Commodities

Fortaleza para la soja en la línea de largada de la 2013/2014

Emilce Terré

La recuperación de los precios del poroto y la harina de soja en el mercado externo de referencia mejoró la capacidad de pago de la demanda, dando soporte a los precios en el mercado local. De este modo, los precios Pizarra de la Cámara Arbitral de Cereales rosarina avanzaron hasta los $ 2.015 para las operaciones del día jueves, un 0,6% por encima de la semana anterior.

En el Mercado a Término de Rosario, los contratos de soja condiciones fábrica con entrega en el mes de octubre ajustaron el viernes con un alza del 1,5% a un equivalente a $ 2.021/ton, convertidos según el tipo de cambio de garantía del mercado.

Respecto de la soja nueva, las ofertas abiertas en el recinto del Mercado Físico de Granos escalaron hasta los u$s 290/ton, 5 dólares por encima del viernes anterior. En el Mercado a Término, los futuros de soja en condiciones fábrica que vencen el próximo mayo ajustaron hoy a u$s 298/ton, con una suba semanal del 1,0%.

Este fortalecimiento de los precios da aire a la sosegada comercialización de la oleaginosa, observándose una activa participación de las fábricas en el recinto hacia fines de la semana. Además, según información publicada por el Ministerio de Agricultura, al 09 de octubre se negociaron 36,5 millones de toneladas de la cosecha 2012/13, lo cual representa el 75% de la producción estimada. En volumen, la cantidad de soja operada supera a la que se había vendido para la misma altura del año anterior (35,4 millones de toneladas), mientras que el promedio de las últimas 5 campañas se ubica en 37,5 millones.

Para la soja de la nueva campaña 2013/14, en cambio, a la misma fecha se han realizado compras apenas superiores al millón de toneladas que representa alrededor de la tercera parte de lo comercializado tanto la campaña anterior como en el promedio de los cinco años previos. En este segmento, la reticencia a cerrar negocios se vuelve más visible, con apenas el 14% de las ventas realizadas con precios en firme.

Mientras tanto, se larga la nueva campaña. En los campos donde la humedad de los suelos lo permitía han comenzado las labores de siembra estimándose un notable incremento en la superficie cubierta por la oleaginosa este año. Los ajustados márgenes del maíz y la falta de lluvias han incidido en una sustitución entre ambos cultivos, al mismo tiempo que en un panorama de fuerte incertidumbre aumentan los incentivos para volcarse al grano que suponga menor inversión y rendimientos más estables.

Según estimaciones de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) para la zona núcleo, en zonas donde la siembra maicera fracasó por la falta de precipitaciones el área implantada con soja podría aumentar un 25%, por lo que la incorporación a nivel nacional de alrededor de millón de hectáreas respecto a la campaña anterior no parece ilógico.

En el informe mensual de estimaciones que publicó esta semana el Ministerio de Agricultura se difundió su primera estimación de área sembrada para soja en la nueva campaña, ubicándola en 20,65 millones de hectáreas. Ello representaría una suba del 3,25% respecto a las 20 millones de hectáreas que, según estima, se sembraron el año anterior.

En lo que respecta al mercado externo, los futuros de soja en CME Group cerraron el viernes con una suba semanal del 2% a u$s 474,50/ton, impulsados por la fortaleza de la demanda externa, el debilitamiento del dólar y la suba de precios de la harina de soja.

El dólar tocó su menor valor en ocho meses y medio tanto en relación al euro como a una canasta de monedas, ante las expectativas que luego de las turbulentas negociaciones de las últimas semanas en relación al Presupuesto público estadounidense, la FED retrase el momento de dar marcha atrás con su política de estímulo monetario.

Este debilitamiento del dólar estadounidense se traduce en un menor costo para los consumidores internacionales en sus respectivas monedas domésticas, que se suma a los trascendidos en el mercado acerca de que China habría aprovechado la falta de información oficial norteamericana durante las últimas dos semanas para abastecerse sin impactar en los precios. Una vez cerrada la rueda de hoy, el USDA difundió exportaciones netas semanales de poroto de soja de EEUU por 860.700 toneladas para la campaña 2013/14 y 43.000 toneladas de soja 2014/15.

Estos son los primeros datos que van saliendo a la luz sobre la marcha de la campaña por parte del USDA, quien por primera vez en 147 años no publicará el reporte mensual de proyecciones de oferta y demanda correspondiente al mes de octubre debido a las dos semanas de shutdown del gobierno federal. La volatilidad continúa al orden del día, ya que el mercado deberá esperar hasta el 08 de noviembre al próximo informe mensual. Si las previsiones del organismo difieren de lo que el mercado ha descontado, el potencial movimiento de los precios ese día puede ser notable.

Se estima que EEUU habría cosechado alrededor de la mitad de la producción sojera 2013/14, lo cual limita la suba de los precios en el mercado. Sin embargo, es importante seguir con atención el ritmo de venta efectivo de la zafra norteamericana ya que la fuerte prima que mostró en los últimos meses la soja disponible en relación a la entrega más diferida motivó fuertes ventas de poroto, liberando capacidad de almacenaje en manos de los productores. Así, éstos retienen la posibilidad de retrasar los negocios si las condiciones del mercado no le resultan favorables. De momento, el sector productivo de nuestro país se aboca a la siembra de la nueva cosecha, y en este sentido se miran con alivio las lluvias que se esperan para este fin de semana en la zona núcleo, que recargaría la humedad de los suelos permitiendo avanzar con las labores. En los meses que se avecinan, la atención del mercado se enfocará en las condiciones climáticas para el desarrollo del cultivo sudamericano (que parte de una expectativa inicial que apunta a un récord histórico en volumen producido) y en los indicadores del lado de la demanda que comiencen a llegar al mercado con la reanudación de las tareas habituales de la administración estadounidense.