto el día jueves, la Pizarra Rosario perdió en la semana un 1% cayendo por debajo de los $ 1.000/ton por primera vez desde noviembre del 2013. La relativa depreciación del dólar tampoco hizo demasiado por sostener el valor implícito del bien, ya que a u$s 120/ton al cierre de la semana su caída respecto al jueves anterior alcanzó el 2%.

En este escenario, las perspectivas para el cereal en Argentina lucen muy complicadas. Según estimaciones de GEA la caída del área de intención para la próxima campaña ya acumula el 20% en la zona núcleo mientras que se intensificaría la preferencia por las variedades más tardías. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por su parte, estima a nivel país una caída del área sembrada con maíz del 10%.

Si bien parte la superficie que se pierda sería suplantada por soja, la producción por hectárea es mayor con el cereal que con la oleaginosa, por lo que difícilmente pueda sostenerse el volumen de granos generado en la zona núcleo de excelencia en nuestro país. En efecto, las cifras finales para la campaña 2013/14 indican que en la zona de seguimiento GEA se sembraron 880.000 hectáreas con maíz, prácticamente la mitad correspondiente a grano de primera y la otra mitad a variedades tardías o de segunda. Este total representa un 28% de la superficie implantada con el cereal a nivel nacional, mientras que el volumen producido ronda el 26% de las 24,45 millones de toneladas que Argentina logró cosechar.

Cabe destacar que las variedades tardías tuvieron un muy buen desempeño, ya que por las condiciones climáticas que caracterizaron el período de desarrollo de las plantas tanto en el sur de Santa Fe como en el norte de Buenos Aires obtuvieron rindes superiores a los que mostró el maíz de primera en las mismas regiones, no así en Córdoba donde la situación resultó inversa. Ello podría, bajo las condiciones actuales y tal como se ha mencionado, inclinar aún más la balanza en favor del maíz de segunda y mayormente sólo en aquellos casos en que las necesidades de rotación lo hagan estrictamente necesario.  

Entre los determinantes de esta caída prevista del área sembrada con maíz para la campaña 2014/15 se destacan, además de la caída de los precios, el aumento de los costos (fundamentalmente aquellos vinculados al precio del combustible) y la mayor inversión por hectárea que requiere el cultivo maicero, incluso pese a que las condiciones de los suelos resultan óptimas para implantar el cereal. Como correlato, además, los campos más perjudicados serán los de zonas marginales alejados de los grandes centros de consumo ya que la combinación de rindes menores al promedio y mayor incidencia de fletes los perjudica más directamente. Según un análisis difundido en la semana por Aacrea, sólo en el 7% de los distritos maiceros será rentable el cultivo. Según puntualiza el estudio, hay regiones del país donde los rindes deberían ser un 70% superiores a la media de los últimos seis años para que los ingresos puedan al menos igualar los costos, poniendo en jaque la sustentabilidad del sistema productivo nacional.

Mientras tanto, para lo que resta del año comercial 2013/14 los amplios stocks disponibles ponen un freno a las potenciales subas de precios, especialmente cuando la emisión de Roe Verde a grandes exportadores continúa frenada mientras se achica la brecha de tiempo hasta la llegada de la safrinha brasilera y la gran cosecha Norteamericana.

En este punto vale hacer notar que si bien el margen teórico para la exportación aún resulta redituable para el negocio disponible, con un FAS Teórico de u$s 134,5/ton, la situación resulta diametralmente opuesta para la cosecha nueva. En el contexto descripto y con un FAS Teórico para la exportación de u$s 136,2/ton y un futuro de maíz con entrega abril 2015 que hoy ajustó a u$s 134,5 en el Mercado a Término de Buenos Aires, el mercado a futuro también se encuentra virtualmente paralizado.

El principal limitante para los precios futuros viene dado por una situación global que apunta a una notable recuperación del cereal disponible. En la semana se realizó el ProFarmer Tour por los siete principales estados productores de Estados Unidos, que combinados representan el 71% de su producción nacional de maíz. Según el informe final emitido este viernes, frente a las muy buenas condiciones en las que se termina de desarrollar el cultivo, el rinde promedio se acercaría a los 106,27 qq/ha, arrojando una estimación de producción maicera norteamericana para la campaña 2014/15 de 357,98 millones de toneladas, por encima aún de los 356,43 millones que proyectaba el USDA apenas dos semanas atrás.

Esta semana, compras técnicas y la cobertura de la exposición a la baja de precios por parte de los fondos, junto con el buen ritmo de compras por parte de la industria norteamericana de etanol, se convirtieron en los principales elementos de sostén para los precios en Chicago. Sin embargo, es previsible que la presión estacional frente a la inminente entrada al mercado de los primeros lotes de la nueva campaña mantenga a raya los valores negociados en el corto plazo.