Commodities

Expectativas dispares sobre la cosecha de trigo

Guillermo Rossi

La semana marcó la llegada del mercado internacional a sus registros más altos de los últimos cuatro meses, aunque luego de esos máximos se observaron bajas en las principales plazas de referencia. Los futuros de Chicago con entrega en diciembre ajustaron con caídas del 2,1% en trigo blando y del 1% en el cereal duro de invierno, mientras que en París los contratos con vencimiento en noviembre ajustaron prácticamente sin variación.

En Estados Unidos y Europa los trabajos de siembra de cara a la campaña 2014/15 continúan avanzando en las principales regiones productoras. Las adversidades climáticas en la zona del Mar Negro se han atenuado durante las últimas semanas, permitiendo cierta recuperación de los tiempos antes de la llegada del invierno. Aun así, parte del área original de intención se desplazaría a otros cultivos, como trigo y cebada de primavera o maíz, especialmente en Ucrania.

Sin embargo, el foco principal del mercado se está concentrando en la situación productiva del hemisferio sur, donde los cultivos atraviesan sus últimas instancias de desarrollo y la trilla comienza a tomar fuerza. En la costa este de Australia los trigos sufrieron de nuevas heladas durante los últimos días, que afectaron con particular fuerza a los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur. Mientras tanto, la cosecha ya comenzó en Queensland, donde los productores reportan rendimientos menores a los esperados pero buenos parámetros de calidad. Aparentemente, las altas temperaturas de las últimas semanas habrían impactado negativamente sobre la producción y el saldo exportable, aunque sin poner en peligro el lugar de privilegio que ocupa el país oceánico entre los mayores participantes del comercio internacional del cereal.

En nuestro país, en cambio, el panorama de la nueva cosecha sigue planteando grandes interrogantes. El termómetro de las expectativas es la cotización de los futuros con entrega en diciembre, que tras alcanzar máximos de u$s 290/ton a comienzos de la semana comenzaron una corrección bajista para cerrar cerca de u$s 270/ton. A estos valores los traders no cuentan con márgenes de ganancia que hagan rentable el negocio de exportación, por lo que se han mantenido mayormente ausentes de la operatoria. El grueso de los contratos forwards celebrados en la semana surgió por iniciativa de la industria molinera, que por estos días es el demandante con mayor agresividad de la plaza.

Hasta el momento las estadísticas de comercialización del Ministerio de Agricultura plantean que las ventas de trigo nuevo representan sólo el 20% del volumen negociado a la misma altura del año pasado, acumulando un total de casi 870.000 toneladas –entre los exportadores y la industria- hasta mediados de octubre. Si bien hay extensas regiones productoras que atraviesan problemas climáticos y sus resultados finales de campaña son inciertos, justificando cierta cautela comercial de parte de los productores, en otras el cultivo de trigo mantiene muy buenas condiciones, pudiendo ser atractivo el presente contexto de precios.

Cabe recordar que los costos de implantación y protección en el sur de la provincia de Buenos Aires se ubicaron por debajo de u$s 400 por hectárea, otorgando un margen bruto por unidad de superficie superior a u$s 300 si los rindes logran superar los 30 qq/ha. Este escenario es altamente probable si continúa lloviendo con normalidad y no se registran heladas. En esta parte del país el trigo se avizora como la decisión ganadora de la campaña, considerándose difícil que otras alternativas logren los mismos niveles de rentabilidad.

La cebada, en cambio, quedó muy rezagada respecto del cereal panadero y sus precios prácticamente no han repuntado en los últimos meses, desalentando la toma de coberturas entre los productores. Hasta el momento se han negociado a través de forwards unas 120.000 toneladas entre calidad cervecera y forrajera, bastante menos que las 2,8 millones de toneladas que se habían vendido a la misma altura de 2012. Los cultivos presentan en general buen estado y la trilla comenzará dentro de pocos días si se mantiene baja la humedad y relativamente alta la temperatura.

El empalme entre ambas cosechas de trigo ya comienza a tomar forma, observándose precios en escalera descendente a lo largo de cada semana de noviembre. Los molinos que buscan mercadería de contado en condiciones Cámara pagan cifras largamente superiores a u$s 600/ton en distintas partes del país, aunque esos ofrecimientos caen por debajo de u$s 400/ton con diferencia de muy pocos días. Pese a que la demanda intentará hacer sentir la presión generada por el avance de la cosecha en las próximas semanas, la oferta encontrará dificultades para asimilar el nuevo escenario de abastecimiento, esperándose que permanezca retraída durante los primeros tramos de la campaña.

Pese a que se avecina una cosecha muy inferior a la que potencialmente se podría aspirar, la misma quedará por encima de los requerimientos del consumo interno. Debido a que el volumen absorbido hasta el momento por la exportación no es tan significativo como a la misma altura del año pasado, en la medida en que se desarrolle la trilla los precios deberían converger a la baja hasta ubicarse en línea o ligeramente por encima del FAS teórico. Esta referencia se encuentra hoy en $ 1.270/ton, casi un tercio del valor efectivo de mercado. No obstante, los valores no podrán derrumbarse a lo largo del nuevo ciclo comercial, ya que el saldo exportable será pequeño y es necesario impulsar una recuperación más importante del área sembrada durante el año que viene. La misma podría verificarse si nuevos cambios de política le aseguran al cereal un patrón de comercialización más fluido y previsible que el imperante durante los últimos años.