Economía

Las colocaciones financieras compensaron el déficit comercial

EMILCE TERRÉ
La entrada de US$ 44,6 mil millones para inversión en cartera, destinados a la compra de bonos del Gobierno Nacional no tiene parangón en al menos el último cuarto de siglo. El superávit financiero del balance de pagos más que compensó el déficit comercial y permitió una recuperación del nivel de reservas internacionales en manos del BCRA.

En la semana, el INDEC publicó la Balanza de Pagos del cuarto trimestre del 2016, permitiendo evaluar el cambio en la posición deudora o acreedora neta de nuestro país frente al mundo que tuvo lugar el año pasado. Sobresale de inmediato la acumulación neta de Reservas Internacionales por parte del Banco Central, que ascendió en el año a 13,7 mil millones de dólares, una notable recuperación desde los –(4,9) mil millones que el país dejó ir en el 2015. Sin embargo, el principal driver del ingreso de divisas ha sido el masivo endeudamiento con el exterior por parte del Gobierno Nacional, que pasó de –(2,5) mil millones en el 2016 a +21,1 mil millones en el 2016, lo cual compromete la sostenibilidad futura de este flujo de dólares.



Como viene ocurriendo desde el año 2010 a esta parte, la Cuenta corriente de la Balanza de Pagos arrojó un déficit que supera los 15 mil millones de dólares, incluso pese a la moderada suba de exportaciones de bienes y la no tan moderada caída en la compra de productos al exterior. Del lado de las ventas al exterior de mercancías, éstas aumentaron un 2% a US$ 56,8 mil millones; mientras que las importaciones de bienes cayeron un 7% a US$ 53,2 mil millones.

El déficit de cuenta corriente por exportaciones e importaciones de servicios, en tanto, se profundizó pasando de US$ -(3,9 mil) millones en el 2015 a US$ -(7,0) mil millones en el 2016. Aquí se destaca el saldo en millones de dólares de la subcuenta viajes, por la cual en el 2015 salieron US$ -(1,5) mil millones de dólares mientras que la sangría del 2016 fue de US$ -(3,6) mil millones. El resultado neto de las rentas en tanto arrojó un déficit de US$ 12,6 mil millones, sin grandes variaciones respecto al resultado neto negativo por US$ 12,1 mil millones del año anterior; en tanto que el resultado de transferencias corrientes fue positivo en 0,05 mil millones, revirtiendo el rojo de US$ -(0,4) mil millones del 2015.

El déficit por cuenta corriente de US$ 15,02 mil millones fue más que compensado, sin embargo, por el superávit por US$ 29,13 mil millones de la cuenta capital y financiera. De éstos, US$ 28,3 mil millones han provenido del endeudamiento neto del sector público, US$ 21,1 mil millones a cuenta del Gobierno Nacional y US$ 7,3 mil millones a cuenta de los Gobiernos Locales. Este endeudamiento por parte de la administración central no sólo es el más alto para año (medido en dólares) desde 1994 a esta parte, sino que duplica el máximo anterior de esta serie, alcanzado en 1999 con US$ 10,9 mil millones.



Como contrapartida, el movimiento de entradas y salidas de capitales por parte del sector bancario durante el 2016 arrojó un déficit de US$ 4,2 mil millones, mientras que al sector privado no financiero entraron capitales en términos netos por US$ 4,7 mil millones.

Analizada desde el punto de vista de la categoría funcional, el resultado positivo de la cuenta financiera se explica fundamentalmente por la monumental entrada de dólares para inversión en cartera, que acumuló en los doce meses del año US$ 44,6 mil millones, un monto inédito en casi un cuarto de siglo, al menos. La entrada de dinero para inversión directa en Argentina, en tanto, no muestra el repunte al que en discurso se apuntaba: el superávit por US$ 5,7 mil millones del año 2016 es apenas la mitad de los ingresos netos del 2015.

Para cerrar, del resultado de la compensación entre el déficit por US$ 15,0 mil millones de dólares por cuenta corriente y el superávit de US$ 29,1 mil millones por cuenta capital y financiera, se tiene un balance positivo para la acumulación de divisas del país por US$ 13,7 mil millones, que contribuyeron a engrosar las alicaídas reservas internacionales del Banco Central. Este resultado representa una clara mejora respecto a la pérdida de US$ -(4,9) mil millones con los que se cerró el año 2015, y si bien también constituye un récord desde 1994 a esta parte, se encuentra apenas un 5% por encima del máximo anterior alcanzado en el año 2007.