Commodities

La molienda de soja trepó 85% en abril

Guillermo Rossi

La última semana de mayo marcó un retroceso en los futuros de soja del mercado referente externo que se sintió a nivel local, generando un vacío de oferta en la plaza en un contexto de demoras en los trabajos de recolección y mucha cautela de parte de los vendedores, que buscan fortalecer su posición frente a la gran necesidad de materia prima de las fábricas. En Chicago los futuros con entrega en julio cayeron por debajo de u$s 15 por bushel, cifra ligeramente superior a u$s 550/ton.

Los fondos especulativos continúan liquidando sus posiciones en un mercado al que le cuesta encontrar señales alcistas, más allá del racionamiento por precio necesario para empalmar la cosecha norteamericana con un nivel razonable de stocks. En tanto, sobre las posiciones alejadas de Chicago los precios encuentran cierto sostén en la mejora de los márgenes de molienda en China –que motivó un despegue de los compromisos de exportación norteamericanos del ciclo 2014/15- y la necesidad de incentivar un nuevo incremento en el área de siembra en Argentina y Brasil, por ahora más probable en este último que en nuestro país según las proyecciones del USDA.

El panorama bajista externo se apoya en el notable avance de la siembra –que llegaba al 59% del área hasta el último domingo- y el gradual retiro de Estados Unidos del mercado exportador, dando lugar a subastas de reservas estatales en China para cubrir las necesidades de los compradores locales. Esta última semana se llevó a cabo otra licitación por casi 300.000 toneladas en la que se colocó el 81,5% del volumen anunciado a precios promedio que rondaron entre u$s 660 y 665 por tonelada.

De hecho, el país del norte se encuentra importando soja sudamericana para cubrir sus necesidades de uso doméstico. Durante el último fin de semana arribaron a la costa del este dos buques procedentes de Brasil, esperándose la pronta de llegada de otros siete cargamentos conteniendo unas 342.000 toneladas en total. Distintos traders aseguran que durante los meses de junio y julio más compromisos entre ambos países serán concertados, hasta totalizar un número cercano a las 2,45 millones de toneladas que estima del USDA por compras totales durante el ciclo 2013/14.

La pronunciada caída del precio del aceite –que acumula más de un 10% en el último mes y medio- continúa ejerciendo presión sobre el poroto. Este mercado se ve impactado por las fuertes bajas observadas en el aceite de palma, que finalizó el mes de mayo con su peor desempeño desde septiembre de 2012, alcanzando mínimos de los últimos siete meses ante la fortaleza de las monedas asiáticas y la expectativa de un incremento futuro de la oferta. Un punto que no debe descuidarse aquí es que la confirmación del fenómeno climático de “El Niño” podría revertir esta tendencia, puesto que supone condiciones de sequía sobre Australia y el sudeste de Asia que condicionarían la producción.

En tanto, el mercado local fluctuó alrededor de los $ 2.600/ton, aunque con volumen de operaciones en baja frente al nivel de la semana pasada. Los vendedores buscaron hacer valer su disponibilidad de mercadería en un contexto de trilla demorada por el clima adverso. De hecho, hay zonas en el noreste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe donde todavía no pudieron ingresar las cosechadoras, resultando en posibles pérdidas de superficie. Los anegamientos son tan persistentes que algunos productores plantean dificultades de cara a la siembra del trigo o incluso pensando en la siembra gruesa de la próxima campaña, que tendrá lugar a partir de septiembre.

Aun así, sobre finales de la semana varios días de clima despejado permitieron generar un mayor ingreso de camiones en las terminales portuarias, superando la pronunciada caída observada recientemente. Los días jueves y viernes los entregadores reportaron la llegada de más de 4.000 camiones antes de las 7am a las playas del Up River.

El volumen acumulado de soja comprado por las fábricas y el sector exportador convergió con los niveles del año pasado, aunque el mayor tamaño de la cosecha sugiere que la proporción negociada debería ser algo más elevada. Frente a los dilemas que plantea el ritmo de llegada de la soja al circuito comercial este año, a lo largo de la semana se volvió a discutir cuál es la forma más eficiente de hacer negocios para el productor, en términos de conveniencia presente, transparencia y sustentabilidad a futuro. En estos intercambios de ideas es importante que no se confundan las ventajas y desventajas de los negocios «a fijar» con lo que significa la determinación de precios de pizarra, desvirtuando su naturaleza. Debe quedar claro que estos últimos no son obligatorios en ningún segmento de la comercialización, no interfieren en el proceso de formación de precios y sólo sirven como simple valor histórico y referencial.

Frente a la expectativa de un mayor ingreso de materia prima a los canales comerciales, las fábricas incrementaron su ritmo de molienda en abril hasta 3,9 millones de toneladas, marcando un récord histórico para ese mes. Dicha cifra representó un incremento del 85% frente a las 2,1 millones de toneladas procesadas en marzo, mientras que en el mismo mes del año 2013 el procesamiento de soja había resultado de 3,6 millones de toneladas. En tanto, los embarques de la oleaginosa ya superan las dos millones de toneladas, surgidos mayoritariamente de los puertos del sur. La carga programada en las terminales de todo el país asciende a 1,6 millones de toneladas hasta mediados de julio.