Commodities

El maíz perdió $ 200/ton en las últimas dos semanas

Guillermo Rossi

Tanto a nivel internacional como en el plano local, los precios del cereal acumulan una caída superior al 10% desde mediados de mayo. Si bien sobre el cierre de la semana se advirtió un ligero rebote en los valores negociados, el sentimiento bajista continúa predominando a mediano plazo en el marco de una oferta visiblemente holgada para cubrir la demanda mundial esperada para los próximos meses.

El mercado norteamericano sufre con el avance de la cosecha en Sudamérica, que presiona a la baja sobre los valores FOB y desvía mayor demanda hacia orígenes estacionalmente más competitivos. Los compradores asiáticos, tradicionalmente volcados al maíz de Estados Unidos, comenzaron a diversificar sus importaciones tras la sequía del año 2012 y miran ahora con mayor atención al hemisferio sur en los meses centrales del año. El impacto en la exportación se evidencia en la caída de los compromisos de embarque reportados por el USDA, que promediaron poco más de 500.000 toneladas semanales durante el mes de mayo. Los registros anteriores habían sido de 1,3 millones de toneladas por semana en enero, 1,1 millones en febrero, un millón en marzo y 900.000 toneladas en el mes de abril.

La demanda de la industria en el país del norte compensa sólo parcialmente el menor ritmo de las ventas externas. La producción semanal de etanol promedió 938.000 barriles durante la última semana de mayo, su nivel de operación más elevado del último mes y medio. Aun así, la misma continúa por debajo del nivel requerido para alcanzar la proyección de uso de maíz del USDA, ubicada en 128,3 millones de toneladas. Asimismo, los stocks de etanol de las fábricas treparon hasta su máximo desde marzo de 2013. El menor costo de la principal materia prima ha mejorado los márgenes de molienda, en simultáneo con un sostenimiento de los precios del biocombustible y del petróleo.

La caída de los precios del cereal encuentra sostén adicional en los ajustados márgenes del productor estadounidense, que limitan el interés en cerrar coberturas con precios fijos a cosecha que convaliden una pronunciada caída de la rentabilidad frente a la campaña pasada. Según datos de la Universidad de Iowa State, la estructura de costos en dicho estado –directos de u$s 330/ha más gastos comerciales- arroja resultados negativos a precios de venta inferiores a u$s 185/ton si los rindes se ubican en 110 qq/ha. Sin embargo, estos números no contemplan los programas de subsidio gubernamentales, que en los últimos años representaron una proporción considerable del ingreso de los productores.

Frente a la posibilidad de que se prolongue la tendencia bajista, que implicaría un impacto negativo millonario en el valor de la producción, en los últimos días se percibió mayor atractivo en la negociación de opciones put, que permiten cubrir el potencial de caída de los precios sin resignar los beneficios de una suba. En función de ello, se destaca el incremento en el interés abierto de las principales posiciones con vencimiento en el mes de diciembre.

A nivel local, en tanto, la caída de los precios se explica en gran parte por las mejoras climáticas de los últimos días y la expectativa de un mayor ingreso de mercadería al circuito comercial, posibilitada por el avance de los trabajos de recolección esperado para las semanas venideras. En este contexto, el ingreso de camiones con maíz a las terminales portuarias de la zona de Rosario se acerca a las 900 unidades diarias hasta las 7am, mostrando una recuperación cercana al 40% respecto del promedio del mes de mayo.

Según el reporte semanal de estimaciones del Ministerio de Agricultura, la trilla hasta el momento sólo alcanza a 2 millones de hectáreas, quedando un gran remanente de cultivos tardíos o de segunda que se levantarán durante los meses de junio y julio. El exceso de agua en algunas regiones plantea grandes interrogantes respecto de los resultados de la cosecha, aunque la evidencia de rendimientos de los primeros maíces tardíos –sembrados en diciembre- en zona núcleo se encuentra en línea con las expectativas, entre 80 y 90 qq/ha, aunque con menos del 30% de la superficie cosechada. Igualmente, según el último relevamiento de GEA – Guía Estratégica para el Agro, la excesiva humedad ambiental afecta la calidad de los granos, observándose una mayor proporción de brotados que en campañas anteriores.

Los valores ofrecidos por maíz con entrega cercana disminuyeron notablemente, provocando una caída cercana a $ 250/ton en los precios fijados por la Cámara Arbitral de Cereales durante las últimas dos semanas. Los exportadores lograron aprovisionarse del cereal para cumplir con sus compromisos de embarque en el futuro inmediato, aunque el volumen de negocios disminuyó notablemente en los últimos días. La carga programada en las terminales portuarias del país asciende a 1,54 millones de toneladas hasta mediados de julio, de las cuales 1,16 millones planean embarcarse desde los puertos del Up River.

Durante los primeros días de la semana se pagaron cifras superiores a $ 1.300/ton por maíz con descarga casi inmediata, luego cayendo hasta $ 1.250/ton hasta la primera quincena del mes. En tanto, las cotizaciones para la entrega diferida hasta julio y agosto se ubicaron u$s 150 y 148 por tonelada, respectivamente. Dado que el atractivo de estos precios es escaso, se estima que durante la presente semana el volumen de operaciones estuvo por debajo de las 300.000 toneladas intercambiadas durante la última semana de mayo.

El futuro del mercado local dependerá en gran parte de lo que ocurra en el frente externo, ya que queda un remanente exportable cercano a diez millones de toneladas. Sin embargo, la inserción en el comercio internacional no luce sencilla. Tanto el maíz paraguayo como el brasileño muestran valores FOB muy competitivos, que dificultan la originación en nuestro país. A este contexto debe sumarse la probabilidad de una cosecha récord en Estados Unidos, que podría generar otro impacto negativo en el mercado de cara al último trimestre del año.