Commodities

Firmeza para la soja a la espera de más lluvias

Emilce Terré

La revalorización del aceite y la harina de soja de las últimas semanas ha traccionado una recuperación en el margen bruto de procesamiento de soja. Ello permitió a las empresas locales convalidar una suba en los ofrecimientos por el poroto con el fin de tentar a los reticentes vendedores a desprenderse de sus existencias de oleaginosa.

La mejora en las cotizaciones, con el soporte dado por las subas externas, facilitó una mayor negociación de mercadería en el recinto del Mercado Físico de Granos durante la semana, al tiempo que se observó un incremento en el volumen de contratos negociados en el Mercado a Término de Rosario. El precio Estimativo de la Cámara Arbitral de Rosario para las operaciones del día jueves 24/10 quedaron en $ 2.065/ton, con una suba de $ 53/ton respecto a la semana anterior.

En el Mercado a Término de Rosario, mientras tanto, el futuro de soja con entrega en noviembre bajo condiciones fábrica ajustó el viernes a u$s 353,70/ton –equivalente a unos $ 2.081,17/ton-, con un incremento semanal de casi seis dólares. Es interesante observar que el gran volumen negociado para este contrato durante la semana, ya que acumuló 80.430 toneladas, prácticamente el doble que la semana anterior.

Según datos del Ministerio de Agricultura, al 16 de octubre se habían vendido 36,5 millones de toneladas de soja 2012/13, que si bien en porcentaje de la producción estimada se encuentra por debajo del promedio de las últimas cinco campañas (76% versus 85%), en volumen no está muy alejado de lo que suele estar comprometido a esta altura del año.

En lo que respecta a la soja nueva, los futuros ROFEX de soja en condiciones fábrica con entrega en mayo de 2014 ajustaron el viernes a u$s 298,80/ton, prácticamente invariable respecto al viernes anterior cuando cerraron a u$s 298,00/ton. Para este segmento, a diferencia de lo que observábamos en la campaña actual, las ventas a futuro continúan avanzando a cuentagotas respecto a campañas anteriores ante el distanciamiento de las pretensiones de los vendedores y la disposición a pagar de los compradores y la incertidumbre que despiertan las próximas elecciones en Argentina, por potenciales medidas económicas que puedan tomarse a posteriori.   

Lo anterior se refleja tanto en el volumen absoluto de toneladas negociadas como en la mayor proporción de negocios realizado bajo la condición “a fijar”; y tiene un fuerte impacto sobre la cadena de pagos. La información difundida a la fecha por el Ministerio de Agricultura indica que promediando octubre se negociaron 1,7 millones de toneladas de soja nueva, muy por debajo de los 3,55 millones del año anterior y de los 4,13 millones promedio de las últimas cinco campañas. Además, a menos de medio millón de toneladas se le ha puesto precio firme, un 80% menos que el promedio de los últimos cinco años.

Todos los eslabones de la cadena comercial, golpeados ya por la escasez de cereales en el mercado, sufren las consecuencias de la menor actividad continuándose las noticias de intermediarios con serios problemas para calzar sus cuentas. En efecto, esta campaña el incremento de los costos de producción y un clima que no viene acompañando generó una pérdida de rindes potenciales en trigo y de superficie efectivamente sembrada en maíz, a lo que se le suma la necesidad de lluvias para dar impulso a las labores de siembra de soja. Pese a ello, aún se prevé un incremento del área a sembrar con la oleaginosa que en la zona núcleo podría alcanzar hasta un 25% de acuerdo a estimaciones de GEA.

En este contexto, la ayuda que la suba de precios de los subproductos de soja brindó al margen bruto de procesamiento para las industrias procesadoras de oleaginosa significó un fuerte alivio para el mercado. Los precios de la harina de soja, particularmente, se vieron impulsados por la fortaleza que demuestra tanto la demanda interna para forraje como la externa en EEUU y los temores por la falta de lluvias en Argentina, principal exportador mundial de este subproducto.

El USDA va lentamente poniéndose al día con las estadísticas que no lograron ser publicadas durante las tres semanas que duró el shutdown de la administración pública estadounidense. El día jueves reportó exportaciones estadounidenses de harina de soja por casi un millón de toneladas en la semana que terminó el 03 de octubre, muy por encima de lo que descontaba el mercado. Con los números finales de la campaña 2012/13, que en Estados Unidos cierra en septiembre, las ventas al exterior de este insumo básico totalizaron 9,7 millones de toneladas, un 14% por encima del año anterior pese a la fuerte sequía que diezmó la producción sojera norteamericana.

Mientras ello sucede, China ha estado comprando activamente poroto. Pese a que Estados Unidos se encuentra en plena época de cosecha, la soja acumula dos semanas consecutivas en alza ya que si bien el día de hoy una toma de ganancias dejó los precios en u$s 477,68/ton, ello representa un 1% más que el viernes anterior.   Teniendo en cuenta lo expuesto, más allá de que el patrón climático se normalice en Argentina durante la etapa crítica para el cultivo y con ello el volumen a cosechar no registre pérdidas, las eventuales demoras en las siembras retrasarían la llegada de los nuevos lotes al mercado tensando el balance de oferta y demanda global en el primer semestre del año (máxime cuando se considera que nuestro país abastece el 50% del mercado mundial de harina de soja). Allí reside uno de los principales soportes para los precios de la oleaginosa a mediano plazo, dando comienzo así al ruedo del mercado climático sudamericano.